Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez: de su discreta vida personal a conseguir la medalla de bronce juntos en París

Aunque se han hecho de rogar, poco a poco nuestros deportistas nos devuelven la ilusión con las medallas que hemos ido consiguiendo en las diferentes disciplinas olímpicas. Una de las últimas en llegar ha sido la de bronce en C2 500, conseguida por Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez.

Dicen que las primeras veces nunca se olvidan y está claro que ellos no van a poder borrar un día como este. No solo por conseguir medalla, sino porque estos eran sus primeros Juegos Olímpicos. ¡Felicidad por partida doble!

Empecemos conociendo un poco más a Diego Domínguez Martín, nacido el 4 de mayo de 2003 en Madrid. Empezó entrenando con su hermano Noel Domínguez y, siguiendo sus pasos, una vez que cumplió los 18 años se fue a Pontevedra para seguir entrenando. No pudieron seguir sus caminos juntos, y ahí es donde entra en juego su nueva pareja dentro de la piragua, Joan Antoni Moreno.

No tenemos dudas de que lo que siente por este deporte que tantas alegrías le ha dado es verdadera pasión. En sus redes sociales lo podemos ver entrenando al máximo, aunque también tiene tiempo para disfrutar de la familia, especialmente de su hermano, con quien comparte una complicidad que traspasa las pantallas.

A pesar de dedicar todos sus esfuerzos a mejorar su rendimiento deportivo, también ha tenido tiempo para emprender y montar una agencia de creación de contenido especializada en marcas personales del sector deportivo. ¡Toda una caja de sorpresas!

No nos podemos dejar a su compañero de podio, Joan Antoni Moreno, con el que también consiguió proclamarse campeón del mundo sub-23. Moreno tiene 24 años, nació el 4 de abril de 2000 en Mallorca. Un Aries de manual, su capacidad para afrontar nuevos retos le delata.

Al igual que Domínguez, es muy discreto con su vida personal. Si nos metemos en sus redes sociales, todo lo que muestra son sus fuertes entrenamientos y sus competiciones y una de sus pasiones ocultas, su cariño por el fútbol, más concretamente por el Mallorca. Quizás este sea el secreto de su éxito.

Aún son muy jóvenes y les queda camino por andar, incluida su faceta deportiva. Nos quedamos con sus nombres para no perderlos de vista porque, aunque ya han puesto sus nombres en la historia del deporte español con su participación en los Juegos Olímpicos de París, seguro que nos darán más alegrías.