Alejandra Ruiz Rato, la mujer de la vida de Espartaco

Alejandra Ruiz Rato, la hija mayor del torero Juan Antonio Ruiz Espartaco, se ha convertido en la mujer más importante de su vida. La joven, casada y madre de una niña, vive con su padre en su finca de Sevilla y fue su acompañante en la presentación de un libro biográfico sobre el torero que tuvo lugar en la tarde del jueves 21 de marzo en el salón Colón del ayuntamiento de Sevilla.

TE PUEDE INTERESAR

Alejandra Ruiz Rato y Espartaco: la empresa que les une a pesar de un cambio sorprendente

N. Zazo M. Guerrero

Para sorpresa del propio Espartaco, al acto acudió su padre, Antonio Ruiz, convaleciente de una operación pero en plena forma a sus 83 años. Llegó acompañado de otro de sus hijos, Víctor. Su esposa, Dolores Román, no pudo asistir.

Curiosamente, en ese mismo lugar el torero recibía sólo dos meses antes el VIII Premio Ayuntamiento de Sevilla, otorgado por el alcalde, José Luis Sanz. En aquella ocasión le acompañaron sus dos hijas mayores, pero su hijo, que estudia Farmacia en Navarra, no pudo estar presente.

Para el torero, su mayor éxito en la vida han sido sus tres hijos y ahora, al verlos convertidos en adultos, sigue mostrando su orgullo por ellos: “Me da mucha alegría porque han estudiado mucho, han luchado mucho, los tres tienen sus carreras. Son todos estupendos, cada uno en lo suyo. Quizás Ale es la que más se parece a mí en carácter”. “A Juan también le gusta torear, ponerse delante del toro. Ahora termina su carrera de Farmacia y espero que pueda ejercer otra profesión, porque esta es muy difícil y complicada. Aunque me gusta que él la respete tanto como lo hace y disfrute poniéndose delante de un toro o una vaca”.

El libro biográfico se llama 'Espartaco, gran maestro del toreo'. Su autor es Carlos Crivell y ha sido editado por El Paseíllo. El autor recordó en la presentación algunas de las hazañas más destacas del protagonista: “El libro se divide en 20 capítulos, en los que se recogen fechas importantes de su vida, como su vuelta a los ruedos el 5 de abril del 2015 por la ilusión de que su hijo Juan lo viera y para darle la alternativa a Borja Jiménez”.

Alejandra, elegantísima toda de negro, no se separó de su padre, con el que tiene una gran complicidad. La joven fue mamá por primera vez el pasado año y vive en la finca familiar de Constantina con su padre, su marido, Ernesto Novales, y su hija.

La pequeña cumplirá su primer año el próximo mes de abril y es el juguete de toda la familia. Juan Antonio nos confirma que fue bautizada en la intimidad familiar hace unos meses: “El padrino fue mi hijo y la madrina, la hermana de Ernesto, Blanca. Los padrinos han sido sus tíos y se ha bautizado en la intimidad familiar. A mí me gusta así y a mis hijos les pasa igual, les gusta disfrutar de la intimidad familiar. Estamos todos muy unidos, nos gusta celebrar las cosas todos juntos. Por supuesto, también con su madre, estamos todos”.

Sobre si se ha normalizado todo con Patricia Rato, que ha vuelto a casarse pero sigue estando presente en su vida, afirma con rotundidad: “La vida es muy larga, y nada en la vida, ni tampoco las personas, somos perfectos. A veces nos podemos equivocar, pero lo importante es intentarlo, reconocer las cosas e intentar llevarte bien con todo el mundo. Y el amor, el amor que todo lo puede, para tus amigos, tu exmujer, tu familia, para todo. Patricia siempre será mi familia”.

Lo cierto es que en esta faceta de abuelo se encuentra más feliz que nunca y asegura que está deseando repetir, aunque eso depende de los padres.

Durante el acto se resaltó la carrera profesional del diestro, pero también su faceta humana. Crivell explicaba: “Ha sido igual de grandioso como torero que como persona. Comenzó siendo muy buen torero pero su obsesión era torear cada vez mejor y lo consiguió, pero solo una persona como él puede lesionarse en un partido de fútbol benéfico, como le pasó a él. Fue en Valencia el 11 de diciembre del 94. Se rompió la rodilla y tras cinco operaciones, tres años retirado, viajes a Houston, a Barcelona… consiguió volver en 1999”.

El autor agradeció la colaboración de la familia de Espartaco, especialmente a sus hermanos y a su padre, que le han contado muchísimas anécdotas, y la de su apoderado taurino, Rafael Moreno, presente en el acto, cuyo libro, 'Espartaco, el largo y difícil camino del éxito', ha sido también un referente para esta obra.

Juan Antonio, al tomar la palabra haciendo gala de su gran humildad, afirmó: “Me hubiera gustado leer este libro sin ser el protagonista. No me acostumbro a que hablen de mí. Me di cuenta que debía retirarme el día que empecé a alegrarme del triunfo de los demás porque este mundo es tremendamente competitivo, pero aun así siempre he sentido un tremendo respeto por todos mis compañeros, y a día de hoy sigo sintiéndolo así”.