Eugenia Martínez de Irujo nos cuela en la cena de Nochebuena en Liria: los 24 invitados, la decoración y el menú

Como cada año, Eugenia Martínez de Irujo ha disfrutado de la cena de Nochebuena en el interior del palacio de Liria. Rodeada por sus hermanos y sobrinos y con una gran ausencia, la de su hija Tana, la duquesa de Montoro ha mantenido vivas las tradiciones de su madre en una noche donde la familia es el centro de todo.

Los Alba, ya de por sí una familia grande, ha crecido aún más durante los últimos años. La llegada de varios consortes nuevos y los nacimientos fruto de estos matrimonios (los hijos del duque son buen ejemplo de ello) han hecho que la mesa que presidía el comedor principal parezca hasta pequeña para tanto invitado.

Allí es donde se celebra históricamente esta cena de la que tanto disfrutaba Cayetana de Alba. Con un menú que nunca alteró y que aún hoy continúa vigente, todos ellos se reúnen alrededor de esta mesa en la que tienen que compartir las cabeceras para que nadie se quede sin sitio. Según se observa en las imágenes publicadas por Eugenia, se puede contar la disposición para 24 comensales.

Un menú tradicional

Durante años se mantuvo la crema de marisco y los blinis de caviar, seguidos del tradicional pavo y el pudin inglés, un menú tradicional que cocinaba Casimira junto a su ayudante Linda, como tantas veces hemos relatado en estas páginas.

Hoy se encarga el servicio actual de la casa, que el día de Navidad libra para poder reunirse con sus respectivas familias. En su lugar y cumpliendo con la otra gran tradición familiar, los Alba celebran el almuerzo navideño en un restaurante. Uno clásico como Horcher, el Club 31 o Corinto, en la calle Preciados. Como contaba Cayetano Martínez de Irujo en su libro: “Mi madre daba libre al servicio y por eso íbamos a comer fuera”.

Decoración clásica y atemporal

Rodeados por los conocidos tapices que decoran las cuatro paredes del imponente salón que componen la Tapicería de las Nuevas Indias (de Gobelinos), regalo de Luis XV al duque de Alba de la época, la decoración de la mesa es otra de las grandes tradiciones de la velada.

Para esta noche, el duque de Alba viste el gran comedor con sus mejores galas: mantelerías de hilo blanco, la vajilla (blanca y verde) y la cristalería (espectacularmente tallada) de Nochebuena son obligadas.

Los cuatro grandes candelabros de plata lucen decoración navideña, así como los centros de flores que separan la inmensa mesa en dos mitades de manera longitudinal y que también se reparten a lo largo. Decoración navideña, sí, pero tan sobria y clásica como cabría esperar. Y sin árbol ni belén a la vista.

Cada uno de los 24 invitados tiene asignado un sitio perfectamente señalado con una tarjetita al lado de su plato. No hay nada al azar. Finalizada la cena, todos ponen rumbo a las doce a la capilla del palacio, donde, siguiendo las tradiciones, se celebra la misa del gallo.

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Sara Castellanos

Tana con su padre

Una noche mágica para Eugenia Martínez de Irujo y su familia en la que, como decíamos, seguro sintió la gran ausencia de su hija, Tana, que, tal y como adelantó su exmarido en '¡De viernes!', pasaría la Nochebuena con él en Sevilla.

Fran Rivera siempre cena esa noche en casa de sus suegros, los padres de Lourdes Montes, acompañada por toda la familia de esta. Una noche también llena de tradiciones en la que Tana es una más.