Sin "conversaciones profundas", con altibajos y toda la cara B de la familia Pombo en el primer episodio de su 'docureality'

El documental de María Pombo ha sido uno de los grandes secretos a voces de este año. Aunque era 'vox populi' que las cámaras acompañaban a la familia día y noche en todos sus planes, durante más de 10 meses, todos han guardado el secreto, dentro de lo posible. Todo un desafío que verá la luz este miércoles, pero que en Vanitatis hemos podido ver 24 horas antes.

A lo largo de cuatro episodios de 45 minutos de duración, el equipo detrás de esta nueva docuserie condensa horas y horas de grabación en las que han captado piques entre cuñados, rencillas entre hermanas y otros aspectos normales en las familias que demuestran que la de Pombo es una auténtica ‘modern family’.

“Mi familia tiene el 90% del mérito de que yo esté donde esté con los pies en la tierra”, asegura la influencer y empresaria en los primeros minutos de la primera parte de la que será sin duda una de las series dedicadas a creadores de contenido más vistas. María comparte el protagonismo con todos ellos, y eso da alas a que sus hermanas hablen abiertamente de ella y de sus propias relaciones, descubramos intimidades de sus padres y hasta salgan a la luz detalles aún desconocidos de esta mujer hecha a sí misma.

El relato comienza en Semana Santa en Almería, uno de sus lugares de vacaciones favoritos. Alojados todos en la misma casa, la convivencia va más allá de lo que normalmente muestran a través de sus redes sociales. Una nueva cara de las Pombo, más emotiva, cercana y, sobre todo, sin filtro que desgranamos a continuación en cinco llamativos momentos.

María, experta limpiando baños

Cuando parecía que nadie podía mostrar más facetas de la conocidísima influencer que acumula más de 3 millones de seguidores en Instagram, lo ha vuelto a conseguir. Aunque hemos visto a María quedarse embarazada dos veces, con su experiencia del parto en cada caso, comunicar que padece la misma enfermedad que su madre, confesar que su matrimonio no es tan idílico como parece desde fuera y demostrar una y otra vez que el cielo es el límite para ella en el plano laboral, aún nos sorprende.

“María tiene una cosa y es que en redes sociales no enseña realmente cómo es”, afirma su hermana Lucía. “Tiene su carácter”, apunta Marta. Cuenta chistes de Jaimito desde bien pequeña, le oculta los tatuajes a su padre como una quinceañera y, lo mejor de todo, es experta haciendo baños. “Me sé todos los productos, soy una experta brutal. En Abercrombie me felicitaban por lo bien que los hacía”, llega a confesar divertida.

Relación con los yernos

Otro de los puntos divertidos del reality es la curiosa relación de Papín (Vituco Pombo) con sus tres yernos. El documental aborda la pedida y la boda de su segunda hija, Marta. La segunda para ella, ya que en 2019 se casó con su compañero en Tipi Tent, Luis Giménez Garaizabal. Su matrimonio apenas duró unos meses y ahora, cuatro años después, la mediana del clan ha rehecho su vida con el padre de su hija Matilda.

“No quiero más repeticiones de curso más”, bromea el patriarca de la familia ante todos ellos. María, muy rápida, responde: “Pablo aún está en prueba”, desatando las risas de todos los presentes.

La relación del padre de las influencers con sus yernos es tan diferente como las personalidades de cada uno. De hecho, en uno de los momentos, Pablo incluso se defiende de ser el menos favorito de los tres: “A mí me tienen como que no hago nada, pero lo que pasa es que no soy tan pelota”.

La crisis en su matrimonio

Lo cierto es que parte de la fricción entre suegro y yerno puede derivarse de la crisis que atraviesa el matrimonio de María y el constructor. Tal y como ella misma confesó en un pódcast hace unos meses, su matrimonio no es perfecto y las discusiones están a la orden del día. Padres de dos hijos menores de dos años y con trabajos estresantes, absorbentes y públicos, los enfrentamientos forman parte de su día a día de una manera más intensa de lo que les gustaría. Un tema que, por supuesto, también abordan desde el primer episodio.

“Pablo y yo tenemos un carácter muy parecido y poca paciencia. Nos podemos enfadar unas 25 veces al día, pero a los 30 segundos se nos ha olvidado”, alega María. “Bueno, se le olvida en el momento, pero luego tiene una agenda en la cabeza y te lo recuerda”, apunta su marido. Casados desde 2019, son sin duda una de las parejas más analizadas de la escena rosa.

Sus padres, también protagonistas

Para María, sus padres son todo un ejemplo de matrimonio. La enfermedad de su madre, que ella misma ha heredado, marcó la vida de ambos de una manera que no esperaban. Cuando pensaban que les separaría, les unió más que nunca. “Aun con su enfermedad no hay quien la pare. Es quien me hace brillar”, señala María en uno de los momentos más emotivos del primer episodio.

Sito les sigue el ritmo todo lo que puede, disfruta de sus hijas y sus tres nietos como nadie aunque también confiesa ser consciente de sus limitaciones: “Tengo que aceptar que ya no soy la de antes. Ni voy a pintar igual ni a montar en bici, ni trabajar ni nada. Esto es lo que hay y hay que intentar disfrutar, que es lo difícil”.

Su vida juntos ha sido, en palabras de ambos, estupenda. Sito y Vituco se conocieron en la universidad, pero no fue hasta una boda años más tarde cuando comenzaron a salir. “Me escribió en una servilleta guarra de bar: 'Te vas a casar conmigo y vas a ser la mujer más feliz'. Cinco años de noviazgo después nos casamos”. Una vida larga y feliz en la que, según Papín, “no hay conversaciones muy profundas”.

Lucía, motes y una inseguridad

Lucía ha sido hasta ahora otra de las grandes desconocidas de la familia. Aunque también tiene un hueco en las redes sociales, lo cierto es que su profesión corre por otros derroteros. Lucía ha seguido la tradición familiar y es piloto comercial de una conocida aerolínea. Casada con su novio desde hace años, sus hermanas no dudan en hablar de ella.

“Yo creo que a Lucía y Álvaro no les he visto darse un beso ni en la boda. A lo mejor, Álvaro sería un poco más cariñoso si Lucía quisiese. Las Pombo somos muy poco cariñosas en realidad”, comenta María. Un testimonio que su propia hermana desmonta unos minutos después robándole un beso a su marido durante uno de los totales.

“La cara B de Lu es muy fea porque tiene mucho genio”, dicen los que mejor la conocen. De hecho, ella misma es la que desvela los motes que sus hermanas le han puesto a lo largo de su vida. “Soy una persona a quien en casa la han llamado Polucía, Lucifer, Ajo Pocho. No puedo decir que soy muy cariñosa, la verdad”. No obstante, esa no es su mayor inseguridad, sino la papada, que combate con un curioso artilugio que muestra también en este documental que no deja nada en el tintero.

La docuserie, producida por Komodo Studio en colaboración con Mediaset España y distribuida por Mediterráneo Mediaset España Group, podrá verse en exclusiva en Prime Video el 29 de noviembre.