Jesulín de Ubrique disfruta de las mieles de su vuelta a la vida pública: todas las cifras
El torero presenta las cuentas de dos de sus cuatro empresas y presenta unos números saneados después de algunos años de crisis financiera
Poco a poco, y después de algún que otro descalabro económico, Jesús Janeiro, es decir, Jesulín de Ubrique, está remontando. El andaluz sufrió una angina de pecho hace unas semanas, un susto del que se recupera en una situación que podríamos calificar casi como ideal.
Enamorado y estable con su mujer, María José Campanario, ha vuelto a los ruedos de forma puntual, es apoderado de jóvenes toreros, fue padre de nuevo hace tres años y sus empresas, que le habían dado algún susto en el pasado, toman buena forma y sanean sus cuentas.
El matador acaba de presentar las cuentas de dos de sus cuatro sociedades y parece que todo va viento en popa. Sus intereses financieros pasan por sectores diversos, como las gasolineras y la gestión de espectáculos (su propia carrera y la de otros), y las cifras, al fin, le acompañan.
Gasolineras
Taurovox es una de estas empresas, un negocio destinado al “comercio al por menor de combustible para la automoción en establecimientos especializados”. La sociedad cuenta con un activo de 789.667 euros pese a que no registra demasiada actividad (no ha habido ventas ni movimiento financiero en los últimos años, desde 2014, concretamente). Además, ha recibido ingresos de explotación por valor de más de 200.000 euros, lo que ha servido para que el resultado del último balance, el de 2023, de 76.000 euros. La sociedad no tiene deudas y cuenta, además, con activos inmobiliarios.
Jesulín es el socio y administrador único de esta sociedad limitada fundada en 1996, con sede en Ubrique, y con un capital social de 6.000 euros. Lo curioso de las cuentas es que no se presentaban desde 2004, lo que supone que la empresa, pese a que además no registra actividad empresarial desde 2014, sí tiene movimientos financieros. Taurovox cuenta además con una oficina de alquiler en el municipio gaditano situado fuera de una zona comercial.
Socio y administrador
Uno de los toreros más mediáticos de nuestro país, Janeiro aparece en el Registro Mercantil en cuatro sociedades diferentes. Además de la citada Taurovox, es consejero y presidente en Lodoja SL y administrador en Explotaciones Ganaderas de la Sierra de Rosalejo SL. Ninguna de estas dos empresas ha presentado las cuentas de 2023, algo que sí he hecho la otra empresa en la que aparece, esta vez como socio y administrador único: Correcostas 121 SL, constituida en 2003.
El activo de esta sociedad, dedicada a “actividades recreativas y de entretenimiento”, es de 449.818 euros, casi 100.000 euros más que en el ejercicio anterior, lo que significa que la empresa se sanea poco a poco. El importe de la cifra de negocio, es decir, los beneficios brutos, ha sido de 66.000 euros (el año anterior fueron 13.000), y el beneficio neto, 58.238 euros. Al igual que las anteriores sociedades, esta no presentaba cuentas desde hace años.
Con su mujer en TV
Sin embargo, las cifras aquí expuestas sirven para poner negro sobre blanco que el de Ubrique ha empezado a sanear los números de sus empresas, así como ha empezado a poner en marcha una nueva carrera, la de apoderado. Lo contó él mismo a principios de esta, cuando dio una entrevista en la Cadena Ser en la que decía que iba a ir “paso a paso”.
No es su única nueva faceta laboral. El torero ha retomado sus apariciones televisivas y además de ser uno de los protagonistas de la anterior edición de MasterChef Celebrity, hace pocas semanas acompañó a su amigo el futbolista Joaquín en su primer programa de televisión. Allí estaba junto a María José, su mujer, algo insólito. La pareja se casó hace 22 años y mantienen una relación extraordinaria, tal como apuntan fuentes cercanas a Vanitatis, fuentes que no se cansan de remarcar que “están muy muy bien”.
La salud, lo primero
Su preocupación ahora no son ni los números ni la carrera profesional, en lo que se han centrado es su salud ya que, tras sufrir una angina de pecho mientras estaban en Málaga de vacaciones, ha quedado “algo tocado”.
A sus 50 años, Jesulín ha visto lo que significa estar en lo más alto y caer después. En 1995 llegó a torear en 191 ocasiones, las mujeres se volvían locas por él, le lanzaban sujetadores en plena corrida y hasta sacó un disco. Tenía una mansión que bautizó como Ambiciones y hasta un tigre de bengala, Currupipi, que se convirtió en un icono de una época de vacas gordas. Pero no se puede estar siempre en la cima, es demasiado vertiginoso, y el torero vio cómo se desmoronaba alguno de sus sueños.
Sus padres protagonizaban un conflictivo divorcio, Ambiciones dejaba de ser el hogar familiar y su vida privada se convertía en escarnio en algunos programas de televisión. Su relación con Campanario ha servido de ancla a un hombre divertido y alocado de joven que quiere seguir disfrutando, ahora desde la tranquilidad de la edad. Tener las cuentas de sus empresas saneadas es un gran paso hacia esa serenidad vital tan buscada.
Poco a poco, y después de algún que otro descalabro económico, Jesús Janeiro, es decir, Jesulín de Ubrique, está remontando. El andaluz sufrió una angina de pecho hace unas semanas, un susto del que se recupera en una situación que podríamos calificar casi como ideal.
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