Marta y María Pombo se asilvestran con Calleja: de su etiqueta de pijas al antepasado pirata
María y Marta Pombo han viajado con Jesús Calleja hasta Argentina y Chile, donde han hablado de su familia, la depresión de Marta y hasta algunos problemas económicos
Las hermanas Pombo han visitado el programa ‘Planeta Calleja’ y lo han hecho de forma muy diferente. Más allá de su faceta como influencers o en sus diferentes negocios, han aprovechado este proyecto televisivo para dar a conocer su lado más personal. Así, María Pombo se considera muy supersticiosa y miedosa, asegurando que había hecho diferentes rituales para no morir en esta aventura que les ha llevado hasta las recónditas y salvajes zonas naturales de Ushuaia en Argentina y el Cabo de Hornos en Chile.
Mientras, su hermana Marta Pombo reconocía que es la kamikaze de la familia y siempre ha sido más echada para adelante. Tres días en el que las influencers han desconectado de las redes sociales porque han estado sin cobertura. Poco antes de adentrarse en este viaje estuvieron planeando qué ponerse para su aventura. María reconocía que se había llevado un botiquín en la maleta “por si mueren”.
En su viaje han visitado glaciares y la Patagonia, también el encuentro entre el océano Pacífico y el Atlántico. Han visto pingüinos y disfrutado de la naturaleza mientras han hablado de su familia y su origen. El objetivo de María Pombo en este viaje ha sido “llegar viva a casa”, aunque ha disfrutado de la experiencia. Jesús Calleja ha hecho escupir a este par de hermanas contra el viento y María Pombo reconocía que no sabía hacerlo. Las hermanas han hablado de su familia al presentador, explicando que ambas han nacido en Madrid y todos los fines de semana los pasaban en Cercedilla, donde su padre tenía un vivero.
Su abuelo paterno era cántabro y han viajado allí desde siempre, pero sus padres también son madrileños. Han contado que son una familia bien, que han tenido una infancia muy feliz, aunque no siempre lo han pasado así porque en su casa dejó de entrar dinero durante la crisis. Su padre, publicista, se había encargado de llevar un restaurante y durante años no entró un sueldo.
Han tenido familiares conocidos como Concha Espina, tatarabuela, escritora y feminista. También Fran Pombo Conejo, que fue un pirata y aventurero. En su familia, reconocían, hay de todas las opciones políticas. La familia de la madre de las Pombo es roja y la del padre es de derechas e incluso Marta Pombo confesaba que estuvo a punto de ser numeraria tras estudiar en un colegio del Opus, pero ahora se ha alejado de la religión.
Aunque no se reconocen como muy practicantes, María confesaba que conectó con Dios al ser diagnosticada con esclerosis múltiple como su madre. También aseguraba que es quien es “gracias a la caña que me ha dado mi hermana Lucía”. Marta Pombo, por su parte, reconocía que era una socióloga frustrada porque no le gustó y no llegó a terminarlo.
La madre de Martín y Vega explicaba que se abrió Instagram en torno a 2011 en Estados Unidos, pero su boom llegó al abrir su canal de YouTube. Su hermana Lucía le pidió que cerrara sus redes y dejara de subir fotos en bikini, pero no le hizo caso. La más conocida de las Pombo reconocía que su relación con Álvaro Morata le hizo ganar notoriedad, pero su despegue fue a raíz de su relación con Pablo Castellano. No ha tenido problema tampoco en admitir que se ha operado dos veces la nariz, porque sufrió un golpe tras su primera intervención y se le estaba cayendo la punta.
Marta reconocía que a ella le gusta ser pija, mientras María confesaba que ella es tímida, a pesar de mostrar su vida en las redes. Marta no ha dudado en hablar de sus problemas de salud mental, que la llevaron a perder las ganas de vivir y acudir al psiquiatra porque, como afirmaba su hermana, “de repente se apagó”. Por su parte, María ha hablado de la esclerosis múltiple que sufre y con la que convive: "Me voy a morir con esclerosis, pero no me voy a morir de ella".
Las hermanas Pombo han visitado el programa ‘Planeta Calleja’ y lo han hecho de forma muy diferente. Más allá de su faceta como influencers o en sus diferentes negocios, han aprovechado este proyecto televisivo para dar a conocer su lado más personal. Así, María Pombo se considera muy supersticiosa y miedosa, asegurando que había hecho diferentes rituales para no morir en esta aventura que les ha llevado hasta las recónditas y salvajes zonas naturales de Ushuaia en Argentina y el Cabo de Hornos en Chile.
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