El juicio de Georgina Rodríguez destapa detalles ocultos del pasado de su familia

Georgina Rodríguez lleva año y medio peleando en los tribunales por lo que su entorno ha definido como “derecho al olvido”. Aunque sus redes sociales son un diario de su vida privada, que, por cierto, también ha mostrado durante dos intensas temporadas de su propio reality, puso a sus abogados a trabajar en septiembre de 2022 para tratar de pararles los pies a todos aquellos que daban voz a los miembros de su familia que en diferentes programas relataron los episodios que la pareja de Cristiano Ronaldo nunca ha querido que salgan a la luz.

Los que no sigan pormenorizadamente las andanzas públicas de la influencer de Jaca quizá no sepan que ha eliminado de su relato la presencia de algunos miembros de su familia cuyas vidas y trayectorias diferían de su discurso. Hablamos de su abuela y tío maternos, de su hermanastra Patricia y de otras personas cuyas declaraciones en ‘Sálvame’ y ‘Socialité’ terminaron en manos de la justicia con un resultado nada favorecedor para Georgina.

No solo no le han dado la razón -y tendrá que pagar las costas del proceso-, sino que la declaración de su hermana Ivana durante el juicio ha sacado a luz nuevos episodios de la vida de su hermana menor que ahora conocemos.

Vanitatis ha tenido acceso a la sentencia, cuyo fallo publicaba en primicia El Confidencial, en la que la jueza instructora del caso resume algunos de los momentos más oscuros de la vida de la de Jaca.

La verdad sobre la enfermedad de su padre

La relación de Georgina con su padre, fallecido hace unos años en Argentina, es una de las grandes incógnitas de la historia de su vida. Aunque, durante el documental que ha protagonizado a lo largo de dos temporadas en Netflix, la influencer y empresaria aborda diferentes episodios de su infancia en Jaca junto a su madre y su hermana (no todos de color de rosa), lo cierto es que en ningún momento se menciona a su padre.

Con el tiempo, ha trascendido que vivía en Argentina, que tuvo una vida convulsa que incluso le llevó a prisión y que falleció en ese país tras una larga convalecencia. Una enfermedad durante la que, gracias al relato de Ivana al que ha tenido Vanitatis acceso en primicia, hemos sabido que Georgina cuidó de él durante varios viajes desde España. Un testimonio que dista mucho del aportado por otros muchos miembros de su familia, que apuntaban a una desconexión total de esa parte de su vida.

Tal y como se puede leer en la sentencia, “muchas de las afirmaciones vertidas a lo largo de las publicaciones descritas en la demanda no eran ciertas”.

Recogiendo el testimonio de Ivana, la jueza describe que “señaló que ambas hermanas se desplazaron a Argentina al conocer el grave estado de salud de su padre, si bien, debido a las mejores condiciones laborales de la declarante, se acordó entre ambas hermanas que sería Ivana la que permanecería en Argentina al cuidado de su padre mientras se pedía una excedencia y, por ello, la demandante volvería a España puesto que no tenía contrato indefinido”, destacando en este punto que la situación laboral de Ivana en ese momento era mejor que la de Georgina.

“Durante la hospitalización de su padre hasta su fallecimiento, Georgina se desplazó en varias ocasiones hasta Argentina incidiendo en que ni su abuela ni su tío materno hablaron con la demandante porque no tenían su teléfono móvil, solamente tenían el de la declarante a raíz de la enfermedad de su padre. No se avergüenza de esa parte de la familia, simplemente no tenían relación”, concluye arrojando luz sobre una parte de su vida que la pareja de Cristiano Ronaldo ha tratado, sin éxito, de mantener al margen de su relato.

Su relación con su hermanastra

Otro de los puntos sobre los que Ivana da la versión de su hermana es respecto a la relación con su hermanastra Patricia, una de las personas del entorno de Georgina que más veces han comparecido en los programas que constan en la sentencia.

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P. Izquierdo

Desde entonces, la relación entre ellas no es estrecha pero tampoco mala. De hecho, según se extrae de las palabras de Ivana, Georgina incluso se ofrece a ayudarla, al contrario de lo que tantas veces habría relatado la propia Patricia, que aseguraba que sus hermanas incluso se avergonzaban de ella.

“Una noche, recibe una llamada de su hermanastra pidiendo dinero, lo cual comunicó a Georgina al día siguiente. La misma, delante de la declarante, llamó a Patricia y se ofreció para pagar una compra semanal y material escolar al hijo de su hermanastra, que declinó la oferta ‘porque solo le interesaba el dinero en metálico”. Un testimonio que muestra una faceta generosa y cercana de Georgina que ella misma no ha querido aclarar en ningún momento.

Un contrato en el aire

De hecho, aunque estaba citada a declarar en el juicio, fue su asesor personal el que lo hace por ella y, lejos de centrarse en la vida privada de su representada, prefiere hacer un relato de cómo le afectaron todas estas apariciones en televisión a su carrera profesional. “A raíz de las publicaciones aludidas en la demanda, Georgina ‘se vio afectada personal y profesionalmente”, se puede leer a este respecto.

“Hubo un contrato con la marca L’Oréal cuya firma se retrasó, indicando que en 2018 empezaba su proyección profesional”. Un contrato que finalmente sí que se firmó. De hecho, a día de hoy, la influencer es una de las embajadoras internacionales de la marca.

Prevalece la libertad de expresión

Aunque las declaraciones de Ivana y del asesor personal de Georgina demostrarían que muchas de las cosas que se dijeron entre el 30 de agosto de 2017 y el 22 de enero de 2022 no se ajustaban a la verdad, lo cierto es que la sobreexposición de su vida en redes, medios e incluso en plataformas de difusión internacional como Netflix han sido determinantes a la hora de la emisión del veredicto que, según se recoge en la sentencia, dictamina que “el interés público de la pareja de Cristiano Ronaldo es indiscutible y que prima el derecho a la información sobre su derecho al honor”.

“La demandada alega que a la fecha de las publicaciones aludidadas en la demanda, la Sra. Rodríguez era un personaje público puesto que su relación sentimental con el futbolista D. Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro comenzó en 2016 y, desde entonces, su fama ha ido incrementándose exponencialmente, hasta el punto que en 2017 llegó a facturar 4 millones de euros como ‘influencer”, recoge.

Pese a que, según se refleja en el texto, Georgina no entró en este juego públicamente y “siempre se opuso frontalmente” a contar su versión en los programas analizados “por decisión propia”, “el propósito de Georgina nunca fue pretender el anonimato de su vida privada”, asegura la jueza.

“Desde el inicio de su relación es la primera que publica en su perfil público de la red social de Instagram imágenes y datos privados y por la emisión de un programa de televisión con un contenido exclusivo de aspectos de su vida privada, tan íntimos como la aparición de sus hijos y su propio domicilio”.

El fallo, por tanto, desestima íntegramente la demanda de Georgina, imponiéndole el pago de las costas del proceso. “En la ponderación entre libertad de expresión y derecho al honor ha resultado victorioso el primero. Los contenidos vertidos quedan protegidos por la libertad de expresión amparados dentro del interés mediático suscitado por ella misma”.