La sentencia contra Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana se notifica este mediodía

Han sido cinco meses, una eternidad para los implicados, lo que ha tardado la jueza de Barcelona en dictar sentencia en el caso del Banco de Luxemburgo contra Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana. Y, al fin, este miércoles se notificará la sentencia a las partes, tal y como ha sabido Vanitatis.

La entidad financiera demandó a la expareja por impago de un aval de más de 6 millones de euros y, tras una semana de juicio celebrada en septiembre -que se alargó otros días en octubre-, la sentencia ya está sobre la mesa.

Según ha podido saber Vanitatis, los juzgados notificaron a los procuradores, vía e-mail este martes 16 de enero, que este miércoles a las 12:00 del mediodía deben presentarse tanto los abogados como los acusados para que se les notifique la sentencia.

No comparecen

En el caso de Sánchez Vicario y Santacana, ambos con residencia en Miami, es muy difícil que puedan presentarse de un día para otro en sede judicial. Así que no se espera que ninguno de los dos acuda a la lectura de la sentencia. Ambos, eso sí, fueron notificados de las circunstancias este martes por sus abogados.

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Con la comunicación de la sentencia a las partes se termina un periplo judicial largo y tortuoso en el que tanto la extenista como su exmarido se han enfrentado durante años a la posibilidad de entrar en prisión. Sabemos, porque así lo pactó Arantxa con la Fiscalía y la acusación, que es prácticamente imposible que ella ingrese en la cárcel, pero ¿y Santacana? Eso es otro cantar. Cuando se notifique la sentencia se despejará la principal incógnita que quedó en el aire cuando terminó el juicio: ¿considera la jueza culpable a Santancana? Y si lo es, debería entrar el prisión puesto que el banco pedía una condena de cuatro años.

"Hasta el último detalle"

Hablamos con personas cercanas al caso, expertos judiciales que analizan la situación desde una perspectiva legal. “Normalmente, cuando una sentencia tarda tanto en notificarse tiende a ser porque es condenatoria; cuando es absolutoria, suele comunicarse rápido porque las partes quedan satisfechas. En caso condenatorio, en este ejemplo concreto, la sentencia se podría recurrir y las partes implicadas estudiarían el documento al detalle, de ahí podría venir el retraso, de que la jueza haya querido cuidar hasta el último detalle, pero esto son solo suposiciones, hasta este miércoles no saldremos de dudas”, señala una fuente que no quiere ser citada para salvaguardar su implicación en el proceso.

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La cuestión es compleja y los movimientos de la defensa de Sánchez Vicario tienen mucho peso en lo que pueda suceder. La extenista contrató a Borja Vives, socio del bufete RCD, como nuevo abogado tras desistir de la defensa el prestigioso Emilio Zegrí, quien defendía tanto a Arantxa como a Josep. Vives y su defendida decidieron buscar un pacto con el Banco de Luxemburgo y la Fiscalía: aceptaban el delito, pagaban con rigurosidad y pedían, a cambio, que no hubiera pena de prisión. Las partes aceptaron durante el juicio y, a falta de saber si la jueza también lo acepta, Arantxa se libra de prisión. Pero en la aceptación del delito podría haber implicado a su exmarido, quien siempre se ha defendido como inocente.

De matrimonio a enemigos

Cuando el caso empezó, Sánchez Vicario y Santacana eran matrimonio, una pareja unida contra todo y contra todos. Pero todo se rompió y con la ruptura llegó el duro enfrentamiento. Arantxa acusó entonces a Josep de ser él quien la había despojado de su fortuna y, por consiguiente, la había obligado a endeudarse con el Banco de Luxemburgo. Santacana lo niega en rotundo y acusa a su exmujer de haber gestionado sus ingresos y patrimonio de forma irresponsable. Será la jueza, lo decíamos, quien nos diga este miércoles lo que considera.

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Mientras, en un tribunal del condado de Miami sigue en curso el proceso de divorcio de la pareja, complejo como pocos porque ambos, como en el caso que aquí nos ocupa, se acusan mutuamente a cada paso. Y si el divorcio se dirime en Estados Unidos es porque la extenista quiso que así fuera para poder sacar a la luz el patrimonio de su exmarido. Allí, el proceso judicial exige que ambas partes muestren su situación financiera y en eso están ahora. En este sentido, en 2019, Arantxa presentó un documento en los juzgados con el que pretendía demostrar que había sido su marido, desde que se casaron, y no ella, quien gestionaba su fortuna.

Patrimonio desaparecido

En el documento, de casi 40 folios, la tenista aportó los mensajes intercambiados con el bufete Python, de Ginebra, que se ocupa de su fortuna desde 1996. El mismo bufete admite que no ha tenido relación con ella, sino con su marido, en todo el tiempo que estuvieron casados. Pero lo sorprendente de ese documento es que destapaba la verdadera situación financiera de la tenista.

Según el bufete suizo, la merma de su patrimonio ha sido notable a lo largo de estos años. Meses antes de casarse con Josep Santacana, Arantxa hizo recuento de todo lo que tenía y la cifra final resultó ser bastante amable: 35 millones de euros en activos, de lo que, asegura, nada le queda. Por eso, para pagar la deuda con el banco, tal y como se comprometió en sede judicial, aporta parte de lo que ingresa cada mes e incluso ha renunciado a los beneficios económicos de ser olímpica: 6.000 euros al mes por haber ganado dos platas y dos bronces entre Barcelona 92 y Atlanta 96.

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Suceda lo que suceda hoy, lo que queda claro es que la mejor tenista de la historia de España y una de las mejores del mundo representa como pocos el auge y caída de un mito.