Los hijos mayores de Fernández Tapias, la presencia que pocos esperaban en el tanatorio

Fernando Fernández Tapias falleció el pasado miércoles 25 de octubre de forma inesperada para su familia y amigos. Es cierto que el empresario arrastraba desde hace tiempo problemas de salud, pero según ha podido saber este medio, a pesar de haber tenido un fuerte bache durante el pasado verano, llevaba una temporada encontrándose bastante mejor.

Nuria González, abatida

Durante el miércoles y jueves, familiares y multitud de amigos se despedían de uno de los grandes empresarios de nuestro país. Vicepresidente del Real Madrid y presidente durante años de la CEOE, era un hombre muy querido y respetado en el mundo empresarial. Los que le conocen le definen como atento, cariñoso, generoso y buen amigo, aunque con un gran pronto cuando se enfadaba que se le pasaba enseguida.

Nuria González, su tercera mujer, acudía al tanatorio de La Paz a primera hora de la tarde del miércoles, completamente abatida, sin apenas poder articular palabra, a despedir al que ha sido el gran amor de su vida y padre de sus dos hijos: Iván, de 20 años, y Alma, de 16. Lo hacía precisamente aferrada a la mano de ellos, que son los menores de los ocho vástagos que tuvo Fernández Tapias a lo largo de su vida, junto a las tres mujeres con las que contrajo matrimonio. Victoria Riva de Luna, madre de Fernando, Borja, Íñigo y Bosco, quien falleció en 2010 mientras practicaba submarinismo, lo que supuso un durísimo revés para la familia. Juana García-Courel Mendoza fue su segunda mujer, con quien tuvo a Sandra y a Juan Carlos; y Nuria, con quien compartió los veinte últimos años de su vida y, como decíamos, es madre de sus dos hijos pequeños.

Los hijos se despiden de él

Debido a las desavenencias públicas que Fernández Tapias mantenía con sus tres hijos mayores a raíz del proceso de incapacitación judicial que Fernando, Borja e Íñigo y Sandra iniciaron para su padre, existía cierta expectación sobre si estos acudirían a despedir a su progenitor públicamente. Las dudas se despejaron, ya que los tres, dejando a un lado asuntos del pasado, acudieron al tanatorio de La Paz a dar el último adiós a su padre. Según testigos presenciales, en el ambiente existía cierta tensión, pero pese a todo parece que la sangre no llegó la río. Fernando, el mayor, lo hacía acompañado de Iria, quien era la nieta mayor del empresario.

Las discrepancias de Fernando Fernández Tapias con sus cuatro hijos antes mencionados surgieron a raíz de que el empresario, coincidiendo con cierto empeoramiento en su salud, relegó a su hijo Íñigo (de 54 años) en 2019 de una de sus sociedades principales, Fernández Tapias Grupo de Sociedades e Inversiones. Ese supuso el pistoletazo de salida, pero más tarde los ‘perjudicados’ fueron Borja y Fernando cuando también los cesó y decidió nombrar a Juan Carlos como presidente tanto de Fernández Tapias Grupo de Sociedades e Inversiones como de la Naviera F Tapias Galicia. El mismo Juan Carlos, a quien en familia llaman Tito, se convirtió en administrador único de Fernández Tapias Desarrollos Empresariales, cesando del mismo cargo a su hijo Fernando.

Enfrentamiento con sus hijos

Fernando, Borja e Íñigo sintieron en ese momento que estaban siendo relegados de unas empresas que en cierto modo les pertenecían, pues Fernández Tapias empezó su andadura profesional gracias al padre de Victoria Riva de Luna, su primera mujer y madre de estos tres hijos. Por ello, quisieron incapacitar judicialmente a su padre, alegando que no estaba en plenas facultades para tomar decisiones empresariales. A esta causa se les unió su hermanastra Sandra. Ese 2 de marzo de 2021, día de la vista, fue la última aparición pública de Fefé, quien se personó en el Juzgado de Primera Instancia nº 65 de Madrid.

Un duro golpe para el empresario que se apoyó en esos momentos en su tercera mujer, Nuria González, y en su hijo Iván, quien no dudó, pese a su juventud, en acompañar a su progenitor en tan difíciles momentos. Desde entonces, Fernández Tapias no habría querido saber nada de sus ‘hijos díscolos’. “Para él fue un golpe muy duro tener que ir a un juzgado para demostrar que su salud mental era perfecta. Y aún más que sus amigos (Florentino Pérez y Lalo Azcona) tuvieran que testificar en ese sentido. Fue una vergüenza social que no está dispuesto a perdonar. Fernando es un hombre generoso y a sus hijos les ha dado todo lo que han pedido y lo que han necesitado. Por eso la traición le resultó muy dura, sobre todo la de su hija Sandra”, declaraba en aquel entonces una fuente a Vanitatis.

Un hombre generoso con sus hijos

Sandra había sido la encargada de gestionar la agenda paterna y se había convertido en mano derecha de su padre desde que falleciera su hermanastro Bosco en 2010 practicando submarinismo. En el mismo momento, Juan Carlos entró a formar parte del entramado familiar: “No queremos que nos pagues, queremos estar contigo', le dijimos. Pero él insistió en pagarnos pues era muy generoso", declaró Sandra.

“Los hijos son tu sangre y es verdad que tiran mucho, pero te salen como te salen. Lo único que se puede elegir en la vida son tus amigos y tu mujer”, declaró el empresario hace años a una televisión gallega. Una mujer que en sus últimos años ha dado estabilidad a Tapias, tranquilidad y le ha ofrecido dedicación total. Para que Nuria no tuviera problemas en el futuro, Fernández Tapias la nombró apoderada de varias empresas; blindando también de este modo a sus hijos menores, los que más cerca ha tenido en los últimos años y con los que ha compartido inolvidables momentos de ocio, algunos de ellos en el palco del Bernabéu, al que tanto le gustaba asistir.