Cada año, cuando encendemos la televisión para, cómodamente, disfrutar de la gala de los Goya, podemos ser testigos de lo que acontece sobre la alfombra roja, en el escenario o en el patio de butacas. Pero lo que no podemos ver es todo lo que pasa justo detrás de las cortinas, concretamente en la siempre jaranera sala de entregadores. Un espacio por el que, cada edición, pasan las caras más reconocidas del cine patrio. Un lugar altamente deseado, pero solo accesible para unos cuantos privilegiados. Y no nos extraña. Porque es justo en esta sala donde suceden las anécdotas más divertidas de la gran noche del cine español, en esta 38ª edición, de la mano del tequila ultrapremium Don Julio.
Una superconcentración de estrellas ha iluminado esta noche el cielo de Valladolid, y el encargado de hacer que actores, directores y demás profesionales del celuloide nacional hayan brindado y celebrado triunfos propios y ajenos ha sido precisamente Don Julio. Esta prestigiosa bebida mexicana -siempre apoyando eventos nacionales e internacionales- ha sido la encargada de transformar un espacio efímero en el place to be más apetecible durante esta memorable velada. Un auténtico hervidero de gente guapa, en el que no han faltado looks de escándalo, mucho glamour, talento y, por supuesto, tequila. Así, a lo largo de la gala, por la sala VIP de Don Julio se han dejado ver nominados, galardonados, entregadores y demás rostros conocidos, que no han dudado en probar alguno de los cócteles ideados por ese genio de la coctelería llamado Giacomo Giannotti.
Con un anfitrión de auténtico lujo y convertida de nuevo en el lugar en el que ver y ser visto, ha llegado el momento de que lo veas todo con tus propios ojos. Entra y ponte cómodo. Para disfrutar no vas a necesitar acreditación.