La herencia de los marqueses de Urquijo: del chalet millonario al título
La decisión de los hijos y la exmujer de Juan Urquijo, herederos del chalé donde sucedió el asesinato de los aristócratas en agosto de 1980, 44 años después
Todo el mundo tiene derecho a pasar página y los costes de una mansión como la que tenían los marqueses de Urquijo en Somosaguas son considerables. Por eso, no sorprendió que en enero de este año saltara a la opinión pública la noticia de que la familia de los aristócratas había puesto a la venta el gran chalé donde fueron asesinados. Una decisión adelantada por 'Semana' (y confirmada entonces por Vanitatis) que ha vuelto a ponerse en el foco mediático.
Se cumplen 44 años de aquel suceso que manchó para siempre de sangre el 1 de agosto, y desde entonces han sido varias las veces que lo han sacado al mercado inmobiliario, sin éxito. Aunque, la casa fue el hogar de los hijos y de la exmujer de Juan Urquijo de la Sierra, hijo de los marqueses y fallecido de forma prematura (tenía 63 años) hace dos años.
Alérgicos a la exposición mediática, los tres chicos (Victoria, Juan y Marieta) y su madre decidieron el pasado enero dar de baja el anuncio de Idealista en el que se vendía el chalé, pero parece que continúa en el mercado, según revelan medios como '20 minutos'. En él, se especificaba el precio, 3.200.000 euros, y las características del inmueble. "La vivienda, construida sobre una parcela de 4.460 metros cuadrados, consta de 1.020 m² distribuidos en dos plantas más un sótano".
Acompañado de numerosas fotos que muestran el alto estilo de vida de esta familia, se especifica que la casa cuenta con piscina cubierta, ocho dormitorios, un pequeño apartamento aparte o una sala de cine. La cocina tiene una isla central y está completamente reformada. El precio es ligeramente inferior al de otras casas similares que se venden en la misma zona.
El lujoso chalé de los marqueses de Urquijo
La casa se encuentra dentro de una de las urbanizaciones de Somosaguas, una zona residencial de Madrid a la que se accede tras superar unas puertas enrejadas. Entre casas de líneas modernas y mansiones ambiciosas permanece este chalé de ladrillo con amplio jardín que perteneció a los marqueses de Urquijo y que se hizo famoso tras su asesinato en 1980. Apenas ha cambiado exteriormente, pero la casa no ha permanecido inerte durante este tiempo. Esta mansión célebre es el hogar de la familia de Juan Urquijo de la Sierra, el hijo varón de los marqueses.
Urquijo falleció en julio de 2022 cuando apenas tenía 63 años y dejando tres hijos y una exmujer con la que mantenía excelente relación. Desde que murieron sus padres y ya convertido en el VI marqués, Juan siempre quiso huir del ruido mediático y nunca terminó de perdonar el daño que le hicieron las especulaciones de la época. Apenas hay imágenes públicas suyas de sus últimos tiempos. Ejecutivo de éxito, vivió a caballo entre Madrid y Panamá durante buena parte de su carrera. La última vez que protagonizó las noticias del cuore fue cuando Vanitatis hizo pública su crisis matrimonial con Rocío Caruncho, en el año 2017.
La de Juan y Rocío fue una boda mediática. Se casaron en octubre del año 2000 en la iglesia de los Jerónimos de Madrid, en una ceremonia muy emotiva en la que Myriam de la Sierra, hermana de Juan, tomó el papel de madrina. Después de la misa, los novios convidaron a los suyos en la finca de Las Jarillas, comprada en 1901 por el segundo marqués de Urquijo. Tuvieron tres hijos y, aunque se separaron, mantenían una muy buena relación.
