El último (e íntimo) plan de Luis Miguel y Paloma Cuevas en Marbella

Luis Miguel finalizó su gira española el pasado 3 de agosto en Marbella. Sin embargo, hasta el 22 de este mismo mes, no tiene que retomar su agenda hasta que reaparezca en Monterrey (México). Mientras tanto, ha elegido la urbanización La Zagaleta, en Málaga, para descansar junto a Paloma Cuevas y su familia. Hubo un momento en el que se barajó la posibilidad de que la pareja eligiera un destino exótico para perderse por el mundo, pero parece que finalmente no ha sido así. Por ende, han permanecido en la Costa del Sol para disfrutar de la compañía de sus amigos. Eso sí, pese a su discreción habitual, no se han escondido. Acudieron a cenar con José Luis López, el Turronero, después con Antonio Banderas y, en una tercera ocasión, en solitario.

Fue en esta última cita donde Luis Miguel y Paloma acudieron al restaurante del Marbella Club Hotel. Una cena para dos en la terraza del reconocido establecimiento que fundó el príncipe Alfonso Hohenlohe en los años 70. Eligieron una mesa discreta, pero situada a la vista del resto de comensales, tal y como confirmaron algunos de los allí presentes a Vanitatis. Durante toda la cena, eran el reflejo de una pareja enamorada, compartiendo platos y risas. Además, brindaron con vino tinto, por el que Luis Miguel siente cierta preferencia.

El cantante y la diseñadora llegaron en torno a las nueve de la noche y se marcharon tres horas después. Nadie interrumpió la velada, a pesar de que a Luis Miguel le reconocieron muchos de los clientes. No obstante, no era la primera vez que los novios acudían al local, ya que, días antes, habían repetido dos veces más y siempre solos.

El primer sábado de agosto, el artista mexicano daba el cierre a su paso por España en el festival Starlite, tras actuar tres días seguidos con lleno total. Se vendieron todas las entradas y el aforo se completó con personajes del mundo del colorín. Cristina del Rey, directora de comunicación de Ford, brindó los desplazamientos a todos los VIPS que acudieron a la gala. Ninguno quiso perderse la actuación de El Sol de México. Incluso algunos, como los duques de Anjou, recorrieron parte de España siguiendo a Miki durante su gira, como le llaman cariñosamente. “Soy como las groupis. Estuve en Córdoba, Valencia, Coruña, Madrid y ahora en Marbella”, explicaba Margarita Vargas durante la noche de la fiesta solidaria organizada por Banderas y Sandra García-Sanjuán. Unas veces con sus hijos y otras solo con Luis Alfonso de Borbón, que también se declaraba un entusiasta de su música.

Desde entonces, el cantante eligió como cuartel general la privada urbanización La Zagaleta, que ya conocía perfectamente. Una vez que se solucionó la complicada separación entre Paloma Cuevas y Enrique Ponce, la empresaria se instaló ese primer verano de soltera en esta propiedad. Ella y su familia lo hicieron en una villa con los primos que viven en Los Ángeles y Luis Miguel, en otra. En aquel momento, era prematuro mezclar emociones habiendo menores de por medio.

La estabilidad llegó con el tiempo y fue entonces cuando Paloma y Luis Miguel se convirtieron en pareja de manera oficial. Es muy posible que pronto veamos un reportaje donde aparezcan los dos, ya que han pasado tres años desde aquel verano y ahora no hay nada que esconder, aunque nunca lo hicieron.

A pesar de ciertas informaciones, fue el propio Luis Miguel el que quiso preservar la imagen de Paloma. No hay que olvidar que, cuando la revista 'Semana' hizo público el romance de Ponce, ciertos ambientes taurinos acusaban a la empresaria de exigir altas compensaciones económicas cuando fueron Cuevas junto a Victoriano Valencia quienes habían resuelto problemas económicos a Ponce relacionados con Hacienda. Sin embargo, todo esto ya forma parte del pasado y cada uno ha resuelto sus relaciones afectivas, con Luis Miguel y Ana Soria, respectivamente.