Descubrimos a Gonzalo Conde-Pumpido, el hijo más desconocido del presidente del TC: hablamos con su entorno

Este viernes, Cándido Conde-Pumpido, hijo del presidente del Tribunal Constitucional, fruto de su primer matrimonio con Ana María Varela, se sentará en un conocido programa de televisión para relatar por primera vez su versión sobre el delito de agresión del que fue acusado hace unos meses y del que ha sido absuelto. El juez, tal y como ha trascendido en los últimos días, ha archivado la causa. Una noticia que ha llenado de alivio a sus allegados, quienes no han dudado en ningún momento de su inocencia, según relatan en conversación con Vanitatis.

Cándido es el mayor y más conocido de los tres hijos del magistrado. Además de su hermano Roi, también hijo de Varela, el juez del Supremo tuvo un tercer hijo con su segunda esposa, la también magistrada Clara Martínez de Careaga.

Fruto de ese matrimonio nació hace 30 años el más desconocido de la saga, Gonzalo, quien a lo largo de su vida ha preferido mantener un perfil bajo de cara a la prensa y sus conocidos para evitar el estigma de ser 'hijo de'.

Lejos de presumir de estirpe, el benjamín de los hermanos ha pasado gran parte de su vida en el extranjero, viviendo como un estudiante más y pasando desapercibido a pesar de los titulares que desde que nació han protagonizado casi todos los miembros de su familia.

Ni abogado, ni juez, ni político, Gonzalo ha enfocado su carrera hacia la consultoría digital y la defensa de la sociedad civil. Así nos lo relatan quienes mejor le conocen, desde donde nos expresan su descontento por la cantidad de cosas inciertas que se han publicado sobre él.

“Siempre le ha perseguido una fama de persona superficial que no se corresponde con la realidad. En parte fomentada por lo que ha enseñado durante un tiempo en redes sociales”. Viajes por el mundo, amistades con personajes conocidos del mundo del corazón como Esther Doña y una vida de lujo que su entorno matiza. “Siempre ha sido un estudiante aplicado, ha trabajado mientras lo hacía y ahora tiene una carrera prometedora”, comentan las fuentes consultadas. Aunque algo de cierto sí hay en lo que se ha publicado sobre el miembro más desconocido de la familia.

Vida en el extranjero

Gonzalo Conde-Pumpido es un gran amante de los viajes: “Durante años viajó por el mundo en familia y cuando pudo hacerlo solo, empezó a salir los veranos a estudiar fuera con una conocida organización dedicada a los viajes de idiomas estudiantiles”. Con ella, entre 2010 y 2015, pasó veranos en Honolulu, Miami, Singapur y Chicago.

Una experiencia enriquecedora en la que no solo perfeccionó el inglés, que domina con maestría, sino que sirvió al benjamín de la familia para vivir una realidad totalmente diferente: la de persona anónima.

No es de extrañar que durante la carrera, que cursó en CUNEF, dediciera pasar un año de Erasmus en Reino Unido. Cuando terminó, tras hacer un año de prácticas en Accenture, la idea de trabajar en Silicon Valley sonaba demasiado fuerte en sus planes, por lo que se matriculó en un máster de un año de gestión internacional que le llevó de nuevo a vivir en medio mundo cursando un semestre en San Francisco y otros dos cuatrimestres, uno en Dubái y otro en Shanghái.

Cuando lo terminó se afincó en Estados Unidos, en California, y después en Italia, hasta 2020, cuando regresó a España y chocó de bruces con la realidad de su familia de nuevo en los titulares. Su hermano mayor fue investigado por la Audiencia Nacional en un caso en el que también se investigó la participación de su otro hermano, Roi. Una investigación en la que ambos fueron exculpados, pero que provocó que Gonzalo restringiera aún más públicamente su relación con el apellido familiar e incluso dejase de compartir cosas en sus redes sociales.

Desligado de la tradición familiar

Aunque admira a su padre, lo cierto es que prefiere que su carrera brille por lo que él ha construido y no por el apellido que le tocó por nacimiento. Sus padres le apoyan en todo lo que hace, pero nunca se han involucrado en sus proyectos públicamente, como sí lo han hecho rostros tan conocidos como las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera o el político José María Lasalle, implicado en Demos Lab, el gran proyecto en el que ahora mismo está volcado.

Se trata de “un centro de pensamiento sobre la democracia que busca generar espacios de diálogo y reflexión sobre la participación democrática, así como formar parte de la construcción del futuro mediante la acción directa”, aseguran desde la organización, cuyos proyectos “ponen el foco en generar y divulgar conocimiento sobre el uso de las nuevas tecnologías en el fomento de una democracia más inclusiva y participativa, y en generar puentes constructivos entre la sociedad civil y las instituciones”.

Un acercamiento al mundo de la política que no pretende materializar militando por ningún partido ni presentándose, al menos por ahora, a ningunas elecciones: “La política orgánica, de partido, no le atrae. Quiere una sociedad mejor, pero a través del impulso de los valores democráticos desde la sociedad civil”.

Restaurantes y marcas de ropa

No ha sido este su único proyecto. A su vuelta a Madrid tras la pandemia, empezó a trabajar como consultor de estrategia digital para startups, incluso poniendo en marcha algunas de ellas desde cero.

Uno de ellos, quizá el más exitoso, el de digitalización de la hostelería en plena pospandemia, Order In, una app que digitaliza la experiencia de los clientes dentro del restaurante, permitiéndoles pedir, dividir la cuenta y pagar desde sus móviles, reduciendo los tiempos de servicio y la carga de trabajo a la vez que aumentan el ticket medio y la rentabilidad de los negocios.

Durante su etapa de estudiante también puso en marcha varias marcas de ropa con amigos, que, aunque iban bien, abandonaron para centrarse al 100% en sus carreras. También ayudó a algunos conocidos, como María Urquijo, hija del fallecido Enrique Urquijo (Los Secretos), con la parte financiera y digital de su firma de ropa.

Sin contacto con sus hermanos

A Gonzalo y sus hermanos les separa más de una década. Eso, y el hecho de ser fruto de dos matrimonios distintos de su padre, nunca ha favorecido que tengan una relación estrecha: “No se llevan. Ni bien ni mal. Mantienen una relación cordial y ya”.

Cabe destacar, recuerdan las mismas fuentes, que Gonzalo ha pasado gran parte de su vida primero estudiando y luego trabajando fuera: “Los veranos los pasa fuera desde 2010, cuando cursaba primero de bachillerato, y desde que terminó la carrera hasta hace 3 años ha vivido en el extranjero”.

Aunque su relación con sus padres es muy buena y cercana, no se puede decir lo mismo, por tanto, de la que mantiene con sus hermanos, con quienes no comparte ni aficiones ni prácticamente vivencias por no haber convivido nunca bajo el mismo techo.

Una vida de hijo único que ha favorecido amistades de lo más variopintas, como la que mantuvo con Esther Doña mientras aún vivía el marqués de Griñón, íntimo amigo de sus padres, sobre todo de Clara Martínez de Careaga. “En aquel momento, Esther tenía más afinidad por edad con Gonzalo que con sus padres”, explican las fuentes.

Una vida alejado del foco que hoy de nuevo vuelve a la actualidad tras la entrevista en la que quizá su hermano dé alguna pincelada sobre cómo ha vivido su relación, desde el punto de vista de hermano mayor.