Entramos en la cena ‘privé’ de Mar Flores: “Un bebé siempre es bienvenido”

Mar Flores ha tenido un verano de bajo perfil, pero este martes ha compartido una cena con veinte amigos en el hotel Bles de Madrid a la que también asistió Vanitatis. Salvo las imágenes que ella misma publicaba en sus redes sociales, donde mostraba unas vacaciones compartidas con sus hijos en Ibiza, no ha habido nada llamativo. La isla balear siempre fue el lugar preferido mientras estuvo casada con Javier Merino.

Después, prefirió elegir otros destinos donde pudiera tener invisibilidad. Y así fue como la vimos disfrutar cruceros con atraque en Saint Tropez y recorridos por la costa Amalfitana. Aquellos fueron unos años en los que su relación con el empresario mexicano Matias Sacal la alejó de las fiestas sociales patrocinadas. Seguía manteniendo el hilo afectivo con sus amigas de siempre como Veva Longoria, Patricia Olmedilla o Bella Marino y su marido Gerard Cohen, entre otros nombres que no son conocidos mediáticamente.

Hace tiempo que a Mar Flores dejaron de interesarle los nuevos conocimientos del abanico social que solían filtrar informaciones sobre sus movimientos. Y en la primavera pasada retomó lo que le gustaba hacer, que no era otra cosa que el mundo de la moda que tan bien conoce. Esta vez a través de su colaboración con la firma Malne, cuyos fundadores Paloma Álvarez y Juanjo Manel venían precisamente del mundo del estilismo y la pasarela.

Ambos han trabajado con las mejores modelos nacionales e internacionales y han realizado reportajes para las grandes cabeceras de revistas de alta gama. Un buen día, decidieron cambiar de registro y, con el conocimiento directo que tenían de lo que funciona, crearon Malne.

“A Mar la conocíamos de siempre. Desde la época en la que desfilaba. Nosotros decimos que era la Cindy Crawford española. Y se ha vestido con nuestros diseños en muchas convocatorias y fiestas privadas. Hace un tiempo nos comentó lo mucho que le gustaría colaborar con nosotros y así nació esta colección cápsula en la que ha intervenido directamente”, explican Paloma y Juanjo.

Y así comenzó lo que llegaría a convertirse en el inicio de una gran amistad, como sucedía en el final de la película ‘Casablanca’ y cuyo primer paso ha sido esta colección de diecinueve diseños de Alta Costura de la firma y Flores.

Esta sería la historia de la nueva ilusión de Mar Flores que comenzó en primavera y ha finalizado con esta cena de veinte amigos en el hotel Bles de Madrid que compartió con Vanitatis.

Un momento de estabilidad

“Estoy en un momento muy estable y tranquilo de mi vida. Para los que tienen interés en emparejarme, no tengo a nadie. Estoy bien con mis amigos, mis hijos y ahora con esta ilusión que se hizo realidad”. La empresaria contaba que fue ella la que propuso la colaboración para celebrar su cumpleaños. “Nos conocimos cuando yo era modelo, pero hasta ahora no se me ocurrió proponer la colaboración laboral. Y ha sido estupendo. Creo que les he agobiado un poco. Cuando estaba en Ibiza de vacaciones me cogía un avión para ver cómo iba todo. Me decían: “Mar, tranquila, que hay que reposar las ideas. Y me volvía hasta la siguiente vez. Me he sentido muy apoyada y muy feliz”, aseguraba este martes.

Sin quererlo, Mar Flores suele estar en el centro de la información de actualidad más allá de si tiene pareja o no. En este encuentro nos dejó claro que por el momento la vida sigue sin ataduras emocionales que no sean las de sus hijos o sus amigos. Y dentro de unos meses convertirse en abuela.

“Yo lo que quiero es que Carlo sea feliz, como el resto de mis hijos. No entro en otras cuestiones, ni en hablar de si me parece bien. No soy yo la que tengo que dar explicaciones. Solo diré que un bebé siempre es bienvenido”.

Y así continuó la cena donde su amiga Veva Longoria, Teresa de la Pisa, Elena Carbonell, Irene Cano, Andrea Pascual y el fotógrafo Juan, que ha trabajado con grandes modelos. “A Mar la conocí cuando los dos éramos muy jóvenes. De ella solo puedo decir que nunca ponía pegas a nada y facilitaba el trabajo”.