Paz y Anna Padilla afianzan su marca con una nueva colección: “Por ser madre e hija no tenemos que ser idénticas”
Madre e hija acaban de presentar la última colección de su marca No Ni Ná, que fue creada en 2019 y triunfa en redes sociales
Tras más de cinco años al frente de No Ni Ná, marca que crearon para aglutinar muchas de las colaboraciones con las que trabajaban, ahora apuestan por prendas propias. Paz y Anna Padilla afirman que su éxito comenzó por su apellido, pero todo trabajo tiene su recompensa. “Merece la pena cuando ves a la gente con tu ropa por la calle”, explica ilusionada la benjamina.
Al principio fueron muchas las comparaciones que querían colocar a Anna a la sombra de la humorista. Sin embargo, lo que tienen en común es su lucha contra la monotonía. Paz se encuentra estudiando un máster de coach y la influencer sigue formándose con un curso de interpretación, aunque niega que quiera ser actriz.
No solo en el aprendizaje, también a nivel profesional. “Hay muchos codazos, y eso me lo enseñó Loles León. Al final quien llega es la gente con talento, no los que empujan”, explica Padilla entre pregunta y pregunta. Y es que ahora ha vuelto a las tardes de la mano de Ana Rosa, donde han sido muchos los reencuentros y las novedades.
No obstante, todo acaba en el mismo punto: Zahara de los Atunes, en Cádiz. Lugar natal de la cómica y donde ambas han construido su refugio vital. Allí nació No Ni Ná y es donde han encontrado la inspiración para marcar su propio perfil con nuevas prendas. Por este motivo, madre e hija han hablado con Vanitatis para presentarnos los retos que afrontan más unidas que nunca.
Lleváis meses trabajando en el día de la presentación. ¿Ha sido fácil?
A.P.: No sé si fácil es la palabra, pero ha merecido la pena. El momento del evento me estresa muchísimo porque es mi propia marca y quiero que salga todo perfecto. Siempre pienso: ‘¿Y si hago todo esto y no viene nadie o no gusta?’. Ese miedo siempre lo tienes durante todo el proceso. Muchas veces lo que tú piensas que va a ser la prenda estrella, no lo es y gusta otra cosa porque es una lotería. Es fantástico ver el feedback de la gente en lo que llevas tanto tiempo trabajando. Cuando le pones cariño, sale y la gente lo nota.
P.P.: No tengo tiempo para tumbarme. Duermo muy bien, tengo mucha vida. Mentalmente, estoy siempre en crecimiento personal. Cuando tú haces lo que te gusta, todo fluye. Víctor Manuel decía que cuando te gusta tu trabajo, siempre estás de vacaciones, y es verdad.
¿Quién de las dos se ha implicado más?
A.P.: Después de tantos años, cada una tiene su papel. Cuando emprendes, tú misma haces todo. Yo misma hice la web en pandemia, los pedidos… A mí me cuesta mucho delegar, pero poco a poco nos hemos distribuido. Yo estoy en la parte más creativa junto a nuestra diseñadora, donde creamos algo desde cero y escogemos los colores o los tejidos, que para mí es un mundo. Mi madre hace más la parte de números, aunque las dos nos enfocamos en el marketing, porque ella habla y vende que da gusto.
P.P.: La parte chunga, pa’ mí. Yo confío tanto en ella y me gusta. No Ni Ná es una proyección suya y le apoyo en todo. A veces cometemos errores. ¿Quién no lo hace? Pero vamos aprendiendo. El comienzo fue "soy Paz Padilla y quiero llevar algo de mi Andalucía, de mi Zahara", y al ver que fue gustando, fuimos creando la marca y a quién va dirigido. Yo estoy muy orgullosa de mi hija.
Anna, como llevas la voz cantante, ¿consultas algo con ella?
A.P.: Cuando tengo dudas, sí; otras no. Si lo tengo muy claro, no pregunto no vaya a ser que me vaya a decir que no. No me ha echado nada para atrás, pero sí que me ha obligado a meter cosas que a lo mejor yo no quería. Sin embargo, ahora estamos muy alineadas. Yo también tengo que confiar en ella porque no represento a todas nuestras compradoras y así abarcamos a todo el mundo.
Y esta colección, ¿de dónde surge? ¿Qué os llevó hasta aquí?
A.P.: Empezamos vendiendo multimarcas hasta que nos comenzaron a pedir cosas nuestras. Desde el año pasado vendemos producción propia porque queríamos una marca con personalidad. En esta colección queríamos prendas veraniegas del día a día y que nos representaran a nosotras y a No Ni Ná. Poco a poco vamos consiguiendo que tenga su propia identidad.
Cinco años después del inicio, ¿qué ha cambiado más? ¿No Ni Ná o Paz y Anna?
A.P.: Creo que No Ni Ná, porque empezamos un poco sin saber nada y desde cero. A día de hoy se nota esa evolución, aunque seamos un equipo pequeño y tenga que hacer yo los shootings como al principio. Hemos ido a la par, la verdad, evolucionando y floreciendo.
P.P.: Nos hemos apoyado el uno en el otro. Somos una familia, desde las que trabajan en la tienda hasta las que trabajan en el almacén porque nos conocemos desde pequeñas. Todos hemos ido avanzando y con los cambios, hemos ido creciendo. Mi Anna es más madre que yo.
