Es noticia
Menú
Los hijos de la infanta Pilar venden el chalé de su madre a un amigo de Felipe VI por tres millones
  1. Famosos
INMOBILIARIA

Los hijos de la infanta Pilar venden el chalé de su madre a un amigo de Felipe VI por tres millones

La tía del rey Felipe vivió siempre en una gran casa en Puerta de Hierro que sus hijos mantenían cerrada desde su fallecimiento en enero de 2020

Foto: La infanta Pilar, en una fotografía de 2020. (EFE/Ballesteros)
La infanta Pilar, en una fotografía de 2020. (EFE/Ballesteros)

Surgida en los años 70 como refugio de la élite madrileña, en la urbanización Puerta de Hierro, situada al noroeste de la capital, conviven algunas grandes arterias con venas intrincadas sin fácil acceso. Mansiones infinitas, embajadas y césped recién cortado han ido dando paso también a urbanizaciones más modestas, abrazando con el tiempo a clases medias en busca de espacio y zonas verdes.

En una de estas calles, Luis Gómez-Acebo y su mujer, Pilar de Borbón, compraron en 1967 una parcela. No muy lejos, en la calle Guisando, se levantó posteriormente Villa Giralda, la histórica residencia donde vivieron hasta su muerte los padres de la infanta, los condes de Barcelona, tras instalarse definitivamente en Madrid después de regresar de Estoril. Isabel Preysler o los Villar Mir son otros de los famosos vecinos que han hecho de Puerta de Hierro un lugar casi mítico, siempre sinónimo de salud financiera.

La infanta Pilar y Luis Gómez-Acebo construyeron en esa parcela de 2.400 metros cuadrados una casa de tres plantas que gozaba de todas las comodidades. Algo más de 600 metros edificados en los que instalaron las habitaciones de su numerosa familia, pero también dejaron un generoso espacio para el jardín. Hoy luce algo descuidada. Las persianas caídas, la parra de Virginia trepando por el murete de la entrada, la fachada desconchada en parte. Todavía se conserva la garita de seguridad al lado del garaje que todos los paparazzi de Madrid conocen. Muy pronto todo eso cambiará, según ha podido confirmar Vanitatis.

placeholder Luis Gómez-Acebo, la infanta Pilar y sus cinco hijos. (Getty)
Luis Gómez-Acebo, la infanta Pilar y sus cinco hijos. (Getty)

Cuando falleció la infanta Pilar, en enero de 2020, sus hijos, Simoneta, Juan, Fernando, Beltrán y Bruno, decidieron poner a la venta su patrimonio, que se gestionaba a través de la sociedad San Jacobo desde los tiempos de su padre. La cartera inmobiliaria de esta sociedad estaba formada por varias propiedades adquiridas a lo largo de los años y encabezadas por el domicilio familiar de la infanta en Puerta de Hierro. También contaban con un piso de más de 300 metros cuadrados en la calle Velázquez de Madrid, en plena milla de oro, que estaba destinado a usos profesionales; dos propiedades en Calviá, dentro de la urbanización Sol de Mallorca, o un pequeño piso en la calle Mayor de Madrid.

Ahora ya pueden decir que han liquidado totalmente su herencia inmobiliaria. Todas las propiedades se han ido vendiendo (una de las casas de Mallorca la compró la propia Simoneta Gómez-Acebo), y solo les quedaba el viejo caserón madrileño, la gran joya inmobiliaria de la familia. Los hermanos movieron la venta de esta casa en el ámbito de la confidencialidad, y al final se ha quedado 'en la familia'. Según ha podido saber Vanitatis, han sido el empresario Ricardo Fuster y su mujer, Mónica Sánchez-Navarro, quienes han adquirido la casa por un precio de algo menos de tres millones de euros. Teniendo en cuenta cómo se ha revalorizado el suelo en Madrid en estos años, los hermanos Gómez-Acebo han tenido que desembolsar una generosa cantidad en concepto de plusvalía.

placeholder Simoneta Gómez-Acebo, en el 60 cumpleaños de la infanta Elena. (EFE)
Simoneta Gómez-Acebo, en el 60 cumpleaños de la infanta Elena. (EFE)

Ricardo Fuster, Ricky para la prensa del corazón, es el hermano de Álvaro Fuster, uno de los mejores amigos del rey Felipe VI desde que ambos compartieran clases en Santa María de los Rosales. El entonces príncipe viajó a México para la boda de Ricky con Sánchez-Navarro, y se dice que toda la familia ha protegido siempre la parte más íntima del monarca, al que consideran como de la familia.

