La luna de miel de la hija de Severiano Ballesteros en Japón tras su bodón en la finca de los Botín

El sábado 11 de mayo, tal y como adelantamos en Vanitatis en primicia, Carmen Ballesteros Botín, hija del laureado golfista y sobrina (y ahijada) de Ana Botín se casó con Juan Diego García tras varios años de solvente relación. Una boda celebrada por todo lo alto en Cantabria en la finca familiar de Puente San Miguel y organizada por las expertas manos de A-Típica, uno de las empresas de wedding planners favoritas de la alta sociedad.

Tras dos días de intensas celebraciones que comenzaron en Pedreña, localidad natal del padre de la novia, fallecido a la corta edad de 54 años por un tumor cerebral, la pareja puso rumbo a Japón donde desde hace días disfrutan de un completo recorrido por algunas de sus ciudades más llamativas.

Una luna de miel que los recién casados han ido compartiendo desde hace unos días en sus redes sociales desvelando algunas de las paradas de su envidiable recorrido. Kyoto fue el primer destino desde el que publicaron algunas fotos, disfrutando de la aclamada gastronomía japonesa y visitando algunos templos como el de Kiyomizu, parada obligatoria en su gira.

Más tarde pusieron rumbo a Nara, otra de las zonas más visitadas por los turistas que viajan al país nipón. Capital de la prefectura que lleva el mismo nombre, en la zona sur central de Honshu, cuenta con templos y obras de arte que datan del siglo VIII. No obstante, es especialmente conocido por su impresionante parque donde habitan ciervos que tanto Carmen como Juan Diego dieron de comer, como dos turistas más.

Durante los próximos días, continuarán con su periplo de amor y lujo por el país antes de poner rumbo a unos días de desconexión absoluta en un destino de playa. Maldivas, Bora Bora o la Polinesia Francesa son algunos de los destinos que los novios suelen elegir, aunque los hay que lo combinan con algunas ciudades de la costa Oeste de Estados Unidos como Los Ángeles.

Un viaje de novios cuya preparación se ha cuidado al detalle como el resto de su enlace, en el que estuvieron acompañados por multitud de familiares y amigos que compartieron su felicidad, brindaron por su amor y sobre todo, mantuvieron vivo el recuerdo de Severiano Ballesteros, a quien su hija echó aún más en falta si cabe en su gran día.

La vinculación con Japón

De hecho, en su faceta de diseñador de campos de golf, en el año 1982 Seve Ballesteros diseñó junto a Dave Tohomes su primer campo de Narita, en Japón. Sería el primero de muchos: también fue el responsable de dar forma a los de Izumi, Oita, Sapporo y Nagoya. En total, construyó 30 campos por todo el mundo antes de retirarse como jugador y seguro que su hija, como parte de la fundación que lleva su nombre, no dudará en visitar los que pueda durante su periplo nipón.

Como curiosidad también vinculada al país elegido por su hija para su primera parada del viaje de novios, fue el Open de Japón el último que ganó de soltero, apenas diez días anets de casarse con Carmen Botín O’Shea, de la que se separaría tras 16 años de matrimonio y tres hijos en común.