¿Quién es más madre?
P.P.: Muchas veces le digo que se equivoca porque asume un papel de cuidadora. Siempre nos hemos tenido ella y yo desde que era pequeña. He mantenido la compostura en el papel de madre y en los momentos en los que yo me he derrumbado, ella ha cogido ese papel y siempre ha estado. Hemos estado la una para la otra, pero por ser madre e hija no tenemos que ser idénticas.
¿Cuál ha sido el peor momento de estos primeros años?
A.P.: Hoy lo vemos todo muy bonito, pero para llegar aquí hemos tenido momentos críticos en los que hemos dicho ‘lo cancelamos’ o ‘no seguimos’. Sobre todo en verano, cuando hay retrasos de producciones, como el verano pasado, que llegó todo muy tarde. Lo primero que tienes que hacer es pagar todo por adelantado sin saber cuánto se va a vender y para mí eso es el momento más difícil. No obstante, cuando ves a la gente con tu ropa por la calle es cuando dices: "Merece la pena".
Anna, estás estudiando interpretación. ¿Cómo lo llevas?
A.P.: Me estoy divirtiendo mucho. Lo decidí un poco como reto personal porque quería seguir formándome para reciclarme y aprender cosas nuevas que podría aportar en el mundo de la comunicación. Además, pensé que me vendría bien para coger tablas y verme más suelta. Ahora lo estoy empezando a disfrutar.
Paz, ¿cómo lo viviste cuándo te lo contó?
P.P: Cuando volvimos de grabar ‘Te falta un viaje’, ella notó que sentía un vacío y que con la profesión de influencer tenía que hacer algo más. Yo empecé contando chistes cuando era auxiliar de clínica, pero el universo te pone una serie de cosas que hay que aprovechar. Cuando me lo dijo, le respondí con un ‘olé’. Ella ha valorado mucho lo que es la profesión y el amor por el escenario.
A.P.: Es algo que nunca me había planteado. Yo siempre le dije que nunca quería ser actriz porque veía la parte menos bonita de los madrugones o el irte tres meses a grabar en Lisboa.
P.P.: Es un año y no tengo tiempo. Sin embargo, es superbonito y hago coaching a todo el mundo, porque la mayoría de la gente no sabe qué hacer en la vida. Además, estoy en el mundo espiritual y en el de las conferencias.
Además, estás en una nueva etapa televisiva colaborando en ‘TardeAR’. ¿Cómo lo estás viviendo?
P.P.: Me encanta, porque coincido con muchos compañeros que ya conocía como Sardá o Vaquerizo. Luego he conocido a César Carballo, médico de urgencias, y me cayó muy bien, o Marina Rivers, muy simpática y como yo, todo el día haciendo contenido. Ana Rosa no entiende mucho las redes, pero como le pasa mucha gente.
Tamara Falcó ha fichado para ser jurado en 'Got Talent'. ¿Qué te parece?
P.P.: Ay, ¡qué bien! El jurado es maravilloso porque te sientas allí y ves a los mejores del mundo gratis y delante de ti. Fue un regalazo y para mí es uno de los programas que más he disfrutado. Que se divierta y se relaje, ese es mi consejo. Yo la veo perfecta porque puede hacer todo lo que quiera y hace lo que le da la gana. Mira: le gustó la cocina y se sacó su titulación. Al final, todo el mundo tenemos capacidades para todo.
¿Te ves en los fogones?
P.P.: Yo cocino muy bien. Me encanta cocinar y mis vídeos en TikTok de recetas son los que más éxito tienen.
Anna, te acabas de mudar a tu nuevo piso. ¿Cómo lo estás viviendo?
A.P.: Estoy muy contenta porque vivo en el centro. Es chiquitito, pero es mío. Es un sueño porque nunca pensé que podría comprarme mi piso y hacerlo a mi gusto. La reforma la tuve clara y la disfruté. Con todo, tuve que montar muebles los fines de semana y fue clave organizarme bien con todo.
¿Algún regalo de tu madre?
A.P.: Me compró una vitrina sin mucho significado porque yo le regalé algún mueble.
P.P.: Pero es que me ha dicho ‘no quiero nada’. Le traje unas lámparas de la India y para mi casa van.
Con tanto frenesí, ¿cómo hacéis para veros?
A.P.: Es muy difícil pillarla en la misma ciudad. El otro día me la encuentro en su casa y le digo: ‘¿Qué haces aquí?’. Y me responde: ‘¡Hombre, vivo aquí!’ (ríe). Aunque también aprovecho cada fin de semana y le cuido la casa y las perritas.
P.P.: Es que me llama y me dice: ‘¿Dónde estás?’. Y le digo: ‘En la India’. Y me dice: ‘Joe, mamá, es que vengo a tu casa y no hay nadie’. Pues le respondí: ‘Haz fiesta y riega las macetas’. Este año habré dormido 30 noches en mi casa y, claro, ella los fines de semana aprovecha la piscina.
Tras más de cinco años al frente de No Ni Ná, marca que crearon para aglutinar muchas de las colaboraciones con las que trabajaban, ahora apuestan por prendas propias. Paz y Anna Padilla afirman que su éxito comenzó por su apellido, pero todo trabajo tiene su recompensa. “Merece la pena cuando ves a la gente con tu ropa por la calle”, explica ilusionada la benjamina.