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Las empresas de Ana Obregón y familia: cuentas saneadas tras años muy complicados
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FORTUNA FAMILIAR

Las empresas de Ana Obregón y familia: cuentas saneadas tras años muy complicados

Han sido años de cambios para la actriz y presentadora de profesión y bióloga de formación, entre ellos algunos relacionados con el patrimonio familiar

Foto: Ana Obregón y sus hermanos, en el homenaje a su padre. (Cortesía/Ayuntamiento de Alcobendas)
Ana Obregón y sus hermanos, en el homenaje a su padre. (Cortesía/Ayuntamiento de Alcobendas)

Los últimos años no han sido sencillos para Ana Obregón. El momento más duro fue la pérdida de su hijo Aless Lequio, en mayo de 2020, pero después se sucedieron la pérdida de su madre y la de su padre en un corto periodo de tiempo. Fueron también momentos complicados, pues siempre fueron una familia muy unida.

Ella vivió sus años más negros, tal como ha confesado en muchos momentos, pero lejos de darse por vencida, Ana Obregón quiso hacer realidad los sueños de su hijo. Con ese objetivo llegó la pequeña Ana Sandra, que le ha devuelto las ganas de sonreír y la fuerza para seguir adelante y afrontar todos los cambios que se han ido sucediendo a su alrededor.

Entre ellos, aunque para ella seguro que son los de menor importancia, los que tienen que ver con el patrimonio familiar, que no es poco precisamente. Su padre, Antonio García Obregón, fue uno de los grandes impulsores del boom inmobiliario de España, un hombre que comenzó trabajando en una tienda y acabó convirtiéndose en arquitecto y sobre todo en empresario con un buen olfato innegable para los negocios, pues fue el precursor de lo que hoy es la exclusiva urbanización La Moraleja.

placeholder Ana Obregón, con sus padres, en una imagen de archivo. (Europa Press)
Ana Obregón, con sus padres, en una imagen de archivo. (Europa Press)

El proyecto le sirvió para hacerse de oro y vivir desahogadamente casi toda su vida con su mujer y sus cinco hijos. Aunque como en toda buena historia, también hubo momentos malos. En 2015 vivieron una crisis que los llevó a entrar con una de sus promotoras inmobiliarias en concurso de acreedores e incluso a vender un cuadro de Sorolla que atesoraban desde hacía tiempo. Pero salieron del bache y ahora, poco más de un año después de su fallecimiento, son sus hijos quienes han tomado las riendas de forma definitiva, aunque todos, en mayor o menor medida, han estado siempre muy involucrados en las empresas familiares.

Aquellos malos tiempos tuvieron como resultado el fin de algunas de las sociedades familiares y, en la actualidad, el patrimonio se gestiona a través de dos. La primera de ellas es Promotorados SA, que tiene ya 54 años de vida, pues se dio de alta en 1969. Está domiciliada en Alcobendas y se dedica al alquiler de bienes inmobiliarios. Los cinco hermanos son propietarios desde 2015 del 10% de la empresa y ahora también del otro 50%, que pertenecía a sus padres, por herencia directa.

Celia es quien lleva la voz cantante porque ocupa el cargo de presidenta, mientras Juan Antonio, Javier y Amalia son apoderados. Ana no aparece en el órgano administrativo de ninguna de las empresas familiares en este momento, a pesar de que en este 2023 se han renovado los cargos, sin cambios desde la última vez que se hizo, en 2018. El último año fiscal lo cerraron con una tímida mejoría respecto al anterior, con una facturación de 434.000 euros y un valor total de 3,9 millones.

placeholder Ana Obregón, con su padre, en una imagen de sus redes sociales. (RRSS)
Ana Obregón, con su padre, en una imagen de sus redes sociales. (RRSS)

La segunda de ellas, y la más antigua, es Niesa Nueva Inmobiliaria Española SA, que es con la que se impulsó La Moraleja cuando el conde de los Gaitanes le vendió el 95% de las acciones de esta empresa, que era propietaria de los terrenos hoy completamente urbanizados.

Se dio de alta en 1934, hace 89 años, y se dedica a la venta de terrenos y alquiler de locales comerciales en el mercado nacional. Desde diciembre de 2022, el 29% de las acciones pertenecen a Promotorados SA y el resto se reparte entre los hermanos. Como en la anterior, también Celia es presidenta y el resto consejeros, mientras Ana tampoco ocupa cargo alguno; en este caso es Javier el gerente al mando en este momento.

En cuestión de números, el último ha sido su mejor ejercicio. En 2022 no se facturó nada y se presentaron pérdidas por valor de casi 300.000 euros. Una cifra que, aunque parezca muy elevada, no es del todo negativa, pues es más baja que al del año anterior. Mantienen un total activo de 3,7 millones, de lo que se deduce que aún queda músculo del que tirar a pesar de un año no demasiado productivo.

placeholder Ana Obregón y su hermana Celia, en el tanatorio de Fernández Tapias. (Europa Press/José Oliva)
Ana Obregón y su hermana Celia, en el tanatorio de Fernández Tapias. (Europa Press/José Oliva)

Ana, por su parte, tan solo mantiene a su nombre la empresa con la que ha gestionado la mayor parte de su carrera, Yoana Producciones SL. La sociedad, que se dedica a la "promoción y representación ante terceros de artistas de todo género", está domiciliada en casa de la artista en Madrid y fue dada de alta en 1987.

Durante algunos años, concretamente desde 2015, ha estado sin actividad y no ha presentado cuentas. Aquel último año no fueron malas, puesto que hubo beneficios de casi doscientos mil euros y un valor total de 3,4 millones. Durante todos estos años, Ana ha sido siempre la única administradora y a día de hoy lo sigue siendo. La novedad reciente es que, después de ocho años, se ha solicitado una apertura de la hoja registral, concretamente el pasado mes de abril.

Un hecho que coincide con el nacimiento de Ana Sandra, la publicación del libro 'El chico de las musarañas’, que la actriz escribió para continuar un relato que su hijo empezó en vida, y en definitiva, lo que ella llama su ‘renacer’, sus ganas de dejar atrás el luto y de volver a sonreír. Unos movimientos empresariales que siguen dándose mientras ella se centra en lo que ahora más le importa, que es la pequeña bebé que el pasado 20 de octubre cumplió siete meses.

Los últimos años no han sido sencillos para Ana Obregón. El momento más duro fue la pérdida de su hijo Aless Lequio, en mayo de 2020, pero después se sucedieron la pérdida de su madre y la de su padre en un corto periodo de tiempo. Fueron también momentos complicados, pues siempre fueron una familia muy unida.

Ana Obregón
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