Ana Obregón nos habla de sus primeras navidades felices en mucho tiempo y del próximo bautizo de su nieta

Ana Obregón se encuentra en un momento de su vida agridulce. Con su hijo Aless siempre en su recuerdo y su nieta Anita marcando el día a día de una agenda que empezó cuando llegó al mundo. Ha sido la imagen de la nueva campaña de La Cabine. Una empresa en la que comenzó a colaborar hace cinco años por indicación de su hijo, que le dijo: “Mamá, esto te conviene”. Estas son las primeras navidades en las que ha vuelto a decorar su casa con luces, árbol y belén.

¿Cómo te encuentras?

Contenta. Llevo cinco años colaborando con esta marca, a la que le tengo un especial cariño. No lo he contado nunca. Este contrato lo hizo mi hijo. Estábamos en Nueva Jersey, donde le trataban con quimio y radio. Nunca se me olvidará. Me dice: “Mami, me han escrito de una firma que te quieren de embajadora”. Allí empezó todo y hasta hoy. Parte de los beneficios van a la fundación de mi hijo.

¿Cómo te cuidas con un bebé en casa?

Anita es mi hija adoptiva, pero yo soy su abuela. La cuido las veinticuatro horas al día. Y la mejor mascarilla es que el dolor pase y que llegue un rayito de luz. Y yo lo tengo con ella.

¿Y tu día a día?

Cada cinco horas le doy el biberón, pero duerme de maravilla. Estoy viviendo una etapa de compartir todo con ella. Con mi hijo no pude porque me pasaba el tiempo trabajando. Ahora digo que no a todo porque no quiero separarme de ella.

Son tus primeras navidades con tu nieta…

Llevaba tres años sin querer nada. Y ahora es diferente. Cuando ha visto el árbol, su cara ha sido espectacular. Me resulta difícil explicar y solo las madres que han pasado por lo que he vivido me pueden entender. Mi casa ahora es luz. Tengo el árbol, las luces, los centros, el belén…

Este año no darás las campanadas…

He dicho que no. No me quiero separar de Anita. Sé que estará durmiendo y yo a su lado mirándola. Ese momento no me lo quita nadie. Comencé en 1984 con Joaquín Prat y han pasado cerca de cuatro décadas.

¿Tienes ya previsto cuándo será el bautizo?

Aún no tengo la fecha. Será en diciembre y lo estoy preparando todo. Llevará el vestido de Aless y el que han utilizado mis sobrinos. El padrino quiero que sea el mejor amigo de Aless, pero aún no sé si podrá venir. Me emociona ese momento.

¿Irá Alessandro Lequio?

No voy a decir nada. Esto es como el ‘Qué apostamos’. Mi deseo desde que Aless me dejó ha sido Anita. No quiero pedir más. He aprendido a tomar a las personas como son y a relativizar los problemas.

¿Quieres repetir la experiencia de la maternidad subrogada?

En un principio lo tenía pensado. Ahora tengo tanto amor que le quiero dar que creo que no. Los gestos me recuerdan a Aless. Su alegría, lo charlatana que es. Y quiero que me llame Bela como hacía mi hijo con mi madre.

Llegará un momento en que le tendrás que explicar a Anita la historia de su nacimiento.

Lo haré con toda la naturalidad del mundo. Mi felicidad nunca va a ser completa porque no tengo a mi hijo. Y a veces, por la noche, pienso lo que daría él por tenerla en sus brazos. Lo que tengo cada vez más claro es la petición que me hizo mi hijo que es Anita. El sabía que sin ella no estaría viva.