Aitana Bonmatí: de la historia de sus apellidos a su hermética vida personal

Nacida el 18 de enero de 1998, a sus 25 años, Aitana Bonmatí es una de las mejores futbolistas del mundo, nominada al Balón de Oro 2023. Campeona del Mundo junto a la selección española en Australia y mejor jugadora del año de la UEFA, descubrió su pasión por el fútbol a los 7 años. Cuando nació, sus padres, ambos, profesores de lengua y literatura catalana, decidieron, como hicieran Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz, ponerle primero el apellido materno.

Sin embargo, en aquel entonces la ley aún no lo permitía, por lo que la registraron con los dos apellidos maternos hasta que, en 2019, con la nueva ley, la reinscribieron con el apellido de su madre primero y el de su padre después.

Además de jugar al fútbol, y pensando en su futuro una vez termine su vida como deportista de élite, estudia Ciencias de la Actividad Física. Entre sus pasiones destacan la lectura, la música (en especial, la música catalana y tocar la guitarra) y viajar.

Además, según explicaba en una entrevista en ‘Vanity Fair’, le gusta pasar tiempo con sus amigos de toda la vida: “Me hacen sentir que sigo siendo yo misma, una persona normal de pueblo”. “Es una tía muy cercana, alguien en quien confiar de verdad. Quizás no lo parece tanto, pero a nivel de abrirse, se abre muchísimo”, declaraba uno de sus amigos, Xavier Rovira, con quien comparte la pasión por la guitarra, a ‘El Periódico’.

La catalana, que nació en Sant Pere de Ribes (Barcelona), está muy comprometida con diferentes causas sociales: colabora con varias ONG y es embajadora de ACNUR. Ha publicado un libro autobiográfico, ‘Aitana Bonmatí: Totes unides fem força!’, cuyo prólogo escribió el jugador Xavi Hernández, su ídolo.

Pese a contar con más de 875.000 seguidores en su cuenta de Instagram, Aitana Bonmatí no acostumbra a publicar en sus redes más que temas relacionados con su faceta profesional, excepto en ocasiones muy puntuales.

Muy discreta en lo que se refiere a su vida privada, quienes la conocen aseguran que es una chica de costumbres, que compra cada día el pan en la panadería del pueblo, así como un pastel de limón, que queda con sus amigos por las tardes en la plaza del pueblo, y cuya bebida favorita es el té matcha, como publica ‘El Periódico’.

En el mismo medio afirman que, siempre que tiene un fin de semana libre, se va de escapada con sus amigos, y no hay viaje en el que no lleve dos juegos de mesa, el 'Jenga' y el 'Dixit', en la maleta.