Pedro Sánchez, con J.A. Bayona y su pareja en el set de rodaje de 'La sociedad de la nieve'

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitaba los estudios de producción de 'La sociedad de la nieve', en las instalaciones de Netflix en Tres Cantos, Madrid. Allí fue recibido por el laureado director, José Antonio Bayona, que arrasó en los pasados Premios Goya con 12 estatuillas.

Precisamente, fue al recoger el Goya a mejor dirección por esta película cuando protagonizó uno de los momentos más íntimos y románticos, al dar un beso a su acompañante en los labios. Se desconocía que el director tuviera pareja y las redes sociales se incendiaron de inmediato con este momento.

Después se ha sabido que el afortunado en recibir ese beso es Alejandro Navas, de 27 años, un alicantino que también forma parte del equipo de la película, pues estudió Diseño de Moda en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Valencia, y ha sido el coordinador de vestuario en ‘La sociedad de la nieve’.

Explicaba a Pedro Sánchez que “ha sido un reto muy bonito de desarrollar porque muchas necesidades surgían en el set, durante el rodaje”. Le mostraba cómo confeccionaban mochilas con vaqueros y cómo se ponían un jersey encima de otro, todos ellos cosidos a mano por el equipo de vestuario. Con la explicación también del director del film, que le mostraba las gafas que se fabricaron los supervivientes para protegerse de la nieve con un trozo de visera del piloto o las cartas a modo de diario.

Precisamente el diseño de vestuario también recibió un Goya en la pasada edición. Pero no fue lo único que pudo ver de cerca Pedro Sánchez, a quien Bayona acompañó por el set. El presidente se mostró muy interesado y preguntaba cuánto tiempo habían rodado en Sierra Nevada emulando los Andes, a lo que el director le respondía que habían estado cinco meses allí.

En el set se encontraban también algunos actores, como Santi Vaca Narvaja, que en la película da vida a Daniel Maspons. Incluso se atrevía a sentarse en la sala de maquillaje Sánchez, donde mientras le simulaban una herida en la mano, le explicaban que el proceso de caracterización podía tardar hasta una hora y media.