Así responde Diego González Rivas, el mejor cirujano del mundo, a la nueva pregunta clave de David Broncano en 'La Revuelta'

Dice Diego González Rivas que una vez, subiendo el Kilimanjaro, se tuvo que subir en un jet privado de alguien muy rico que quería que operara a su mujer justo el día 25, porque la carta astral le había dicho que era el mejor día. El mejor cirujano torácico del mundo tiene historias así para contar a diestro y siniestro. Y ha compartido algunas este miércoles en ‘La Revuelta’, ya que ha sido el invitado de David Broncano.

Este cirujano opera con un robot y apenas sin abrir. Con una incisión de tres o cuatro centímetros le basta para realizar intervenciones que convencionalmente necesitan que se abran las costillas. “A las ocho horas el paciente se puede ir a su casa”, ha informado. Todo depende del caso, claro, hay veces que los pacientes reciben el alta a los dos días, que también es un tiempo récord.

González viaja por todo el mundo para enseñar a otros médicos sus técnicas y para operar los casos más difíciles y que otros médicos han dado por perdidos. Ha estado en 136 países. “En África lo más complicado es llevar el material. Necesitamos meses para prepararlo”, desgranaba sobre un continente donde cuentan con una unidad tractora móvil para operar.

Llamó a Amos, un paciente en Ghana al que intervino de una grave enfermedad pulmonar, en directo a través de una videollamada. “Se merece el Nobel”, ha gritado una asistente. Broncano y González Rivas han conversado en inglés con el africano. “Expulsaba sangre por la boca y estuve esperando porque no había medios y era muy cara. Diego y su equipo vinieron y gracias a Dios hicieron una cirugía fantástica. Estoy saludable”, ha relatado.

González es una persona que no se pone nerviosa, teniendo delante un corazón sangrando, pero se le ha visto sufrir un poco con las típicas preguntas de Broncano. “Tengo la suerte que algunos pacientes en algún país del mundo tienen mucha pasta, aunque la mayoría las hago de forma altruista. De dinero ando bien”, ha contado tras hablar sobre la anécdota del Kilimanjaro. Luego se le ha escapado que iba a volver a su casa en A Coruña en jet privado, aunque podía ser una broma aprovechando que el programa estaba grabado.

Sobre los hábitos sexuales, González ha contestado que este mes muy poco, que ha sido una locura. Pero sí que se ha mojado en la última pregunta, sobre si es más racista o machista: “Racista no soy. llevo toda la vida viajando. No me considero machista, pero cuando haces alguna broma…”