Arantxa Sánchez Vicario vs. Santacana: las finanzas del marido sorprenden en el juicio

La guerra entre Arantxa Sánchez Vicario y su todavía marido, Josep Santacana, sigue abierta, y es precisamente su divorcio lo que les mantiene enfrentados. El proceso judicial que debe decidir las condiciones de su separación oficial empezó en 2019 y sigue su curso sin llegar a una solución.

La expareja tiene citas pendientes en los juzgados del condado de Miami-Dade hasta finales de abril. Un caso de una complejidad cada vez más intensa que tiene numerosos flecos pendientes. Uno de ellos, y acaso el más importante, es el relativo a las finanzas de ambos.

La juez de Miami ha pedido en reiteradas ocasiones que ambos presenten sus documentos financieros, que aporten sus ingresos y los orígenes de estos. Sánchez Vicario lo hizo hace un tiempo y su marido remoloneaba hasta hace poco. Fue el pasado 20 de febrero cuando Santancana presentó su ‘financial affidavit’, es decir, la declaración jurada de sus finanzas.

Y el documento ha dejado a todos “anonadados”, tal y como declara a Vanitatis una de las personas implicadas en el caso, alguien que prefiere no dar su nombre para preservar de interferencias el proceso. Vanitatis ha podido comprobar todas las informaciones aquí aportadas con documentos oficiales entregados en la citada corte de Florida.

2.295 euros al mes

Santacana ha presentado su declaración y “ha puesto bajo juramento que la única fuente de ingresos que tiene son 2.500 dólares (2.295 euros, al cambio) procedentes de Sports La Masía por una inversión que hizo”. Según las mismas fuentes, el papel en el que informa de sus ingresos no va acompañado de nada más, “nada de nada, ni un documento apoyándolo... dice que ha hecho negocios con La Masía, pero no sabemos qué es exactamente”.

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Si buscamos en el Registro Mercantil una empresa con el apelativo señalado no aparece nada relacionado con lo que todos podrían imaginar: La Masía del FC Barcelona. En España sólo hay una sociedad llamada Sports La Masía. Se trata de una empresa con sede en Valencia, en concurso de acreedores desde octubre de 2023 y en la que Santacana no aparece como socio ni en ningún otro cargo.

Preguntamos en los juzgados de Miami y no pueden aportar más datos que los que aquí adjuntamos: avisan de que el marido de Arantxa sólo ha aportado una declaración jurada en la que informa de la procedencia de sus ingresos pero sin añadir ningún documento más, tal y como indica la fuente antes citada. “No tenemos palabras para describirlo”, dice esta persona.

Nueva demanda

Ante esta situación, desde la defensa americana de Arantxa ya se han puesto manos a la obra. Según ha podido saber Vanitatis, preparan una nueva demanda por abusos en el litigio y por fraude y manipulación contra Santacana y contra sus abogados estadounidenses.

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La cuestión, lo advertíamos, es enrevesada. Sánchez Vicario y Santacana ya se enfrentaron por este motivo el pasado agosto: ella le acusó en los juzgados y pedía una sanción económica en contra de su todavía marido (al menos de forma oficial) por no haber presentado los documentos financieros que se habían reclamado tantas veces.

Lo poco que queda claro con estos movimientos es que ambos quieren recuperar parte del patrimonio millonario que la extenista amasó durante su larga carrera y esperan que uno u otro lo haga aflorar en el proceso de divorcio. Un proceso que se alarga de forma eterna. Y que tiene sus ramificaciones en España, algo que ha quedado reflejado también los la corte americana.

La condena española

Santacana y Sánchez Vicario fueron condenados a principios de año por la justicia española por un delito de alzamiento de bienes tras haber sido acusados por el Banco de Luxemburgo, entidad con la que contrajeron una deuda millonaria. La extenista acordó la pena con la Fiscalía y el banco y terminó con una condena de dos años de prisión, un ingreso penitenciario que no se hará efectivo. Mientras, Santacana fue sentenciado a más de tres años de prisión, con lo que si la sentencia fuera firme debería ser encarcelado.

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Su defensa ha presentado un recurso y la pena, por el momento, no se puede ejecutar. Este caso español ha entrado también en el proceso americano, ya que la defensa de Sánchez Vicario informó a la juez de Miami de que Santacana había sido condenado a tres años y tres meses de prisión. Se informó el 16 de febrero, cuatro días antes de que Santacana presentara finalmente sus finanzas.

La casa de Paraiso Bay

En su separación hay otro apartado, uno más: Santacana acusa a Sánchez Vicario de haber violado la ley al vender su apartamento de Miami. El empresario presentó una moción ante los tribunales acusando a su exmujer por la venta de la propiedad de Paraiso Bay de forma fraudulenta. Arantxa y Josep lo compraron en 2015, a través de una empresa a nombre de ambos, para ir a vivir con toda su familia.

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La excampeona puso la propiedad a la venta en 2018, cuando empezó el proceso de divorcio, y ahora Santacana la acusa de haberse saltado la ley. Lo curioso, según informan a Vanitatis las mismas fuentes, es que Santacana entregó su parte de la empresa propietaria del apartamento a Sánchez Vicario con un anexo en el que la autorizaba a venderlo.

"El fin justifica los medios", decía Maquiavelo, y parece que si hay una guerra, esa aseveración cobra todavía más fuerza. Al menos en la guerra que libran de manera salvaje la mejor deportista española de todos los tiempos y el que fuera su marido.