Carlos Alsina confiesa a Jordi Évole por qué es una 'rara avis' y no acude a cenáculos periodísticos ni políticos

El periodista Carlos Alsina, que cada mañana, desde primera hora, conduce el programa ‘Más de uno’ en Onda Cero, ha sido el último invitado al programa ‘Lo de Évole’, que cada domingo emite La Sexta. Totalmente hermético en lo que se refiere a su vida privada, como demostraba una vez más durante la entrevista con el catalán, es uno de los periodistas más valorados de nuestro país y, por tanto, uno de los que más curiosidad generan.

Como reconocía nada más comenzar el programa, “me encanta la tele, me encanta verla en casa, lo que no me gusta nada es salir en la tele”, a lo que Jordi Évole le respondía: “Me sorprendió mucho que me dijeras que sí”. Y Alsina añadía: “Ah, claro, eso sí lo entiendo, porque siempre digo que no”, pues reconocía que, aunque le han ofrecido hacer televisión, “sé que no sé hacer televisión, sé que no me gusta verme en televisión”.

“La radio la ventaja que tiene, o tenía, cuando no teníamos cámaras por todas partes, es que podías hacer todos los gestos que quisieras y no se veía”, confesaba, y explicaba que en televisión cada gesto, cada expresión, se analiza hasta el milímetro y, muy a menudo, se saca de contexto. “Para mí el plató de televisión es un hábitat no solo incómodo, pero… no quiero decir hostil, porque tengo mucho cariño a mis compañeros de televisión”, explicaba. “Pero no es mi entorno”.

“Algunos interpretaron que si yo pongo en apuros al presidente del Gobierno de España sobre la cuestión independentista, es porque yo soy afín al independentismo -confesaba-, hasta el punto de que yo recibí invitaciones para dar el pregón en fiestas patronales de ayuntamientos gobernados por Esquerra Republicana de Cataluña”. “¿Y dijiste que no?”, le preguntaba Jordi Évole”. A lo que Alsina respondía: “Por supuesto”.

“Yo le dedico muchas horas porque me cuesta mucho trabajo ponerme delante del micrófono sin estar seguro de lo que digo. Es casi una cuestión de seguridad propia”, admitía. “Me gusta estudiarme las cosas en la medida en la que puedo”.

“Muchas veces me da la sensación de que eres un tío raro en este oficio, eres una rara avis”, le decía Évole a Carlos Alsina, que comentaba que, por lo general, los periodistas se reúnen con otros periodistas y con políticos, y acuden a comidas o cenas, los “cenáculos y mentideros”, cosa que Alsina no hace. El periodista explicaba que si acudiera a esas citas, y luego tuviera que entrevistar a personajes con los que ha estado comiendo, se sentiría incómodo.

Ante la pregunta de Évole de quién es la persona que nunca da entrevistas y que piensa que debería darlas, Carlos Alsina respondió, sin dudarlo, “el Rey. Debería darlas porque es el jefe del Estado y estaría bien que respondiera a las preguntas de los ciudadanos y de los periodistas. Al final tiene una responsabilidad pública, y creo que al que todo el que tiene una responsabilidad pública se le debería poder preguntar por el ejercicio de sus funciones”, argumentaba.

El periodista confesó, además, que los momentos más difíciles a los que ha tenido que enfrentarse en la radio fueron la mañana del 11-M y el confinamiento, y aseguró que tiene buena relación con Àngels Barceló, pese a la polémica que protagonizaron. Évole intentó sacarle alguna información más personal, como por ejemplo cómo es como jefe, a lo que Alsina respondió diciéndole que le preguntara a su equipo, y explicó que siempre ha sido reservado y que eso le da tranquilidad. “¿Tú de pequeño cómo eras?”, le preguntaba Évole, y Alsina respondía: “Pues era bajito”.