El divertido 'pique' entre hermanas de Tamara Falcó y Ana Boyer tras las fotos de vacaciones en Gstaad

Tamara Falcó ha guardado silencio en redes durante estos días de fiestas, polvorones, turrón y jolgorio. ¿La razón? Ella e Íñigo Onieva han recibido 2024 esquiando en la ciudad de Gstaad, conocida por sus interminables pistas de esquí y situada en el Oberland bernés de los bellos Alpes suizos. Ese viajazo es el que la ha hecho romper ese silencio virtual para compartir unas imágenes con su marido. En ellas, la marquesa de Griñón presume de instantes de diversión en la nieve con los esquís puestos y paseando por lugares idílicos.

Suiza aparte, esta ha sido una Navidad movida para la viajera Tamara, ya que antes de esa escapada al país de Heidi disfrutó de unos días, alrededor de la Nochebuena, con sus hermanos en Miami, lugar en el que vive, por ejemplo, Chábeli. Y tras esos días en Estados Unidos y la escapada suiza, la hija de Isabel Preysler ya ha aterrizado junto a su marido en Madrid para pasar, seguramente, la festividad de Reyes con su familia de la capital de España.

Entre tanta foto de postal navideña, algo nos ha llamado la atención de dichas imágenes en la parte de los comentarios. Y es el simpático 'pique' entre ella y su hermana, Ana Boyer, por saber en qué momento o de qué forma Tamara había subido hasta esa altura de la montaña sin ayuda de un coche. "Pero vamos… mi hermana @anaboyer sigue sin creerme", le contestaba Falcó a Miriam Lapique, cuando esta se sorprendía de la "paliza de subida" que había llevado a cabo la marquesa. Ante la mención en el comentario de Instagram, Ana no tardaba en responder de una forma divertida: "Te pusiste allí solo para la foto y luego te llevaron en brazos". Tamara contraataca en otro comentario y aclara a su hermana que era imposible subir hasta el lugar en vehículo alguno: "Sí, claro… como que llegar hasta allí lo podía hacer en coche".

Tamara era noticia, hace cosa de un mes y medio, por su mudanza (largamente postergada) a un ático que llevaba años en obras. Se trata de un impresionante piso de 190 metros en una de las zonas más lujosas de la capital madrileña y a poco más de cinco minutos de la vivienda que tiene Isabel Preysler en la urbanización de Puerta de Hierro. Su elegante decoración ha sido diseñada por la cotizada interiorista Beatriz Silveira. El lugar se ha convertido en el refugio amoroso y el hogar de la que fuese participante de 'MasterChef' que, poco después de mudarse, iniciaba este periplo navideño que, como en el caso del resto de los mortales, ya parece tocar a su fin.