Sofía Palazuelo va a ser tía: el rayo de luz en medio de la guerra judicial de sus padres

Los Palazuelo no están pasando por su mejor época, pues se encuentran inmersos en medio de un momento muy complicado por la guerra judicial que mantienen Fernando Palazuelo y su exmujer, Sofía Barroso.

Tras su divorcio, ella le acusó de haber robado 50 millones de euros de patrimonio familiar, y el pasado 20 de noviembre, tras dos años de instrucción, se celebró el juicio en la Audiencia Nacional. Sofía Palazuelo y sus hermanos, Fernando, Jaime y Beltrán, testificaron a favor de su madre. Con su padre hace años que no mantienen una buena relación; de hecho, la futura duquesa de Alba prefirió que Fernando, el mayor de los cuatro hijos, fuera su padrino de boda, decidiendo directamente no invitar a su progenitor.

Pero dejando de lado estos amargos problemas, que ahora mismo se encuentran a espera de sentencia por parte de la Audiencia Nacional, la familia, o al menos Sofía Barroso y sus hijos, tienen una buena nueva que celebrar. Eugenia Hernández-Antolín Cabello de los Cobos, mujer de Beltrán Palazuelo, está embarazada de su primer hijo. La pareja está feliz y no es una noticia que se mantenga ni mucho menos en secreto.

De hecho, el pasado fin de semana hubo un encuentro con los familiares y las amigas más allegadas de la que la hermana de la futura mamá, Blanca, dejó constancia en sus redes sociales.

Una foto especial

Por la imagen compartida, en la que se puede ver a Eugenia posando sonriente al lado de un ramo de globos azules, con un enorme lazo y abrazada a un osito de peluche y una tarta de frutas en forma de letra B, se deducen dos cosas: que el bebé que están esperando va a ser niño y que existen altas probabilidades de que el nombre elegido por la feliz pareja sea el del padre, Beltrán, siguiendo la tradición de poner al primogénito el nombre del papá.

Algo que en la familia Palazuelo también se hizo en su momento, aunque él no era el mayor de los hermanos, sino el que lleva el mismo nombre que su padre, Fernando. Convirtiéndose en padres ponen el broche de oro a un año que sin duda ha sido muy especial para ellos. Lo comenzaron casi de luna de miel, pues se casaron el 17 de diciembre de 2022 en una ceremonia celebrada en el palacio de Galiana, en Toledo, en una antigua almunia construida en el siglo XI por el rey Al Mamún. El lugar pertenece, desde mediados del siglo pasado, a la familia materna del entonces novio. Fue una boda en la que no faltaron personalidades y a la que Sofía Palazuelo acudió acompañada por su marido, Fernando Fitz-James Stuart, duque de Huéscar, y embarazada de su segunda hija.

Además del primer año de casados y del momento en que supo que se convertiría en padre, Beltrán tiene muchos logros profesionales que celebrar. Tal y como adelantó este digital, el joven dejó de gestionar los fondos del Grupo Santalucía para liderar en solitario un fondo de bolsa europea continental en otra compañía. Lleva trabajando en el mundo de las finanzas desde 2014 y ya antes de que su hermana emparentara con la Casa de Alba, su nombre, como profesional, se podía leer en la empresa especializada por sus acertados movimientos en los negocios.

Sofía Palazuelo está muy unida a todos sus hermanos, pero la relación con Beltrán es especial. Él es el padrino de su primera hija y fue quien le presentó a Fernando Fitz-James Stuart y Solís, porque eran compañeros de colegio, con el que ahora ha formado su familia. Desde entonces comparten grupo de amigos, aunque ya era habitual que salieran juntos en muchas ocasiones, pues los dos, que se llevan solo tres años, siempre han estado muy unidos.

Ahora, el hecho de que ambos sean padres con tan poca diferencia de tiempo seguro que les da la oportunidad de crear un nuevo lazo para pasar juntos la etapa de maternidad y paternidad.

Eugenia, la joven embarazada, no cabe duda de que está feliz. Solo hay que ver la imagen para darse cuenta de ello, y si no resulta suficiente, al leer los comentarios de las amigas que la acompañaron durante la tarde ya queda completamente claro que la llegada del nuevo miembro es de una alegría inmensa para todo su entorno. Un rayito de luz y esperanza en medio del nubarrón negro que están viviendo por todo lo referido a la guerra judicial que mantienen los padres del futuro papá, en la que de una forma u otra los cuatro hermanos se ven involucrados.