Los Domecq Ybarra convocan a la alta sociedad jerezana en una fiesta exclusiva celebrada en su finca

Las fiestas son patrimonio nacional cada verano. Y no solo las populares, sino las que organizan familias que tienen por costumbre disfrutar de lo bueno que da la vida, sobre todo si estamos verano y podemos disfrutar de las actividades al aire libre. Es lo que ha sucedido este fin de semana en la finca Martelilla, propiedad de los Domecq Ybarra.

El clan reunió a gran parte de la alta sociedad jerezana y de la zona en una fiesta única en la que los vestidos de Inés Domecq parecían ser el uniforme oficial. Engalanada como si fuera una feria con casetas y flamenco en directo, por no faltar, no faltó ni un solo detalle en la mencionada finca, según ha podido confirmar este medio: vestidos de infarto, música y baile hasta altas horas de la madrugada.

Los Domecq Ybarra, propietarios de la finca y anfitriones crearon un encendido propio con un nombre, 'Feria Martelilla', a imitación de las grandes ferias andaluzas como la de Sevilla o la del propio Jerez de la Frontera. Y tampoco faltaron casetas de colores, las consabidas mesas de madera, la friturita, el fino, llos picos y música que captó los gustos de invitados de todas las edades.

Wine & Cocktail Masters, un servicio de coctelería, fue la empresa encargada de preparar las bebidas que se desgustaron en la fiesta, tal y como ha compartido la propia entidad en sus redes sociales. Una fiesta en la que brilló con luz propia, y con vestido flamenco, Mercedes Domecq, que hace poco nos contaba cómo lleva a Jerez en su cabeza, incluso a la hora de diseñar un producto de decoración, tarea en la que colaboran su hermana Inés y la empresaria gallega Virginia Pozo.

"Jerez, que huele a barrica y a campo como nuestro padre, y Sevilla, que nos lleva a la ciudad hispalense de la mano del azahar", aseguraba a la hora de contar cómo han creado velas que recogen ese aroma. También estaba presente la celebérrima Inés Domecq y 'Tintín', apodo cariñoso con el que se conoce al padre de ella y de Mercedes, Luis Domecq Rivero.

Sede de la ganadería 'Casa de los Toreros', la finca Martelilla tiene a sus espaldas toda la historia de una casa ganadera de más de 60 años en la que todo, de los salones a las cuadras, puede ser visitado por el gran público.

Un símbolo familiar que de vez en cuando se convierte en gran escenario de fiestas como la que ha tenido lugar este fin de semana. Situada a 9 km de Jerez de la Frontera, Martelilla supone todo un espectáculo para todo aquel que esté interesado en el universo ganadero. Y de vez en cuando, recrea esa Andalucía de postal que conquistó a pintores y escritores desde hace siglos.