Las conmovedoras y significativas palabras de Esther Alcocer Koplowitz dedicadas a su madre

Esther Alcocer Koplowitz es la presidenta de FCC desde 2013. Un acceso al puesto de más poder del grupo empresarial que fue orquestado por su madre, Esther Koplowitz, quien en aquel momento era la máxima accionista de la empresa y que supuso un gran voto de confianza hacia la mayor de sus tres hijas. Diez años más tarde, Esther Alcocer le ha dedicado a su madre un premio que le han otorgado, además de unas bonitas palabras cargadas de admiración hacia ella.

Su madre, su inspiración

Ha sido esta semana, en el auditorio madrileño Rafael del Pino, donde un diario centrado en información empresarial y económica ha premiado a Esther Alcocer como líder empresarial del año 2023. La empresaria recogía el premio vestida con un favorecedor mono rojo de escote a pico rematado con un cinturón de inspiración ecuestre, y con un broche y pendientes de brillantes y esmeraldas a juego. Reconocía encontrarse “feliz y emocionada” y no se olvidaba de todo el equipo que forma FCC. Pero si de alguien se acordaba durante el discurso era de su madre, Esther Koplowitz, quien fuera una de las empresarias más valientes y admiradas de su época.

“Cuando en 2013 asumí la presidencia del grupo, me propuse seguir el rumbo iniciado por quien es mi principal inspiración y mi referente: mi madre. A ella quisiera dedicar muy especialmente este premio”, comenzaba explicando. “Mujer en un mundo de hombres, ha tenido que hacer frente a numerosos retos y tomar decisiones de hondo calado. De ella he aprendido que la bondad, la generosidad, la valentía y la capacidad para recuperarse que ahora llamamos resiliencia son valores que van intrínsecamente unidos al liderazgo moderno de las empresas”, continuaba.

La mujer más joven del Ibex

Pero las palabras de la empresaria hacia su progenitora no terminaban ahí: “Del mismo modo, me ha enseñado que un buen líder no solo debe rodearse de los mejores, sino que ha de tener la templanza suficiente para facilitarles una plena libertad de acción”. Claramente, y a pesar de haber cursado estudios enfocados a la dirección de empresas, de quien más ha aprendido Esther Alcocer a la hora de llevar los mandos de FCC ha sido de su madre.

Esther Alcocer es la hija mayor de Esther Koplowitz y Alberto Alcocer. De niña estudió en el colegio Orvalle, posteriormente se licenció en Derecho y cursó un máster en alta dirección de empresas en el IESE. Toda su vida laboral ha transcurrido en FCC, una empresa que conoce como la palma de su mano. Fue nombrada presidenta en 2013, siendo la mujer más joven que representaba una empresa del Ibex. Desde entonces no todo ha sido un camino de rosas, ya que ha tenido que enfrentarse a crisis económicas, a la pandemia y a catástrofes naturales, pero tiene tan claro el rumbo para la empresa que preside que nada le ha hecho temblar el pulso.

Discreta y campestre

Con cierta alergia a la notoriedad, tan discreta como su madre y su tía Alicia Koplowitz, Esther Alcocer vive una vida ajena al foco mediático. Cumplió 53 años el pasado 10 de noviembre. Felizmente casada con el empresario hostelero e inmobiliario Pablo Santos desde 1993, ambos son padres de tres hijos, Carmen, Esther y Pablo.

Cuando no está trabajando, a Esther le gusta escaparse al campo manchego, donde la familia posee una finca. Pero al contrario que su padre, Alberto Alcocer, ella no es aficionada a la caza; siente pasión por los animales, especialmente por los perros, una afición heredada también de su madre. Amante del esquí, suele viajar junto a su familia y su madre para practicar este deporte de invierno, una ocasión en la que madre e hija aprovechan para intercambiar confidencias y quién sabe si algún consejo empresarial.