Fran Ortiz, el hijo de Luis Ortiz, habla de la muerte de su padre en 'Y ahora Sonsoles'

Luis Ortiz, figura icónica de la jet set marbellí, ha fallecido a los 80 años tras una larga enfermedad de cáncer de próstata. Su hijo, Fran Ortiz, ha compartido su dolor tras la pérdida de su padre en una entrevista telefónica con el programa de Antena 3 ‘Y Ahora Sonsoles’, donde ha señalado el amor y la felicidad que Luis brindaba a su familia cada día.

“Estamos destrozados. Mi madre está sufriendo mucho. Mi padre nos hacía felices cada día”, confesó Fran Ortiz. Pese a que la pareja se separó en 1989, Luis y Gunilla Von Bismarck siguieron manteniendo una buena relación por su hijo, lo que, según Fran, “salvó su amistad y su amor”.

Durante los últimos años, los dos seguían mostrándose juntos en público, como en el 70 aniversario del Marbella Club. “Ese divorcio del 89 salvó su matrimonio, su respeto y cariño por el otro, yo me he ido de vacaciones todos los años con los dos”, ha declarado.

Luis Ortiz se había enfrentado a su situación con valor y tesón hasta el último momento, capeando las consecuencias del cáncer y de los tratamientos de diálisis con valentía. “Ha sido feliz, más quisiéramos nosotros vivir lo que él vivió”, comentó su hijo, quien recordó que su padre siempre disfrutaba de su familia, especialmente de sus nietos, que se convirtieron en su mayor fuente de alegría.

Fran también ha recordado los momentos compartidos con su padre en el campo de golf, donde Luis se entretenía jugando con sus nietos. “Le hacía mucha ilusión jugar los tres contra mí. Incluso cuando ya no tenía tanta fuerza, se divertía enormemente”, relató. También ha destacado que le gustaba hacer deporte.

Fran Ortiz ha recordado los últimos años de su padre como una etapa en la que, a pesar de las dificultades de salud, Luis Ortiz supo disfrutar de la vida al máximo. “Ha sido muy valiente enfrentándose a la enfermedad. Aunque tenía sus limitaciones, siempre sacaba fuerzas para disfrutar de nosotros, de mi madre y, sobre todo, de sus nietos. Mi padre vivió intensamente cada día y ha dejado un legado de felicidad y recuerdos que siempre llevaremos con nosotros”.