El sobrino de María del Monte y más casos de ovejas descarriadas: de empresarios a royals

Alejado de la televisión desde hacía años, el público que conoció a Antonio Tejado a través de la pequeña pantalla podía intuir que su vida había tomado un camino complicado tras desvelar en 2019 sus problemas de adicción. Lo que nadie podía imaginar es que Tejado acabaría arrestado e investigado por la policía como posible autor intelectual del robo de la casa de su tía, María del Monte, ocurrido durante la madrugada del pasado 25 de agosto.

Antonio Tejado fue detenido el pasado 10 de febrero junto a otras 7 personas en el marco de una operación de la Guardia Civil contra una organización dedicada a robar, con violencia e intimidación, casas en la comarca del Aljarafe, en Sevilla.

Este no es el único caso que conocemos de una persona vinculada a un apellido famoso que termina siendo detenida, investigada o acusada por algún delito. Existen otros casos de hijos de personalidades destacadas y conocidas por todos que han terminado en prisión por hechos delictivos. Personas que lo han tenido todo a su favor para labrarse un futuro prometedor, pero que han errado en sus decisiones, acabando de la peor manera posible.

El ejemplo más cercano lo encontramos en Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho y nieto de Sancho Gracia. Su caso se ha convertido en uno de los más mediáticos del último año. El pasado mes de agosto, España se quedaba en shock al conocer la noticia de que había sido arrestado en Tailandia como sospechoso del asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta.

Desde entonces, el joven vive un complicado periplo judicial mientras permanece en una prisión tailandesa a la espera de juicio. Sus padres, junto a sus abogados, tratan desesperadamente de construir una defensa sólida que beneficie lo máximo posible a Sancho.

Otro caso llamativo de hijo descarrilado de famoso es el de Carlo Costanzia, el vástago de Mar Flores y Carlo Costanzia di Costigliole. Mucho menos mediático que su madre, el joven ha ocupado numerosos titulares en los últimos meses. El pasado septiembre fue condenado por la Audiencia Provincial de Málaga a 21 meses de prisión como autor de un delito continuado de estafa agravada.

Hace un mes, Costanzia decidía sentarse en un plató de televisión y hablar de su vida. Acudió al programa ‘¡De viernes!’ y allí relató su traumática infancia, marcada por el mediático divorcio de sus padres. También sus adicciones, su ingreso en un centro de rehabilitación y los motivos que le llevaron a entrar en prisión, donde ya ha cumplido casi 7 meses de condena.

Toñi Salazar, excomponente del dúo Azucar Moreno, también ha tenido que ver cómo su hijo, Borja Rilo, se ha enfrentado a problemas judiciales. En 2013 fue condenado a 2 años de prisión por una pelea ocurrida en la discoteca Buda durante la madrugada del 8 de noviembre de 2009 y por la que permaneció en prisión preventiva 19 días.

En noviembre del año pasado, Borja logró llegar a un acuerdo in extremis con otros dos demandantes que lo acusaron de estafa por haberles vendido una furgoneta defectuosa. Con el acuerdo alcanzado con sus demandantes, pudo evitar la posible condena de seis meses de prisión.

Otra conocida familia de una famosa cantante, en este caso la de Rocío Jurado, ha vivido duros momentos con el hijo de la folclórica y Ortega Cano: José Fernando. Los problemas más fuertes del joven comenzaron en 2011, cuando cumplió la mayoría de edad y recibió un millón de euros de herencia de su madre. Comenzaron las malas compañías, los malos hábitos y el distanciamiento de su padre. En 2013 fue detenido por un presunto robo con violencia y pertenencia a un grupo criminal y en 2014 pasó cuatro meses en la cárcel. Desde entonces, sus entradas y salidas en centros de rehabilitación han sido constantes.

Ni las familias más acomodadas se libran de posibles episodios delictivos de algunos de sus miembros. Es el caso de Luis Medina, hijo de Naty Abascal. A pesar de la elevada posición social y económica de su familia, el empresario se alió con Alberto Luceño en plena crisis sanitaria, cuando las administraciones y hospitales se encontraban completamente desbordados. Según el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid, que envió al banquillo a ambos, los empresarios pudieron aprovecharse de esta caótica situación para cometer una presunta estafa millonaria y falsedad documental contra el Ayuntamiento de Madrid con la venta de material sanitario. La Fiscalía pide 9 años de cárcel para Medina y 15 para Luceño, quienes están a la espera de juicio.

Otra familia muy poderosa, los Fanjul, quienes poseen un imperio en la industria del azúcar, ha visto cómo uno de sus miembros ha vivido polémicos episodios que le han llevado ante los tribunales.

El magnate Pepe Fanjul es uno de los empresarios más poderosos de Estados Unidos y dueño, junto a su hermano Alfonso, del imperio azucarero Fanjul Corporation. Su alta posición le ha llevado a ser uno de los amigos más íntimos del rey Juan Carlos.

Ahora, su imagen se ha visto empañada por un truculento episodio protagonizado por uno de los nietos de Alfonso. Se trata de Alexander Nico Fanjul, que ha sido acusado de violencia doméstica por estrangulamiento, secuestro, posesión de cocaína, robo, daño a la propiedad y obstrucción a la justicia. Según el noticiero de Telemundo que tuvo acceso al informe policial, fueron los vecinos quienes alertaron a la policía tras escuchar los gritos de la novia de Alexander, que fue trasladado a prisión, de donde salió tras pagar una fianza de 180.000 dólares.

Según publicó en exclusiva 'Page Six', no era la primera vez que el nieto de Alfonso Fanjul vivía una situación así. El medio aseguró que en abril del año pasado también enfrentó cargos por violencia doméstica.

Pero si hablamos de familias poderosas y adineradas, sin duda, la más destacada es la familia real española, quien tampoco se ha librado de contar entre sus miembros con personas condenadas por algún delito. Es el conocido caso de Iñaki Urdangarin, quien se colocó en el ojo del huracán del mediático caso Nóos, que le sentó tanto a él como a su esposa, la infanta Cristina, en el banquillo.

La hermana de Felipe VI resultó absuelta, pero Iñaki Urdangarin fue condenado en 2018 por el Tribunal Supremo (TS) a 5 años y 10 meses de cárcel, por los delitos de malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.