Sandro Rosell retoma su proyecto más personal en el pueblo de sus padres en Lleida

Cuando Sandro Rosell entró en prisión, estaba en pleno desarrollo de uno de sus proyectos más queridos. El empresario, que tras dos años encarcelado salió absuelto, vio cómo bloqueaban sus cuentas y era acusado de algo que nadie pudo probar jamás. Salió ‘tocado’, pero no hundido, y ahora, con la vida de nuevo en sus manos, ha decidido retomar esos proyectos que le daban la felicidad.

Pero claro, el tiempo a veces estropea lo material y es lo que ha sucedido en este caso. Rosell había empezado a construir la Cova d’en Rosell, un complejo hotelero del que ya es propietario. Se trata de la cueva en la que jugaba de pequeño, cuando pasaba los veranos en el pueblo de sus padres, en este rincón de Lleida.

Así que decidió darle un toque personal y convertir la cueva en un espacio en el que los huéspedes encontraran la paz. Nada de móvil, mucha meditación, y todo el tiempo del mundo. El mismo tiempo que cayó sobre su vida y que deterioró las obras que habían empezado antes de su ingreso en prisión.

El tiempo lo deterioró

Ahora está inmerso de nuevo en el desarrollo del proyecto de la Cova, pero ha tenido que empezar de cero. Así pues, lejos de poder inaugurar inmediatamente, como esperaba, deberá esperar hasta un año. Es en Àger donde dice que le gusta desconectar, hacer deporte, correr por las montañas y montar en bicicleta. Por eso quería ofrecer su rincón a unos pocos huéspedes.

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Porque con el tiempo, el expresidente del Barça se ha convertido en un yogui experto y dedicado y en su cueva quiere que se enseñe y se practique esta disciplina. Cuando Sandro piensa en Àger se acuerda de Josep Maria y Roser, sus socios en el camping del pueblo, un negocio en el que entró Rosell como una forma de mantenerse atado a sus raíces.

Las estrellas

El romanticismo del que hace gala Rosell con los suyos, siempre en petit comité, queda plasmado en este rincón, dentro del que se inaugurará la Cova d’en Rosell. Porque una de las ofertas más llamativas es que ofrecen la posibilidad de ver las estrellas: sus noches astronómicas, algo especial en esta zona por la poca contaminación lumínica que registra. Es acaso su negocio más personal, íntimo incluso.

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Así describen la propuesta desde el establecimiento: “Las noches astronómicas son un evento privado y recomendable para grupos. Solo exclusivo para nuestros clientes. Se organiza desde las misma instalaciones del camping y está liderado por un equipo de astrónomos. Empezamos la noche con una breve charla introductoria sobre el Universo a través de unas imágenes espectaculares. Después, bajo el cielo estrellado, podremos observar en primera persona el cielo más oscuro de Cataluña con la ayuda de telescopios, de láseres punteros y del equipo de astrónomos”.

Cambio de vida

Las instalaciones, situadas en pleno valle y rodeadas de naturaleza, cuentan con una pista de pádel, un gimnasio con máquinas y zona de yoga, un campo de fútbol, una cabina de masajes, una sala de lectura y reuniones familiares, una zona común de servicios y un comedor común. Además de la zona de acampada, el establecimiento ofrece 10 bungalows de madera y 10 habitaciones de estilo convencional, todas con jardín privado.

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Sandro Rosell ha rehecho su vida, rota en pedazos, y ha vuelto a la vida social. Casado con Marta Pineda, quien también fue detenida en su momento, tienen dos hijas, Rosell abandonó la presidencia del Barça cuando estalló el caso Neymar, aunque en aquel momento él adujo motivos personales. Muchos hablaron entonces de que sentía miedo, de amenazas a su integridad y de su voluntad de proteger a su familia.

Empresa saneada

Por este motivo abandonó Barcelona por un tiempo y se instaló en Londres, pero la edad de las niñas, adolescentes casi adultas, no facilitó alargar la estancia. Así que volvió a Barcelona y entonces empezó su calvario. Ya terminado el infierno, Sandro quiso incluso demandar a quienes le habían acusado, algo que no prosperó.

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Iniciatives d'Ager, la sociedad que gestiona el camping del pueblo del padre de Rosell y la que desarrolla el proyecto de la cueva, tiene unas cuentas saneadas, con unos activos netos de 1,3 millones de euros e ingresos de casi medio millón en su último balance, fechado en 2022. La empresa gestiona el camping desde 1989, pero Rosell y sus socios, amigos de la infancia, tomaron las riendas en 2007. Una empresa que funciona como un reloj y que debe asumir ahora ese proyecto especial del expresidente blaugrana.