La zapatera de la jet que aparece en el sumario del caso Koldo

Desde que saltó a la luz hace diez días gracias a una exclusiva de El Confidencial, el caso Koldo se ha convertido en el tema número uno de la actualidad en España. Con 20 investigados y 53 millones de euros en contratos públicos en liza, cada día se van conociendo más detalles de la causa, que ha sido asumida por el Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional, que dirige Ismael Moreno, y está liderada por la Fiscalía Anticorrupción y la UCO.

Koldo García Izaguirre, chófer, escolta y asesor del exministro José Luis Ábalos, fue detenido el pasado 20 de febrero por el presunto cobro ilegal de comisiones por la venta de mascarillas. Según la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, habría cobrado sobornos por los contratos que firmaron Adif y Puertos del Estado, dos organismos vinculados al Ministerio de Transportes, con la mercantil Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL. Posteriormente, Koldo habría tratado de blanquear las mordidas mediante diferentes inversiones.

Según ha podido saber Vanitatis, en el sumario de la operación, bautizada con el nombre de Delorme por el apellido del médico que inventó las mascarillas en el siglo XVII, aparece en varias ocasiones el nombre de Beatriz de los Mozos Velasco, una emprendedora vallisoletana conocida por haber fundado la marca de zapatos Flabelus, que han lucido desde Tamara Falcó a Beatrice Borromeo. Según el sumario, Víctor Aldama no trató directamente con las empresas suministradoras de productos sanitarios, sino que contó con hasta cinco intermediarios que facilitaron que el equipamiento sanitario llegara a las administraciones públicas. El papel de estas cinco personas, entre ellas De los Mozos, fue ese: el de ayudar a que el material sanitario tan necesario en aquellos momentos llegara a España.

"Fue altruista. Lo hice por España"

"Lo único que hice fue poner en contacto a un amigo de Londres que me daba garantías y que representaba a una empresa china que vendía este tipo de equipamiento con otro contacto del Ministerio de Transportes. Estaba preocupada por la situación que se estaba viviendo en España y me preguntaba cómo podía ayudar", explica De los Mozos a Vanitatis. La joven diseñadora, de 32 años, no sabía que su nombre aparecía en el sumario del caso Koldo. "Nadie me ha llamado", revela, y remarca que todo lo hizo de forma "completamente altruista" y por las ganas de ayudar en un momento tan crítico. "Quiero que quede claro que no he recibido ni un euro por esa conexión, porque un intermediario recibe dinero, pero yo lo hice por España".

Beatriz de los Mozos asegura que también echó una mano en la cadena de mails que se estableció posteriormente entre la empresa china y el Gobierno para adquirir las mascarillas y demás equipamiento, "porque no se estaban comunicando bien". Prefiere no dar más detalles sobre la negociación, que en la peor fase de la pandemia fue "muy dura".

La joven vallisoletana, que actualmente reside en el extranjero, aparece en el informe de la UCO como intermediaria con los proveedores HRH y Wenzhou Aiyoy Technology. Fue una labor puntual, asegura, porque "conocía a una persona en Air Europa que me podía poner en contacto con el Ministerio de Transportes y canalizar la ayuda que podíamos ofrecer". Con la conciencia tranquila, pero también "mucho miedo", De los Mozos nunca hubiera querido aparecer salpicada por este asunto, en el que solo se metió "por las ganas de ayudar".

Éxito con su empresa

Beatriz de los Mozos estudió Derecho en Valladolid (proviene de una familia de abogados). Trabajó posteriormente en una agencia internacional de fusiones y adquisiciones en Madrid, pero lo dejó para marcharse a Londres a estudiar un Máster en Política Internacional. Luego, según explicó en una entrevista en 'El Español', se involucró en un proyecto relacionado con la inteligencia artificial y la abogacía. En pandemia, sin embargo, decidió apostar por su propio proyecto y fundó Flabelus, una de las marcas de calzado que con más fuerza han irrumpido en el mercado nacional en los últimos años. Con apenas tres años de vida, la firma ya está presente en espacios minoristas de más de 40 países, cuenta con tres tiendas propias (una en Londres) y crece de forma exponencial.