Ricardo y Álvaro Fuster son hijos de Ricardo Fuster Conrado y Carmen Garaizabal. Desde los años 20, el apellido Fuster ha sido imprescindible en el tejido empresarial español. Según la prensa especializada, el abuelo, Ignacio Fuster Otero, creó con tan solo 31 años varias empresas, como la Sociedad Española de Frenos, Calefacción y Señales o Autobuses de Barcelona (las primeras estaciones de servicio españolas), las minas de Rodalquilar en Almería y la empresa Adasa, dedicada a armamento de aviación y que aún recuerdan en Pinto, donde los Fuster cuentan con una calle.

placeholder Carmen Garaizabal junto a Álvaro Fuster y su mujer, Beatriz Mira. (Getty)
Carmen Garaizabal junto a Álvaro Fuster y su mujer, Beatriz Mira. (Getty)

Sus hijos le sucedieron y siguieron con la vena emprendedora. Nicolás Fuster Conrado y su hermano Ricardo crearon en 1963 la empresa Stone Ibérica, dedicada al diseño y fabricación de sistemas de climatización para vehículos ferroviarios. Ricardo fue representante en España de la empresa McDonnell Douglas, que vendió en los 80 al Ministerio de Defensa numeroso equipamiento, como los famosos F-18, y consiguió la Gran Cruz del Mérito Naval. Los hijos, Álvaro y Ricky (tienen otros dos hermanos), han desarrollado su carrera laboral en este mismo sector y están apostando fuerte desde hace años por las energías limpias.

Aristocracia empresarial mexicana

Aunque aquí conocimos a Mónica Sánchez-Navarro a raíz de su matrimonio con Ricky Fuster, con el que tiene cinco hijos, la familia es muy conocida en México. Eduardo Sánchez-Navarro, su padre, es fundador del Grupo Questro, dedicado a la promoción inmobiliaria, y su tía, Mercedes Sánchez-Navarro, lleva un tiempo saliendo con el millonario mexicano Carlos Slim. También han desarrollado una importante faceta como empresarios hoteleros en el municipio de Los Cabos, en Baja California Sur, y son fundadores del Festival de Cine de Los Cabos.

Estas credenciales no han impedido que Mónica Sánchez-Navarro se haya labrado su propio futuro. Junto a Tatiana Arelle Caraveo y su cuñada Paulina Lebrija Hirschfeld fundó en 2015 la firma de moda Mon&Pau, que cuenta con un punto de venta en el barrio de Salamanca. "Tras años de venta en bazares solidarios y grandes casas de moda internacionales, llegan a la conclusión de que es posible convertir un material tan noble como la piel en prendas de tendencia y lujo, sin tener que renunciar por ello a la comodidad. Así es como comienzan con la primera colección de pantalones de piel y ante stretch de Mon&Pau, que hoy en día ha crecido a una amplia gama de siluetas y prendas, desde suéters a mocasines", se lee en su página web. Según una experta del sector, "se han convertido en muy poco tiempo en un referente del lujo silencioso".

De momento se desconoce si el matrimonio Fuster Sánchez-Navarro ha adquirido la casa como inversión o porque piensan fijar allí su nueva residencia.

Surgida en los años 70 como refugio de la élite madrileña, en la urbanización Puerta de Hierro, situada al noroeste de la capital, conviven algunas grandes arterias con venas intrincadas sin fácil acceso. Mansiones infinitas, embajadas y césped recién cortado han ido dando paso también a urbanizaciones más modestas, abrazando con el tiempo a clases medias en busca de espacio y zonas verdes.

Poder