Rosauro Varo y su adiós a un 2023 próspero en los negocios

El empresario Rosauro Varo tuvo un próspero año 2023, al menos en lo que a sus negocios se refiere. Mediante su empresa GAT Inversiones, el sevillano no ha parado de aglutinar éxitos empresariales tanto en hostelería como en el ámbito inmobiliario y en las telecomunicaciones.

En su vida personal sufrió un pequeño disgusto cuando una revista publicó a finales de noviembre unas fotografías en las que supuestamente se demostraba que Rosauro Varo y su mujer, Amaia Salamanca, estarían haciendo vidas separadas.

El tiempo y la poca evidencia de las mismas se encargaron de desmentir este hecho. Simplemente se trataba de que habían blindado todo lo posible su vida privada y que ambos viajan mucho por trabajo. La pareja, que reside en Madrid, hace la vida de una familia normal con tres hijos, según su entorno. Incluso estarían pasando una buena época como pareja, pues el hecho de que sus hijos ya tengan cierta edad les permite tener más tiempo para ellos mismos.

Adiós al 2023 entre amigos

Ahora la pareja formada por el empresario y la actriz ha despedido el año junta en Tarifa (Cádiz). Y lo ha hecho acompañada de un grupo de amigos compuesto por Pablo Hohenlohe y su mujer, María del Prado Muguiro, junto a los que estaban sus dos hijas. También el hermano de María, Nicolás del Prado, y su esposa, Macarena Merello, la modelo Eugenia Silva y la estilista Beatriz Matallana, mujer de Gelete Nieto.

La pandilla disfrutó de chiringuitos de playa como Carbones13, propiedad de Santi Carbones, exmarido de Raquel Meroño, o de la playa de Los Lances; e incluso los más valientes, como Eugenia Silva, se atrevieron a darse el primer baño del año en el mar. Un ambiente relajado y entre amigos del que dejaron rastro en sus redes sociales.

Quién es quién en la pandilla

Pablo Hohenlohe es sobrino del príncipe Alfonso de Hohenlohe, quien tanto hizo por la Costa del Sol y fue fundador de distintos complejos turísticos, entre ellos el Marbella Club. También es nieto de la duquesa de Medinaceli. Su mujer, María del Prado Muguiro, es hija de los marqueses de Caicedo y duquesa de Tarifa. Fue durante algunos años directora comercial de Chloé hasta que una grave enfermedad, que afortunadamente pudo superar, cambió radicalmente su vida.

Desde entonces es consultora de mindfulness y organiza diferentes talleres para acabar con el estrés fomentando la meditación. Sus dos hijas fueron la sensación en la boda celebrada en junio de 2023 de Sol Medina Orleans Braganza, ejerciendo de damas de honor vestidas de Dior.

Por su parte, Nicolás del Prado es hermano de María y está casado con Macarena Merello. Son padres de dos hijos pequeños y dirigen varios negocios de hostelería en la Costa del Sol. Eugenia Silva no necesita carta de presentación. Empresaria, madre de dos hijos junto a Alfonso de Borbón y modelo internacional, trata de mostrar tan solo esbozos de su vida privada en redes, por lo que no sabemos si en esta despedida de año estaría acompañada de su marido e hijos.

Beatriz Matallana es una de las estilistas más conocidas del panorama nacional, además de ser inconfundible por su melena rosada. Casada con el expiloto Gelete Nieto, hijo de Ángel Nieto, es íntima amiga de Amaia Salamanca.

2023, un próspero año para Varo

Quizás el mayor logro que haya recordado Rosauro haciendo balance del recién finiquitado 2023 sea haber sido obsequiado con la Medalla de Sevilla en mayo. “Es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida”, reconocía emocionado a este medio. Desde muy joven destacó en proyectos de hostelería en su Sevilla natal, en los que fue escalando a base de su talento innato para los negocios hasta convertirse en el empresario con mayúsculas que es hoy en día.

Consejero de empresas como Acciona, Prisa o Movistar Plus, es un emprendedor incansable que invierte continuamente en nuevos proyectos de hostelería, sector inmobiliario, telecomunicaciones y licencias VTC.

En junio inauguraba en Sevilla la rehabilitación de Rio Grande, un restaurante en una zona emblemática de la ciudad con vistas a la Torre del Oro y junto al río Guadalquivir, un proyecto al que se unen otras aperturas gastronómicas en la Costa del Sol.

Sus inversiones inmobiliarias se han centrado en Zahara de los Atunes, donde se vendió toda la promoción en tiempo récord, así como en Cancún (México) y Marbella.

Las telecomunicaciones se puede decir que fueron otro de los impulsos del empresario y las que más le han hecho crecer. Nadie puede olvidar el pelotazo que dio junto a su amigo Javier Hidalgo en 2016 vendiendo Pepe Phone a MásMovil por una cifra cercana a los 158 millones de euros.

En la actualidad es propietario de varias tiendas de distribución de Vodafone y participaciones en Telefónica. Quizás la parte menos fructífera haya sido la de las licencias VTC, que además en ocasiones le ha generado titulares negativos en prensa. Pero Rosauro siempre ha admitido aprender de los fracasos.