La hija de José Luis Gil confirma lo que no queríamos oír sobre el actor

Hace ya dos años que el actor José Luis Gil sufrió un ictus del que arrastra graves secuelas y que le ha mantenido, desde que ocurrió, alejado de la televisión y de su icónico personaje en la ficción, Enrique Pastor, que en la serie está al otro lado del charco, cuidando de su hijo Dylan.

Arropado por su familia, su mujer, la actriz de doblaje Carolina Montijano, y sus tres hijos, Irene, Daniel y Marta, el actor cumplía, hace escasas dos semanas, 66 años, muchos de los cuales ha dedicado a las series ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘La que se avecina’. Sin embargo, y con gran pena, parece que no volveremos a verle en televisión, a juzgar por las recientes declaraciones de su hija Irene a ‘Pronto’.

“No creo que mi padre pueda volver a la televisión”, confesaba Irene Gil Montijano. “Fue un ictus muy fuerte, que le ha dejado secuelas graves”, explicaba. Asimismo, la hija del actor añadía que la familia hace lo posible por salir adelante y mantener la esperanza: “Nosotros lo llevamos como podemos. Hemos hablado con los neurólogos, con el centro de rehabilitación, y, aunque nadie nos dice que no haya nada que hacer, tampoco apuntan a que la situación se arregle”, afirmaba, llena de pesar.

“Yo no lo veo, pero ojalá me equivoque y todo cambie a mejor en el futuro, aunque el paso del tiempo te hace perder las esperanzas”, añadía. Hace unas horas, y pese a que su ánimo no esté en su mejor momento, como ella misma escribía, “reconozco que me iría lejos y volvería al año que viene”, Irene Gil compartía varias imágenes de su decoración navideña.

Junto a ellas, explicaba en sus redes sociales que intenta “que mi hija y mis sobris vivan felices estos días para que los recuerden con cariño”. Y por eso, “aunque la vida se tuerza, que este año se ha torcido, ponemos el árbol y montamos el Belén”, escribía. “Así que un empujón, un esfuerzo y a por las fiestas”, expresaba la hija del actor, que según sus palabras, no soporta sentirse “Grinch”.

Tras su publicación Irene Gil recibía numerosas muestras de cariño en forma de comentarios hacia su padre, muy querido por el público.