Carmen Martínez-Bordiú esquiva una fecha maldita con unas vacaciones con amigos en Belice

Desde 1984, el 7 de febrero ha sido una fecha señalada en rojo en el calendario de Carmen Martínez-Bordiú. El trágico fallecimiento de su hijo Francisco a los 11 años en un accidente de coche, conducido por su primer marido, Alfonso de Borbón, marcó para siempre una vida que, desgraciadamente, se ha visto muy vinculada a la muerte. En este contexto de aniversario fatal, Vanitatis ha podido confirmar en exclusiva a través de su entorno cercano que la aristócrata española ha realizado un viaje a Belice a lo largo de los últimos días.

Además, tal y como apuntan a este digital varios turistas también presentes en el país centroamericano, la nietísima fue vista disfrutando de estas vacaciones exprés con un grupo muy variopinto e internacional. Tras consultar la información, varias fuentes nos comentan que se trata de su nuevo círculo cercano, el cual ha ido construyendo a raíz de su vida, pero que se ha visto reforzado desde su mudanza en 2017 a Portugal. Esta ‘pandilla’ se compone por personas de múltiples nacionalidades con un alto poder adquisitivo, las cuales ya no dependen de sus trabajos, sino del rédito de sus empresas.

Precisamente, dicha ventaja, que les ofrece poder estar únicamente atentos al teléfono y no tener que asistir a una oficina más que en momentos puntuales para ganarse la vida, es lo que les permite realizar estos viajes de manera frecuente. El propio entorno de la aristócrata asegura a Vanitatis que estas no son las primeras vacaciones que pasa junto a ellos.

Por otro lado, también nos dicen que Carmen Martínez-Bordiú disfrutó al máximo de su estancia en Belice, alojándose en los lugares por todos deseados y realizando los típicos planes turísticos que ofrece este enclave tropical. “Está haciendo lo que le apetece ahora que es viajar”, nos reiteran.

A pesar de que descubrir mundo siempre ha sido una de las grandes pasiones de la conocida como ‘la nietísima’, a partir de su ruptura en la primavera del 2023 con el empresario Timothy McKeague, de origen australiano y 34 años más joven que ella, después de casi 7 años de relación, sus ganas de continuar tomando aviones no han hecho más que incrementarse.

Sus destinos más recurrentes: Burdeos y Madrid

Sin embargo, sus visitas al aeropuerto no son siempre por motivos de ocio. Carmen Martínez-Bordiú no solo permanece alejada del foco mediático, sino también de sus hijos. La aristócrata trasladó su domicilio a Portugal en el año 2017 después de la muerte de su madre, María del Carmen Franco y Polo. Tras el reparto de la herencia a partes iguales, la socialité ordenó un peritaje de las múltiples propiedades, joyas, obras de arte, acciones y varias empresas; accediendo posteriormente a vender su parte a sus otros seis hermanos.

Los beneficios obtenidos fueron trasladados a Lisboa, donde las rentas altas cuentan con múltiples beneficios. Creado en 2009, la nietísima se adhiere al régimen fiscal del residente no habitual del país luso, el cual deja exento de pagar el equivalente al IRPF de aquellos ingresos que provienen de fuera durante sus primeros diez años de residencia.

Por ello, cumpliendo su deseo de dejar de formar parte de los medios de comunicación, Carmen Martínez-Bordiú compra una casa a las afueras de la localidad de Sintra, en la que se aísla del mundanal ruido. Según revelaron en su momento a Vanitatis fuentes cercanas a la aristócrata, la nieta de Franco no solo desembolsó una buena cantidad de dinero en la compra de la vivienda, también gastó más de lo recomendable en una ambiciosa reforma.

No obstante, la que fuese duquesa de Franco nunca abandona la conexión con sus hijos. De ahí que dos de los tres motivos que la llevan a salir fuera de Portugal, más allá de sus viajes con amigos, como es el caso de este de Belice, sean las visitas familiares a sus vástagos.

En primer lugar a Cynthia Rossi, su hija pequeña, quien vive en Burdeos desde que se casó con el médico francés Benjamin Rouget, con el que comparte tres hijos en común. Tal y como explican fuentes solventes a este digital, los viajes a Francia son regulares y Carmen siempre se queda en la casa con sus nietos.

Algo distinto sucede en el domicilio de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, ubicado en La Finca, una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid. La aristócrata viaja cada vez menos a la capital y cuando lo hace pernocta en el domicilio de su amiga Blanca Carrillo de Albornoz, debido a su mala relación con su nuera y su familia, explican a Vanitatis.

La fecha maldita

Sea como fuere, Carmen Martínez-Bordiú nunca podrá olvidar que sus hijos siempre fueron tres. Sin embargo, en poco más de una semana se cumplirán 40 años del fallecimiento de su hijo mayor, Francisco de Borbón y Martínez-Bordiú, fruto de su relación con Alfonso de Borbón.

El menor de 11 años murió en el Hospital de Navarra tan solo dos días después de sufrir un accidente de tráfico cuando regresaba de esquiar de la estación de Astún con su padre y su hermano. Precisamente, su progenitor, al volante, al no ver una señal de stop impactó contra un camión Pegaso. Todos resultaron heridos, pero solo uno perdió la vida.

Esta tragedia jamás podrá borrarse de la historia de vida de la aristócrata española, la cual sufrió tanto dolor que no fue capaz de externalizarlo a través de las lágrimas. "No se me cayó una lágrima con la muerte de mi hijo. Cuando un dolor es tan fuerte se te secan las lágrimas", explicó a Bertín Osborne en 2015 durante su entrevista en el programa 'En la tuya o en la mía'. Las imágenes de la nieta de Francisco Franco en el funeral de su primogénito con una actitud absolutamente hierática escribieron un capítulo dentro de la prensa de sociedad de nuestro país.