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La herencia millonaria de Laura Valenzuela un año después de su muerte: una venta y un "lavadito de cara"
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La herencia millonaria de Laura Valenzuela un año después de su muerte: una venta y un "lavadito de cara"

Lara Dibildos, un año después de la muerte de su madre, aún conserva la imponente propiedad familiar ubicada en el paseo de la Castellana. La de Marbella ya no forma parte del patrimonio de la actriz

Foto: Lara Dibildos y Laura Valenzuela, en una imagen de archivo. (Europa Press Reportajes)
Lara Dibildos y Laura Valenzuela, en una imagen de archivo. (Europa Press Reportajes)

El 17 de marzo de 2023, Lara Dibildos recibía la peor de las noticias: su madre, Laura Valenzuela, fallecía a los 92 años dejando atrás un legado para el recuerdo y una hija y dos nietos que la adoraban. Un año después, a su hija aún se le anegan los ojos de lágrimas cuando la recuerda.

Rocío Laura Espinosa López-Cepero fue una de las reinas de la época dorada de la televisión. Laurita, como la conocían los que por aquel entonces trabajaban con ella (tan solo tenía veinte años), prefirió el calor del hogar y la entrega a los suyos antes que su exitosa carrera.

Una entrega que marcó su vida hasta el final de sus días hace ahora un año y que la mantuvo siempre alejada de la vida social, disfrutando de los suyos en sus dos casas, donde reunía a su familia y a sus íntimos amigos que muchos aún recuerdan con cariño.

El matrimonio Dibildos-Valenzuela dividió su vida entre Madrid y Marbella, en dos propiedades de lujo en las que vieron primero crecer a su única hija, su mayor orgullo, y después a sus dos nietos.

Un año después, Lara confirma en conversación con Vanitatis las decisiones que ha tomado durante los últimos doce meses con respecto a las dos propiedades que heredó. Una de ellas la vendió y a la hora le dio “un lavadito de cara”.

Un “lavadito de cara” necesario

La casa en la que más tiempo pasó Laura Valenzuela y en la que vivió hasta el último día es la que el matrimonio adquirió en Madrid en pleno corazón de una de las grandes arterias de la capital: el paseo de la Castellana. Una vivienda de dos plantas unidas por dos escaleras (una de ellas de servicio) en la que residió junto a su hija y sus nietos y de la que Lara no ha podido deshacerse.

Con sentimientos encontrados, ya que los primeros meses fueron muy duros para ella al recordarle cada cosa a su madre, lo cierto es que con decisión y un nudo en la garganta, tal y como ella misma nos ha relatado, cogió un par de botes de pintura y compró algunos muebles nuevos para darle un nuevo aire y continuar viviendo allí.

Una declaración que descarta por completo los rumores que apuntaban a que estuviera a punto de ponerla a la venta con ayuda de su expareja, Cándido Conde-Pumpido, de quien se dice que la está ayudando con algunos de los papeleos pendientes aún de la herencia de su madre.

Valorada en algo más de 3 millones de euros, según expertos consultados del sector inmobiliario, hace años ya sufrió una gran modificación y fue dividida en dos apartamentos separados: en uno continuó viviendo ella; en otro, su hija y sus nietos, que la acompañaron hasta su último aliento. Con dos entradas independientes, antes de la obra, tal y como ha podido saber Vanitatis, ocupaba una superficie aproximada de 500 metros cuadrados entre las dos plantas: la planta baja, de 253 metros cuadrados, constaba de vestíbulo y cinco habitaciones grandes, cocina, cuarto de plancha y office.

Además, tenía dos aseos (uno de ellos para el servicio) y guardarropa. Una casa con una luz maravillosa, ya que recorría todo el esquinazo con vistas a la arteria capitalina. Por supuesto, ese esquinazo corresponde a una terraza que va de lado a lado de 3 y 2 metros de profundidad, respectivamente, perfecta para recepciones en casa.

placeholder Lara Dibildos, con Cándido Conde-Pumpido en el tanatorio de María Teresa Campos. (EFE/Daniel González)
Lara Dibildos, con Cándido Conde-Pumpido en el tanatorio de María Teresa Campos. (EFE/Daniel González)

La otra planta, en la que vivía Lara, estaba enlazada con la anterior por dos escaleras privadas y ocupa una superficie similar, de aproximadamente 250 metros cuadrados. Constaba antes de la reforma de 6 habitaciones, cuatro baños, una habitación de servicio y un pequeño tendedero. Además, disponía de una terraza de 7 metros cuadrados. Como remate de esta maravillosa vivienda, la casa cuenta con otra terraza más que cubre la parte alta de la casa con unas vistas inmejorables al skyline de Madrid.

Tras el fallecimiento de Laura, Lara ha heredado la mitad de la propiedad, ya que desde la muerte de su padre en 2004, constaba en la nota simple de la casa como copropietaria de la misma.

A día de hoy, tal y como se aprecia en la documentación a la que ha tenido acceso Vanitatis, oficialmente continúa la nota simple igual que entonces. Aún no ha sido modificada en el registro de la propiedad o el cambio no se ha hecho efectivo.

Foto: Lara Dibildos, en una imagen de archivo. (Getty/Carlos Álvarez)

La venta de la villa marbellí

El destino de la casa de Madrid no ha sido el mismo que el de la de Marbella. En verano, los Dibildos ponían rumbo a su paraíso en la Costa del Sol. Ubicada en la exclusiva urbanización Guadalmina, la familia siempre veraneó en la impresionante casa que poseían en Marbella: una vivienda unifamiliar de unos 600 metros cuadrados construidos sobre una parcela de algo más de 4.000.

Una vivienda carísima de mantener que Lara puso a la venta con todo el dolor de su corazón en diciembre y que poco después vendió, tal y como ella misma ha confirmado a Vanitatis en primicia.

La casa, de nuevo distribuida en dos plantas (una de 400 y otra de 200), cuenta con 7 dormitorios, cuatro baños y hasta un acogedor jardín interior que aporta aún más luminosidad al amplio salón comedor del que dispone.

Rodeando la casa, unos 120 metros cuadrados de terrazas y porches dan pie a un cuidado jardín donde poder pasear y bañarse en la piscina privada, de la que, por supuesto, también dispone a pesar de su cercanía al mar (a apenas unos minutos). No es por tanto de extrañar que haya tardado tan poco tiempo en venderla (apenas un par de meses) pese al elevado precio de venta, por encima de los 4 millones de euros.

Ya el pasado verano, Lara optó por otros destinos, como Tarifa, donde fue fotografiada junto al hijo del presidente del Tribunal Constitucional, a quien, tras algo más de cuatro meses de intensa relación sentimental, ahora tan solo le une una de sincera amistad.

Aunque durante las últimas semanas se ha rumoreado mucho sobre una posible reconciliación, la actriz ha desmentido tajantemente todas las informaciones en esta línea asegurando que, al menos de momento, no tiene ninguna intención de retomar su romance con el abogado.

Por lo pronto, Lara se encuentra haciéndose aún a la vida sin su madre, a quien extraña cada día y volcada en su trabajo como actriz sobre los escenarios y en la vida de sus dos hijos, fruto de sus relaciones con Fran Murcia (el mayor) y con Álvaro Escassi (el pequeño).

El 17 de marzo de 2023, Lara Dibildos recibía la peor de las noticias: su madre, Laura Valenzuela, fallecía a los 92 años dejando atrás un legado para el recuerdo y una hija y dos nietos que la adoraban. Un año después, a su hija aún se le anegan los ojos de lágrimas cuando la recuerda.

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