Un grupo de WhatsApp, música trap y su día perfecto: los secretos familiares de Pedro Sánchez, en su nuevo libro

"A mi familia". Tres palabras sencillas y directas que se convierten en la dedicatoria de 'Tierra firme' (Editorial Península), el segundo libro escrito por el presidente del Gobierno, este con la colaboración de Irene Lozano, compañera de partido y periodista. Y tres palabras que también son una especie de preaviso de lo que vamos a encontrar en este trabajo, además de, por supuesto, mucha política: la vida más familiar de Pedro Sánchez y su faceta como padre.

No es, lógicamente, la parte más protagonista de este libro, pero muchos detalles de su vida personal y familiar le sirven al actual presidente para explicar muchas de las decisiones tomadas desde su llegada a Moncloa. Desde su infancia a esa parte más blindada de su vida, como son sus hijas, que raramente salen a la palestra.

Y esta es una de ellas, en la que Carlota y Ainhoa, fruto de su relación con Begoña Gómez, con la que se casó en 2006, se convierten en el argumento y excusa para, como reza el título del capítulo, "lo que el feminismo ha hecho por los hombres".

Es en este capítulo donde el presidente del Gobierno se explaya sobre cómo es su vida familiar, aunque sin traspasar una línea que siempre ha permanecido inalterada. Como decíamos, especialmente en lo referido a sus dos hijas, es una parte de su imagen que tiene prácticamente blindada. Más allá de un par de menciones en el pódcast 'La pija y la quinqui', no es habitual que Pedro Sánchez ofrezca detalles de esa faceta privada y familiar.

Pero en esta parte del libro, sí podemos acercarnos a esta parte más oculta del matrimonio Sánchez-Gómez: "A los hombres de hoy, el feminismo nos ha dado acceso a ese universo de los afectos y a compartir con nuestros hijos y nuestras parejas momentos especiales. Con Begoña comparto la afición por el deporte, nos gusta salir a montar en bici juntos, dar un paseo por el campo... Ambos somos aficionados a leer y nos gusta conversar sobre nuestras lecturas", leemos.

Y aquí desvela el presidente del Gobierno un detalle muy curioso sin el que no puede empezar el día: "No siempre veo a mis hijas y a Begoña todo lo que quisiera porque los viajes me obligan a ausentarme de casa, pero hay un pequeño ritual familiar que intento respetar, no importa en qué parte del mundo me encuentre: cada mañana a través de nuestro grupo de WhatsApp, les envío un enlace a mis hijas. Puede ser una noticia de ciencia o de cultura o una canción que he escuchado, el último tema de un cantante que nos gusta a todos o del grupo que acabo de descubrir".

Un secreto desvelado que también sirve para que Pedro Sánchez hable de sus aficiones musicales, muchas de ellas compartidas con sus hijas: "Mis hijas a su vez comparten música conmigo. A menudo intercambiamos listas de Spotify. Disfrutar descubriendo lo que escuchan siento que me acerca a ellas, me conecta con las generaciones jóvenes y me hace tener la mente abierta a las novedades. Compartimos la afición a la música de Rosalía, Sen Senra o Beach House. A veces se sorprenden de que me guste algo de su generación. En todo caso, siempre me interesa lo que a ellas les interesa", afirma.

Su afición por los platos de cuchara, como el salmorejo o la fabada, y su definición del día perfecto -levantarse tarde, hacer algo de ejercicio con Begoña y comer en familia- son otros de los detalles que el presidente desvela en un libro que sirve también para ratificar todos los movimientos políticos que ha hecho desde su despacho en Moncloa.

Pero si algo llama la atención de estas revelaciones más familiares es el protagonismo que cobra su hermano, David Sánchez Pérez-Castejón, quizá la persona más anónima de la familia. Sí es más habitual que veamos a sus padres, Pedro y Magdalena, en los debates de investidura o actos de especial relevancia institucional.

Pero David Azagra, como se le conoce artísticamente, tiene cierto protagonismo en este libro, ya que Pedro Sánchez utiliza su experiencia personal para explicar su vínculo personal con Rusia y por qué la guerra en Ucrania le afectó especialmente, además de revelar cómo su ejemplo le ha servido para tomar decisiones en su propia vida, tanto personales como políticas.

"He tenido la ocasión de conocer Rusia de cerca gracias a mi hermano. Es músico profesional y habla ruso con fluidez, porque de muy joven tomó una decisión valiente que siempre he admirado. Él estudia Económicas, pero al acabar la carrera, estando ambos sentados a la mesa con mis padres, un buen día, nos dijo que quería dedicarse a la música y que iba a marcharse a San Petersburgo a estudiar (...). No conocía nadie y no hablaba el idioma, pero no se arredró por ello. Desde Madrid contactó con el conservatorio de la ciudad y consiguió que lo admitieran", cuenta el presidente de esta aventura de su hermano.

Una experiencia personal que no fue fácil, pero que sirvió mucho tanto para Pedro Sánchez como su hermano: "Siempre me he sentido inspirado por su ejemplo, por esa llamada que sintió de forma tan intensa y por su valentía y acierto al seguirla. Siendo el pequeño, me dio una lección de vida impresionante: si deseas algo, has de apostar por ello", concluye. Un lema que, sin ser analistas políticos, nos atrevemos a decir que el propio presidente ha convertido en su 'leitmotiv'.