La tierna imagen de Sergio Peris- Mencheta y su hijo Río

Hace ocho meses el actor Sergio Peris-Mencheta anunciaba en sus redes sociales que iba a iniciar un tratamiento contra el cáncer en un hospital de California. Aunque al principio no especificó la patología concreta, pronto se supo que tenía leucemia. A partir de entonces comenzó un proceso de cura muy duro en el que se ha apoyado en sus familiares más cercanos, su mujer, Marta Solaz, y sus dos hijos, Río y Olmo.

El actor ha ido actualizando su estado de salud y su ánimo para enfrentarse a esta enfermedad tan dura por sus redes sociales. Ha pasado por un trasplante de médula para el que ha tenido que esperar varios meses. La intervención se produjo finalmente el pasado 28 de mayo en Los Ángeles con éxito, y el actor ha podido continuar con su recuperación.

Este lunes 2 de septiembre Peris-Mencheta ha compartido en sus redes sociales una imagen con su hijo mayor, Río, un niño de 10 años. La fotografía sorprende por el parecido del niño con su padre. Se pueden identificar rasgos muy similares en sus caras. La instantánea fue tomada por su madre, Marta Solaz, en un momento familiar en una cafetería. “Enamorado de este río”, reza la publicación. Es la primera desde que pasó por quirófano. En los comentarios de la imagen, los seguidores del actor le han recordado lo parecidos que son físicamente. En la foto, padre e hijo se miran con intensidad.

La familia de Sergio no son los únicos que le apoyan. Durante la larga espera hasta que pudo hacerse el trasplante de médula ha contado con el apoyo de sus amigos, que realizaron una videollamada multitudinaria para mostrar su cariño al actor un día antes de la operación.

Sergio se está mostrando en redes sociales transparente y animado con todo el proceso que está viviendo. Reconoce que se le han echado unos cuantos años encima, “pero de sabiduría”, bromeaba. También afirmaba que nunca iba a ser el de antes”, pero que se siente pletórico por “seguir vivo”.

También muestra las secuelas físicas que le están quedando después del tratamiento. “Estoy aquí. Estoy vivo. Y la vida es la hostia. Me falta aún mucho para encontrarme bien, y sé que no volveré nunca a ser el de antes. Pero esta foto y este tema reflejan mis ganas de vivir y de comerme la vida a bocaos”, escribió en una publicación fijada en la que se muestra con fuerza pero con los signos de desgaste por la enfermedad.