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El alto voltaje sexual del libro del cuñado de Letizia: "Quiero poseerte, temo romperte"
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EL CUARTO PODER

El alto voltaje sexual del libro del cuñado de Letizia: "Quiero poseerte, temo romperte"

Gavin Bonnar publica una novela en la que mezcla política, economía y sexo. Un irlandés salda una deuda heredada y se mezcla con quienes mueven el mundo en la sombra

Foto: Robert Gavin Bonnar, pareja de Telma de Ortiz. (Miguel Riopa/Ediciones Agoeiro)
Robert Gavin Bonnar, pareja de Telma de Ortiz. (Miguel Riopa/Ediciones Agoeiro)

Alto, fuerte, maduro, guapetón y directo. Así es Robert Gavin Bonnar, cuya presencia es arrolladora, como lo es su personalidad. Lo cuentan a Vanitatis quienes lo conocen, y lo definen como “un gran personaje”. La pareja de Telma Ortiz, cuñado de los reyes Felipe y Letizia, es estos días actualidad porque ha publicado una novela en España, ‘El cuarto poder’ (Ediciones Agoeiro), en la que vierte sus ideas y parte de esa personalidad que le hace famoso entre los suyos.

La historia que escribe Bonnar trata de un irlandés que hereda una deuda inasumible de su padre fallecido y para saldarla y salir del pozo de la inminente pobreza, se lanza a una aventura que le llevará a conocer las tuberías de la economía mundial. Una aventura en la que cuenta con una compañera femenina a quien le une un fuerte deseo sexual, contado al detalle.

placeholder  Gavin Bonnar y Telma Ortiz. (EFE)
Gavin Bonnar y Telma Ortiz. (EFE)

El cuñado real es un hombre culto, muy interesado en los movimientos financieros del mundo, asunto del que escribe en algunos periódicos económicos españoles. También en sus cuentas en redes sociales, a las que da acceso a solo unos pocos y en las que lanza soflamas políticas sin parar. Todo eso lo sabemos quienes le seguimos. Lo que pocos sabían es que en su novela, además de la política y la economía, el sexo es un protagonista importante.

¿Tintes autobiográficos?

Él niega en todo momento que la novela tenga tintes autobiográficos y tras leerla esa afirmación queda más que clara. Es imposible que alguien como él haya llevado una vida como la de Matt, su protagonista. Pero ¿hay algunas cuestiones podrían parecer inspiradas en su vida?

Foto: Sharon Corr, en su casa de Madrid. (EFE)

A modo de historia de James Bond, Matt Maguire, el protagonista, se sumerge en mundos imposibles, en los que los dirigentes mundiales se mezclan con traficantes y magnates para manejar el mundo a su antojo. Como todo ‘metahombre’, Maguire tiene un punto débil: las mujeres. En el caso de Matt, su madre y su novia. Ella es Lula, una libanesa-italiana que enloquece a nuestro protagonista y le da una pátina de fragilidad necesaria en todo héroe. Lula y Matt son dos personas fogosas, enamoradas y sexualizadas, que comparten traumas (otro clásico) y deseos.

Lula

"Lula es menuda, delgada y fibrada gracias a su pasión por el baile". Bonnar describe así la querencia de su personaje por el sexo en ‘El cuarto poder’: “Cuando se juntaron por primera vez en la universidad, no podían dejar de hacer el amor. A menudo se quedaban en la cama todo el fin de semana. Sus cuerpos se frotaban y chocaban entre sí hasta que Lula tenía dificultades para caminar. Más de una vez, sí, más de una vez, Matt sufrió quemaduras por fricción, ahí abajo, que lo llevaron a buscar atención médica”.

Foto: Robert Gavin Bonnar, en los premios Princesa de Asturias. (EFE)

“El ballet era la gran pasión de Lula, y su padre amante y mecenas de las artes, quería que ella fuera una profesora”. La historia de la novela transcurre en gran parte en Ghana, donde el protagonista se introduce en los misteriosos círculos del poder oculto (deben leerla, aquí no habrá spoilers), aunque también se pasea por capitales europeas. “¿Recuerdas aquella vez en Barcelona, cuando lo hicimos ocho veces? Dejó la respuesta en suspenso durante unos segundos, sin decir nada”.

Tensión sexual

Esa tensión sexual de la que aquí damos cuenta se detalla en varios capítulos en concreto, en uno de ellos, la pareja baila desenfrenada en un club nocturno: “Matt se inclinó y susurró seductoramente: ‘Lula eres tan pequeña y delicada, quiero cogerte en mis brazos, poseerte, pero me preocupa que pueda romperte’. Lula, su pequeña bailarina, era delgada con perfectos y respingones pechos; su piel era blanca dentro de su traje oscuro. Estaba obsesionada con la perfección del movimiento, incluso mientras se movía. Su espalda quedaba a la vista. Esta noche Matt no podía dejar de mirar su cuerpo, musculado y bronceado, y, fortalecido por horas y horas de ballet” .

Foto: Robert Gavin Bonnar, en los Premios Princesa de Asturias. (EFE)

El sexo aparece, lo decíamos, a lo largo de la novela, lo que la hace más atractiva. Muy bien escrita, con una historia estructurada al detalle y una trama que engancha desde el principio, su historia sexual es también seductora: “Matt tomó la mano de Lula y, entrelazó sus dedos con los de ella. Quería besarla por todas partes. Ella le leyó el pensamiento. Le guiñó un ojo cómplice. Dentro del restaurante, el ambiente estaba cargado, en una neblina de sexualidad. La expectativa de tener relaciones sexuales con Lula en breve provocaba esa electricidad en el aire. Lula se inclinó y le explicó a Matt cómo comer las gambas. Verla pelarlas le excitó aún más”.

Foto: Telma Ortiz a la salida de la conferencia de Amal Clooney. (Europa Press/Fran Guerra)

La escena aquí replicada es una de tantas en las que la pareja mantiene esa tensión sexual típica de las novelas de aventuras en las que el héroe se apoya en una mujer atractiva e independiente que le hace perder la cabeza. “Recordó que una vez Lula se le acercó por detrás en el metro, en una fría y húmeda noche londinense después del trabajo. Entonces la sujetó por el cuello. El calor irradiaba por su cuerpo. Su mano se deslizó dentro de los pantalones de ella, aunque apretados como estaban, persistió hasta que un dedo palpó su humedad. Mirándose en el reflejo de la ventana del tren, ella le tocó por encima de sus jeans y gimió en su oído. Los compañeros de viaje levantaron sus periódicos, disimulando, haciendo que leían algo importante. Unas imágenes de Lula le venían ahora a la cabeza, con el pelo suelto y libre, con el vestido transparente, estampado en rosa y blanco, bajo el sol inglés, tumbado en el césped de St. James Park, el primer día que le tocó entre las piernas”.

Alto, fuerte, maduro, guapetón y directo. Así es Robert Gavin Bonnar, cuya presencia es arrolladora, como lo es su personalidad. Lo cuentan a Vanitatis quienes lo conocen, y lo definen como “un gran personaje”. La pareja de Telma Ortiz, cuñado de los reyes Felipe y Letizia, es estos días actualidad porque ha publicado una novela en España, ‘El cuarto poder’ (Ediciones Agoeiro), en la que vierte sus ideas y parte de esa personalidad que le hace famoso entre los suyos.

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