Un adiós conmovedor: el chef José Andrés, desolado en el funeral de uno de sus voluntarios fallecidos en Gaza
El famoso cocinero, que ha trascendido los límites de la cocina para abrazar la humanidad con su excelente labor, aparece desolado en el funeral de uno de sus voluntarios fallecidos en Gaza
En medio del dolor por el ataque que se cobró la vida de siete voluntarios de su organización, World Central Kitchen, José Andrés ha acudido al funeral de uno de ellos con el reflejo en su rostro de la desolación y el pesar por la pérdida. El suceso, que tuvo lugar el pasado 1 de abril, ha dejado una profunda herida que será difícil de superar, pero lejos de mermar las fuerzas del chef ha hecho que crezca aún más su compromiso con las personas que arriesgan su vida por los demás.
El chef ha querido ser testigo en primera persona del último adiós a Damian Sobol en Polonia, donde sus familiares y amigos le han homenajeado aún sin terminar de asimilar todo lo que ha pasado.
Una despedida de lo más emotiva que ha tenido lugar en un sitio elegido con toda la intención: en la estación de tren de Przemysl, donde llegaron miles de ucranianos en 2022 y donde comenzó la carrera como voluntario de Sobol. Finalizada la ceremonia, el español incluso cocinó con algunos de los allí presentes para todos. Un gesto de homenajeaba la labor de su amigo y cooperante.
"Las siete personas asesinadas en una misión de la World Central Kitchen en Gaza el lunes eran lo mejor de la humanidad. No son personas sin rostro ni nombre. No son cooperantes genéricos ni daños colaterales de guerra", declaraba a tavés de su Instagram el chef. En esta misma red social, él mismo ha puesto cara y nombre a los siete héroes fallecidos.
José Andrés, un hombre comprometido
Esta no es la primera vez, ni será la última, que el chef pone al servicio de los más necesitados su talento culinario y su lado más humano. En 2010 lo pudimos ver en Haití para aportar su granito de arena tras el devastador terremoto que asoló el país. José Andrés no tuvo ningún reparo en ponerse al lado de las familias, que le enseñaron a cocinar los frijoles negros a la manera en que se cosumen allí. La labor no era únicamente dar alimento, sino escucharles y llevarles paz a su alma después de vivir una crisis así.
"Cuando se necesitan servicios médicos, se traen médicos y enfermeras. Cuando se necesita reconstruir infraestructuras, se traen ingenieros y arquitectos. Y si tienes que alimentar a la gente, necesitas chefs profesionales", es el lema que comparte en la web de World Central Kitchen, la organización que fundó junto a su mujer, Patricia, y que le ha llevado a alzarse con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia en el año 2021.
En el mundo ha llovido mucho desde entonces y la respuesta de la organización ha sido increíble. Ha llevado su labor a refugiados que llegan a la frontera de Estados Unidos, apoya a las familias ucranianas que sufren bajo la invasión rusa y no faltaron sus manos para ayudar en todo lo necesario cuando el mundo se enfrentó a su peor momento, la pandemia provocada por el Covid-19.
En medio del dolor por el ataque que se cobró la vida de siete voluntarios de su organización, World Central Kitchen, José Andrés ha acudido al funeral de uno de ellos con el reflejo en su rostro de la desolación y el pesar por la pérdida. El suceso, que tuvo lugar el pasado 1 de abril, ha dejado una profunda herida que será difícil de superar, pero lejos de mermar las fuerzas del chef ha hecho que crezca aún más su compromiso con las personas que arriesgan su vida por los demás.