Luis Miguel Rodríguez, el Chatarrero, sobre Tita Thyssen: "No tenemos nada que esconder"

Luis Miguel Rodríguez, dueño de Desguaces La Torre, es un hombre muy sociable tanto en el apartado exclusivamente de amistad como en el amoroso. Y lo ha demostrado desde que se convirtió en un personaje público a raíz de su relación con Carmen Martínez-Bordiú.

Después llegaría Ágatha Ruiz de la Prada, a la que hizo feliz tras su divorcio complicado de Pedro J. Ramírez. A partir de esa ruptura no se le ha conocido pareja estable. Sí estacionales con las que aparece en la plaza de toros de Las Ventas, donde tiene su abono y no falla en la Feria de San Isidro. Y siempre acompañado de bellas mujeres, y, según los comentarios de quienes le conocen, si con alguna de las damas repite más de una vez, es que hay algo más. Lo mismo sucede con cenas y almuerzos en lugares de moda.

Esta sería a grandes rasgos la vida sentimental del dueño de Desguaces La Torre y sus relaciones afectivas.

Por eso han llamado la atención las fotos que la revista 'Diez Minutos' ha publicado este miércoles donde aparece con la baronesa Thyssen a la salida de un restaurante. Un local, El Pescador, en pleno barrio de Salamanca que se encuentra entre los preferidos de Carmen Cervera y Rodríguez.

La pregunta del millón es qué hay entre la mecenas y el empresario. La respuesta nos la da el protagonista: “Somos amigos desde hace mucho tiempo. Y no es la primera vez que quedamos para comer. No estábamos solos, sino que también se encontraba almorzando con nosotros una amiga de Tita. Quedamos en El Pescador porque es un lugar que nos gusta a los dos. Está muy bien situado y se come muy bien. Y como no tenemos nada que esconder, quedamos ahí. No ha sido la primera vez que venimos a este restaurante”.

Luis Miguel Rodríguez también ha estado en varias ocasiones en la mansión de la baronesa en La Moraleja: “He ido con Carmen a cenas que ha organizado Tita en su casa. Ya te digo que nos llevamos muy bien. Que nos hayan sacado ahora fotos es lo que me sorprende porque nos hemos visto en muchas ocasiones”.

El dueño de Desguaces La Torre no quiere entrar en quién ha podido ser la persona que ha dado el chivatazo. "En el restaurante había ese día gente importante y que habría sido más noticia que nosotros”, dice.

Insiste en que no tienen que esconderse aunque prefiere mantener la privacidad del motivo del almuerzo: “Somos amigos y no hay que buscar una excusa”. En este caso parece que el encuentro tenía que ver con un asunto laboral.