Martínez-Almeida, ayudante de cocina de chefs estrella Michelin en la fundación del padre Llanos

José María de Llanos fue un sacerdote de los llamados 'curas obreros' que eligieron barrios marginales para su trabajo apostólico. En su caso, se instaló en el Pozo del Tío Raimundo, que debía su nombre a que un campesino estableció un abrevadero para que bebieran los animales. Estamos hablando de una época en la que Vallecas era un barrio de inmigrantes que llegaban de otras zonas de España a la capital para prosperar.

No había agua corriente, ni luz y los habitantes vivían en chabolas. Las infraestructuras llegarían con los años, pero cuando apareció el jesuita padre Llanos, las condiciones de habitabilidad eran mínimas y él mismo vivió esos primeros años en una de estas infraviviendas.

Convirtió su solidaridad en una lucha cotidiana para que la gente de esa barriada tuviera mejores condiciones de vida. Estas prioridades vitales le costaron temporadas en la cárcel al enfrentarse al régimen franquista. A base de mucho trabajo, de reivindicaciones y del apoyo de las familias trabajadoras que vivían en Vallecas, el sacerdote consiguió dar visibilidad a la zona.

Por el barrio fueron pasando en aquellos años 50, 60 y 70 hombres y mujeres que con el tiempo alcanzarían un papel relevante en la política y en el mundo intelectual y cultural como fueron Manuela Carmena, Fernández Ordóñez, Manuel Vázquez Montalbán, Javier Pradera, Javier Tusell o Jaime Peñafiel. El periodista ha recordado en varias ocasiones su pasado en la barriada del Pozo, donde José María Llanos sigue estando muy presente a través de la fundación que lleva su nombre.

Esta introducción sirve para explicar las muchas actividades solidarias que se realizan en este centro. Una de ellas se desarrollaba el pasado jueves. Los protagonistas eran diez cocineros (algunos con estrella Michelin) y los alumnos de la Escuela de Hostelería del Sur, que se encargaban de elaborar en colaboración con los chefs dos mil menús. La base de todos los platos era carne de vacuno (Provacuno), que después se repartieron entre los grupos de personas y familias más vulnerables de la capital. La distribución de los menús también se desarrollaba en centros de acogida.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quiso dar su apoyo a la iniciativa, incluso llegaba a ejercer de pinche con algunos de los diez profesionales. Al preguntarle si se le daba bien cocinar, reconoció que no era su fuerte y no porque no le guste, sino por falta de tiempo. Más de una vez ha tenido que tirar de bocadillo a mediodía. Este jueves, sí pudo probar uno de los menús preparados en las cocinas de la fundación compuesto de redondo braseado en su jugo con puré de coliflor, pasas y orejones.

La acción solidaria contó con la colaboración desinteresada de profesionales de renombre, como fueron Iván Cerdeño, Mario Sandoval, Javier Estévez, Javier Aranda, Miguel Ángel de la Cruz, Kisko García, JuanLu Fernández, Miguel Carretero, Rocío Parra y Fernando del Cerro.

Javier López, director de Provacuno, destacó el compromiso del sector de la carne de vacuno con la sociedad y aquellos que más lo necesitan: "Este sector ha mantenido un compromiso constante con la sociedad y los más necesitados, de la misma manera que lo hacemos con nuestros animales, a los que cuidamos todos los días del año", afirmó durante la entrega solidaria de carne de vacuno.