El destino quiso que los últimos meses de la vida del marqués de Urquijo transcurrieran precisamente en el chalé de Somosaguas que se hizo famoso tras el asesinato de sus padres. El hijo menor de los marqueses fue quien se quedó con la casa tras el reparto de la herencia. Contaba Myriam de la Sierra en su libro '¿Por qué me pasó a mí?', que, desde la tragedia de sus padres, ella no volvió nunca más a subir al piso de arriba, donde tuvo lugar el asesinato, y de ahí que en el reparto fuera Juan quien se quedase con esa casa: “Ahora, cuando está en Madrid, Juan vive en el chalé de mis padres. Yo, sin embargo, no he podido volver a subir esas escaleras. En cuanto lo intento, nada más poner el pie en el primer peldaño, el olor a sangre vuelve a apoderarse de mí. Siempre me voy de esa casa sin pasar de la planta de abajo”.
Cuando murieron los marqueses, los dos hermanos se convirtieron en los dueños de las propiedades de sus padres: la casa de Somosaguas, la de Sotogrande y la de Banyeres, en Tarragona. Primero quisieron venderlas, pero luego determinaron que Juan se quedaría con el chalé de Madrid y Myriam con el resto. A Juan le fue bien económicamente tras la tragedia, pero Myriam vivió algún fracaso empresarial.
El chalé de Somosaguas se puso a nombre de la sociedad Bimagen SA, una de las empresas de Juan Urquijo en la que él figuraba como administrador único y Rocío Caruncho como socia. Urquijo trató de venderlo en varias ocasiones aunque en la fecha de su muerte aún no lo había conseguido. Una inmobiliaria de lujo se ocupó durante un tiempo de la venta, pero terminó renunciando porque la casa estaba 'demasiado' marcada. El marqués también intentó rentabilizarla alquilándola para rodajes, pero finalmente siguió usándola como residencia familiar.
Ahora que vuelven a comercializarla, las cosas no han cambiado y los tres hijos y la mujer del último marqués de Urquijo siguen residiendo en el chalé familiar. A finales de 2022, tras fallecer Juan Urquijo, Rocío Caruncho tomó las riendas como administradora única de Bimagen SA. Por su parte, la primogénita del matrimonio, Victoria, que estudia Psicología, solicitó en agosto de 2023, un año después del fallecimiento de su padre, la sucesión del título, un trámite que estaría a punto de completarse. Según informaron a Vanitatis este invierno desde la Diputación de la Grandeza, la razón de la tardanza está en el cambio de Gobierno: "En la actualidad, con el cambio de ministro, estos asuntos se han retardado en su tramitación".
Historia trágica de España
El suceso de los marqueses de Urquijo, acribillados en este exclusivo chalé de Somosaguas la madrugada del 1 de agosto de 1980, se convirtió en parte de la historia trágica de España. Las imágenes de sus cadáveres ilustraron las páginas de los periódicos durante años y el misterio que rodeó aquel acontecimiento aún perdura cuatro décadas después. Sus hijos, Myriam de la Sierra y Juan Urquijo, quedaron marcados para siempre y se convirtieron en personajes por sí mismos, una faceta que Myriam asimiló mucho mejor que su hermano menor. De hecho, Juan Urquijo vivió después de forma prácticamente anónima.
La justicia resolvió años después que el autor material de los hechos había sido Rafael Escobedo, que cometió el crimen “solo o en compañía de otros”. Rafi era el exyerno de los aristócratas fallecidos y el móvil fue, presuntamente, la venganza. Escobedo culpaba a sus suegros de su fracaso matrimonial, concluyó el juez. Sin embargo, en la historia que rodea el crimen de los marqueses de Urquijo hay tantas lagunas como fallos hubo en el procedimiento que se llevó a cabo para esclarecer lo ocurrido.
Todo el mundo tiene derecho a pasar página y los costes de una mansión como la que tenían los marqueses de Urquijo en Somosaguas son considerables. Por eso, no sorprendió que en enero de este año saltara a la opinión pública la noticia de que la familia de los aristócratas había puesto a la venta el gran chalé donde fueron asesinados. Una decisión adelantada por 'Semana' (y confirmada entonces por Vanitatis) que ha vuelto a ponerse en el foco mediático.