Carlos Cánovas, exmarido de Silvia Tortosa, se defiende de las acusaciones

El sábado 23 de marzo fallecía a los 77 años Silvia Tortosa en Barcelona. El domingo fue el entierro y surgió el conflicto al asegurar desde el entorno de la actriz que ella no quería que su expareja Carlos Cánovas, con el que estuvo diecisiete años, acudiera al cementerio. Una afirmación que el productor niega en esta entrevista. Reconoce que como todas las rupturas fue triste, pero que en la actualidad mantenían buena sintonía.

Cuando le diagnosticaron el cáncer en 2019, lo contó a través de su canal de YouTube y en el programa 'Sábado Deluxe'. No apareció como una mujer doliente, sino todo lo contrario. Explicó que el descubrimiento había sido en una exploración rutinaria, que la habían operado y que la vida continuaba. En esas fechas quien estaba a su lado era Carlos Cánovas, con quien se había casado en Estados Unidos. En las fechas de la enfermedad, Silvia Tortosa hablaba así de su marido: “Tras casi 12 años de convivencia, Carlos no es solo mi pareja y mi principal apoyo, es un hombre fuerte y que me contagia su fortaleza y tranquilidad. Me resultaría impensable y aterrador no tenerle a mi lado en estos momentos". Hablamos con él.

¿Cómo te encuentras?

Es una situación dolorosa por la muerte de Silvia. Estuvimos diecisiete años juntos, y los amigos y periodistas que nos han tratado durante esos años pueden confirmar que éramos una pareja feliz.

Os separasteis hace cuatro años y muy pocos lo sabían.

Así es. Todas las rupturas son dolorosas y lo fue para los dos. A Silvia la he querido mucho, pero decidimos separarnos.

Han hablado desde su entorno asegurando que la hiciste sufrir.

Que salgan con sus nombres y apellidos y den datos. No entiendo la necesidad de buscar la parte negativa de nuestras vivencias. Silvia siempre fue una mujer discreta en todo lo que tuviera que ver con su vida privada. Comenzamos a salir en 2009 y nunca nos escondimos. Nos separamos y cada uno comenzó su vida por separado.

"Era una mujer muy honesta con su manera de ser y de pensar. No tenía doble rasero. Consideraba que la intimidad no tenía precio"

Cuando rompisteis podía haberlo contado a través de una exclusiva.

Sí, y no lo hizo. Era una mujer muy honesta con su manera de ser y de pensar. No tenía doble rasero. Consideraba que la intimidad no tenía precio.

Entonces, ¿por qué dicen desde su círculo íntimo que la hiciste sufrir?

Insisto, que lo expliquen. Ella ya no está para rebatir esas informaciones. Es verdad que por una cuestión médica me dijeron que para estar más tranquila era mejor que estuviera apartado.

Incluso aseguran que Silvia dejó dicho que no quería que fueras a su entierro.

Eso no es verdad, que me lo demuestren. Jamás habría dicho eso. Tony, su representante, me conoce desde que empezamos y sabe que a Silvia todo esto no le hubiera gustado. Y no entiendo esas afirmaciones, que saben que no son verdad. Si Silvia hubiera querido hablar, lo habría hecho. Y todo esto lo cuentan con el cuerpo de Silvia caliente.

Te llaman el viudo doliente.

Doliente lo soy y viudo también porque nos casamos en Estados Unidos.

Critican esas mismas personas que al poco de romper empezaras una historia con una actriz joven con la que Silvia había trabajado.

De esta persona no quiero hablar. Nosotros ya no éramos pareja y, por lo tanto, cada uno era libre de comenzar nuevas relaciones. Silvia sabía con quién estaba y cuáles eran las circunstancias. Sabía quién era la persona de la que me había enamorado y lo hablamos.