Elena Tablada se siente traicionada: el duro reproche a su madre por su relación con Javier Ungría

La vida sentimental de Elena Tablada sigue siendo noticia en estos días debido a su participación en el canal de Mtmad. En su última intervención en ‘Me quedo conmigo’, programa que se emite por episodios y en el que la diseñadora habla públicamente sobre su pasado, ha dejado al descubierto sus sentimientos más profundos sobre la relación que su madre mantiene con Javier Ungría, su exmarido y padre de su hija pequeña.

La empresaria no solo ha abordado sus experiencias con los padres de sus hijas, David Bisbal y Javier Ungría, sino que también ha aprovechado para exponer sus sentimientos hacia su madre. Tanto es así que, durante una sesión de terapia en dicho programa, Tablada tampoco se ha mordido la lengua al reprochar a su madre lo que más le molesta: la falta de transparencia en su relación con Ungría.

En la actualidad, aunque mantiene una relación cercana con ella, hay ciertos comportamientos que le resultan dolorosos, especialmente la comunicación que su madre continúa manteniendo con el padre de su hija pequeña, a pesar de la incomodidad que le produce a la diseñadora. “Me molesta que hable con él a escondidas”, ha afirmado contundentemente Elena, mostrando así su malestar.

De este modo, el conflicto se ha hecho evidente cuando la madre de Tablada, presente durante la grabación del programa, respondió a los reproches de su hija. “No te oculto nada”, aseguró con firmeza, reiterando que siempre ha sido clara con su hija sobre su postura.

Para la abuela de las niñas, su prioridad son sus nietas, y considera importante mantener una buena relación con ambos padres. “No me vas a hacer lo mismo que con David”, comentó, haciendo alusión a una situación similar ocurrida con Bisbal, en la que Elena también mostró su descontento por la cercanía que su madre mantenía con su expareja.

Teniendo en cuenta la situación, Elena Tablada ha tratado de comprender la posición de su madre, reconociendo que, como abuela, tiene el derecho de mantener contacto con los padres de sus nietas. Sin embargo, lo que ha querido explicar es que realmente le duele es la sensación de que algunas de estas conversaciones ocurren a sus espaldas, lo que genera una ruptura en la confianza entre ambas.