Así­ es Samaná, la isla dominicana en la que Amelia Bono ha pasado sus vacaciones

Dicen que viajar despeja la mente. Te abre nuevos horizontes, te vuelve a conectar con lo que realmente te apasiona y te ayuda a ver las cosas con más perspectiva. Y en épocas de grandes cambios, es posible que coger un avión y plantarte en la otra punta del mundo te dé el empujón que necesitas para hacerte a esos aires nuevos. Si no, que se lo pregunten a Amelia Bono, que tras un cambio profesional y otro personal, ha viajado hasta República Dominicana para recargar las pilas.

Fichar por la misma agencia de representación que Victoria Federica y separarte de Manuel Martos tras 20 años de matrimonio no son moco de pavo. Por suerte, no hay destino de sol y playa incapaz de aligerar tanto movimiento vital. Conocíamos hace unos días que Amelia Bono había puesto rumbo a la isla dominicana de Samaná, donde se ha estado alojando en Cayo Levantado Resort. Se trata de un complejo hotelero de lujo rodeado de palmeras que dispone de todo tipo de servicios de alto standing y cuenta con habitaciones a pie de playa.

Samaná es una pequeña isla de aproximadamente un kilómetro de longitud ubicada frente una de las bahías más exclusivas del país. La zona es conocida por disfrutar de playas de arena blanca, aguas cristalinas y una vegetación tropical de lo más especial. También dispone de cascadas, cuevas y diversos bosques. Todo un paraíso para aquellos a los que es gusta disfrutar de la belleza natural y de la diversidad de paisajes. No es de extrañar, pues, que alojarse en una de las habitaciones de este resort cueste unos 750 euros la noche.

Sabemos que durante sus vacaciones en este pequeño trozo de cielo, Amelia Bono ha tomado el sol, se ha bañado en la playa y ha cenado en el restaurante del hotel en diversas ocasiones, pero Samaná ofrece también multitud de actividades para los más aventureros. Desde buceo hasta la observación de ballenas, una de las experiencias más demandadas, y más especialmente entre enero y marzo, que es la temporada de migración de las ballenas jorobadas.

Y qué decir de la gastronomía de la zona, conocida por su gran influencia caribeña, algo que se refleja también en la vida nocturna de Samaná. La isla goza de multitud de festivales y encuentros culturales, donde la música y el baile juegan el papel protagonista. Desconocemos si Amelia Bono se ha dejado contagiar por el ritmo dominicano, pero lo que está claro es que ha podido disfrutar de una escapada de lo más relajante y tropical.