El padre de Amancio Ortega, sorprendente estrella de un museo gallego

La figura del empresario gallego Amancio Ortega, fundador del imperio textil Inditex y uno de los hombres más ricos del planeta, siempre ha sido objeto de análisis e interés. Desde sus escasas apariciones en público hasta su familia más desconocida o las anécdotas curiosas sobre sus gustos que nos ayudan a conocer mejor a un personaje cuya aversión a las entrevistas ha hecho que permanezca desde hace décadas envuelto en un halo de cierto misterio. Ahora, quien quiera conocer de primera mano los orígenes del creador de Zara podrá hacerlo en un lugar insospechado: el Museo del Ferrocarril de Galicia.

Inaugurado en el año 2001, el Muferga se sitúa en los antiguos Talleres Ferroviarios de Renfe, cerca de la estación de Monforte de Lemos, y desde hace unos días incluye una exposición permanente en la que se recrea, con el mobiliario original, la oficina del padre del empresario, Amancio Ortega Rodríguez, en la que trabajaba como jefe de brigada.

En conversación telefónica con Vanitatis, el director del museo nos cuenta que el hallazgo de todos los elementos que conformaban el despacho de Amancio padre, natural de Valladolid, se produjo por casualidad en el altillo de una nave que formaba parte del taller de enclavamientos de la estación de A Coruña antes de que fuera derribada para construir la nueva estación intermodal.

"Preservamos tanto la historia del ferrocarril como de sus ferroviarios", nos cuenta Luis Blanco, apuntando que todo el mobiliario "que estaba muy ajado" se ha restaurado "con gran dedicación y cuidado". Las trabajos de reparación han incluido barnizado, pulido y otros arreglos.

Aún es pronto para saber si la apertura de esta singular exposición permanente incrementará las visitas al museo, ya que este ha permanecido cerrado en Navidad y reabrirá sus puertas a finales de enero. Aunque su director nos confirma que no se han puesto en contacto con la familia de Amancio Ortega para realizar una visita guiada al museo, nos asegura también que "no tendríamos ningún problema en enseñárselo y sentirán que el material ha sido muy bien tratado en la restauración".

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Para los interesados que se acerquen a contemplar en directo este pedazo de historia del ferrocarril, Luis Blanco quiere advertir que el despacho original del padre de Amancio Ortega no se encuentra en el edificio principal del museo, por lo que tendrán que pedir al guía que se lo muestre.

El ferroviario Amancio Ortega Rodríguez, natural de Valladolid, comenzó a trabajar en el ferrocarril en la localidad leonesa de Busdongo de Arbás, donde nació en 1936 el fundador de la multinacional con sede en Arteixo. Entonces su trabajo consistía en velar por el estado de las agujas y la vía para la Compañía de los Caminos de Hierro (CCHNE). En 1936, nada más estallar la Guerra Civil, la familia se trasladó a Tolosa, en Guipúzcoa.

Afiliado a la UGT, el padre del empresario fue uno de los más de 80.000 ferroviarios represaliados tras el fin de la contienda, según figura en los archivos de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. En 1944 se reincorporó al trabajo en Renfe con destino en A Coruña, donde permanecería el resto de su vida. Ascendido en 1965 a jefe de brigada de enclavamientos, en 1971 lo nombraron jefe de equipo para jubilarse finalmente en 1972 y fallecer en 1984, poco después del nacimiento de su nieta Marta Ortega.