Alba Carrillo, de colaboradora repudiada a valor en alza: las claves de su reconversión

El pasado martes, una broma entre Angels Barceló y Martin Bianchi en la SER colocaba a Alba Carrillo como colaboradora de la emisora la próxima temporada. En Vanitatis hemos podido saber que no hay nada seguro, pero solo es una muestra del cambio de rumbo profesional de la modelo. Un giro que ha venido dado por una estrategia clara y mucha paciencia.

Así nos lo cuentan fuentes de su entorno laboral, que apuntan directamente a su nueva representante como gestora de este cambio, con un perfil muy alejado de los programas menos blancos de la televisión, en los que no hubiéramos dudado en colocar a Alba Carrillo hasta hace unos meses.

El cambio de representante se dio no hace mucho, tras algunos años de amistad entre ambas. Cuando empezaron a torcerse las cosas en Mediaset, no tardó en llegar la propuesta para que llevara su carrera. López la aceptó, pero con ciertas condiciones: se trabajaría a su manera, despacio, con paciencia. Un año después, los resultados están claros.

"Ha sido un año de cuidar mucho sus proyectos", nos cuenta su entorno, "llamando a puertas que antes eran impensables. Pero se ha logrado cambiar su perfil y que la gente conozca la parte verdadera de Alba, sacarle partido a su carrera como criminóloga. Un ejemplo ha sido el pódcast 'Crimen y Carrillo', que está dirigido, diseñado e ideado por Sara. Forbes lo ha elegido como uno de los 50 mejores pódcast de España.

No fue fácil, desde luego. Nos cuentan que los primeros meses costaron mucho. Era muy difícil salir del perfil Mediaset en el que estaba tan encasillada, teniendo en cuenta que su carrera televisiva comenzó en 'Supermodelo' y siguió con diferentes colaboraciones y realities, habitualmente hablando de su vida, con diferentes noviazgos y rutpuras y especial atención a su divorcio de Feliciano López, que dio para mucho.

Los que han trabajado con ella aseguran que es incansable, una mujer muy dispuesta a todo y siempre remando a favor del proyecto o la misión que se le encargue, además de resaltar su buen humor y la rapidez a la hora de reaccionar a comentarios. Además, es "polifacética y nunca tiene suficiente". Nos remarcan, además, que su representante le insiste en que haga o diga lo que quiera, que "es su esencia", incluso tocando temas políticos y más peliagudos. Algo que en Mediaset, de donde salió hace ahora un año, no podía hacer: "No le dejaban ser ella", nos cuentan.

Como decíamos, no ha sido un trabajo con efectos inmediatos, pero a su representante le resultó relativamente fácil pedirle un poco de paciencia. Sara López no tenía prisa, estaba segura de que los resultados llegarían. Y aquí están: finalista de 'Bake Off', colaboradora de 'D Corazón' y hace apenas unas semanas se anunciaba que sería la 'falsa presentadora' del programa 'Jugando con fuego', de Netflix.

Además, ha participado en diez programas en 'El Cazador Stars', ganando mucho dinero para diferentes asociaciones y rompiendo así con esa imagen de colaboradora de Mediaset que quizá todos tenemos implantada en nuestra cabeza. Más de 700.000 seguidores en redes y muchos proyectos en ciernes firman este cambio de rumbo en su currículum.

Pero ¿quién es la persona que está detrás del cambio? Sara López no es una representante al uso y está muy lejos de convertirse en una cara conocida, como sí ha pasado con otros profesionales del sector. Como les hemos contado, prefirió esperar y escoger muy bien el camino para Alba a ganar dinero rápido. Es la misma filosofía que aplica a su vida. Una de esas personas discretas que no quieren ningún tipo de atención y que lo que hacen, lo hacen de verdad y porque creen en ello.

Es activista de los derechos LGTBIQ+, como se puede ver en sus redes sociales, y periodista con perpectiva de género. Lleva las últimas dos décadas trabajando en la televisión, como guionista, subidrectora y directora de diferentes programas y proyectos. Y se la rifan las productoras.

Su perfil no es fácil de encontrar en televisión y ella misma lo ha trasladado a la forma de trabajar con Alba Carrillo para conseguir, poco a poco y con paciencia, ese cambio de imagen.