Eugenia Martínez de Irujo, implacable sobre las consecuencias en Madrid de la mascletá

Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, e incluso la expresidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, le quitaban hierro a la muerte de un pato en la zona de Madrid Río tras la mascletá organizada en la capital frente a las quejas de los ecologistas, Eugenia Martínez de Irujo se tomaba muy en serio la muerte de este animal.

Compartía en sus redes sociales la duquesa de Montoro la imagen del pato fallecido en la zona del Puente de Segovia, junto a las palabras “tu ciudad y tu fauna no se merecen esto”. Como animalista ferviente que es Eugenia, compartía otra imagen del ave con tres emoticonos de corazones rotos en color rojo, en los que se denunciaba que la mascletá del pasado domingo había matado a animales en Madrid Río.

Una polémica en la que la hija de la duquesa de Alba se posiciona claramente, compartiendo un mensaje en sus stories de Instagram que decía: “Este domingo y los días posteriores, quien ande por la Casa de Campo y vea algún ave o animal muerto que no lo toque y llame al 062, el Seprona, para que levante acta. Se quiere llevar al juzgado al Ayuntamiento por delito ecológico, también pasarlo por WhatsApp para darle difusión a las asociaciones animalistas que realizarán las denuncias”.

No es la primera vez que Eugenia se atreve a denunciar la política de algunas administraciones, sin importar de qué color político sean, cuando se trata de defender los derechos de los animales. Ya ha denunciado el desahucio de una fundación protectora de animales abandonados o maltratados.

En esta ocasión, ha querido dar su voz para apoyar a los ecologistas que han denunciado que el acto del pasado domingo que congregó a numerosas personas en Madrid Río afectó a las aves de la zona. La expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, sin embargo, se reía al ser preguntada por esta ave muerta: “Bueno, bueno… se ha muerto un pato”.

Por su parte, Díaz Ayuso aseguraba irónica que “debe ser que los patos en Valencia lo resisten todo y en Madrid, patas arriba a la primera. Tendremos que hacer un análisis de la fauna en Madrid a ver por qué es de peor condición”.