Luis Alberto Zamora, el dietista de la televisión: "Los españoles nos nutrimos pobremente"
El colaborador de televisión estrena libro con el que propone una nueva formula para mejorar nuestra alimentación de manera sencilla
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La nueva temporada televisiva ha comenzado con muchas novedades. Sin embargo, son muchos los rostros conocidos que han continuado este septiembre frente a las cámaras. Uno de ellos es Luis Alberto Zamora, más conocido como Nutriman, en el programa ‘Y ahora Sonsóles’, que ha seguido con su colaboración habitual. Un espacio donde junto con Ónega desvela y desmientea muchos paradigmas en torno a la nutrición y la alimentación.
Luis se ha consolidado como una de las voces especializadas más importantes dentro de los medios de comunicación. Comenzó colaborando en el programa ‘Más Vale Tarde’ cuando Mamén Mendizabal presentaba. Más tarde, se trasladó a ‘Al Rojo Vivo’ hasta que fue fichado para dar el salto a Antena 3. El colaborador compagina sus apariciones en televisión con su podcast, ‘Nutrizion con Zeta’, en el grupo Prisa y en el que ha entrevistado a personalidades como David de María o Bustamante.
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Su última aventura en solitario le ha llevado al mundo editorial con la publicación de su libro ‘El método Z: Para comer bien’. Luis se ha propuesto dar un giro para que todos podamos cambiar nuestra alimentación de manera sencilla y saludable. Vanitatis ha hablado con el nutricionista acerca de su trayectoria y su nuevo reto profesional. “Con toda esa información nos atascamos. Hay que hacerlo más fácil”, explica aludiendo que es más fácil sustituir la palabra ‘eliminar’ por ‘adaptar’.
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El libro es fruto de tu experiencia con pacientes. ¿Cuál ha sido el error más común para afrontar el cambio?
La gente suele equivocarse al empezar por todo a la vez. Tenemos que tener en cuenta que cuando tú cambias tu alimentación o la forma en la que comes, afecta a muchas esferas de tu vida, como la social, laboral, el tiempo que le pueden dedicar, la familiar o incluso a la parte más psicológica. Siempre decimos que la nutrición es una parte del yo corporal, porque tú nunca dices "sigo una dieta vegana", ya que se expresa como ‘soy vegano’ y te identificas.
Por ello, cuando intentas hacer un cambio en algo tan profundo, supone un estrés y tienes todas las papeletas para que dure dos o tres días. Esto es un cambio más progresivo, que es un poco el formato del libro, con pequeñas metas e ir poco a poco sumando éxito para llegar al final de ese proceso que tú quieres seguir.
¿Los españoles nos alimentamos bien?
Los españoles no pasamos hambre, porque tenemos más o menos capacidad económica y podemos acceder a alimentos. Los datos están ahí y somos uno de los países europeos con mayor tasa de obesidad infantil. Es verdad que no solo depende de lo que comes, ya que es una de las enfermedades multifactoriales más complicadas.
Sin embargo, si hacemos un análisis, la población española de media come menos fibra de la que deberíamos, hay pequeñas deficiencias de algunas vitaminas que están asociadas a las frutas y las verduras y consumimos un exceso de carne.
De hecho, es uno de los países que más carne de cerdo consume. Entonces no se trata de eliminar, se trata de comer la carne que nos corresponda, lo que necesita nuestro cuerpo. El pescado y las legumbres también están cayendo en picado. Entonces, ¿nos alimentamos? Sí; ¿nos nutrimos? Pobremente.
¿La salud va unida al número en una báscula o va independiente?
Es totalmente independiente porque ese número, ¿de dónde viene? ¿De agua, de grasa, de huesos? El peso es una unidad de medida y lo que tienes que ver es lo que estás midiendo. Cuando hablamos de salud, no solamente hablamos de cuánto porcentaje de grasa corporal tiene tu cuerpo; hay personas que tienen porcentajes de grasa corporal bajos, pero tienen deficiencias nutricionales. Entonces, el vincular la salud al número de kilos que pesa en la báscula es un error. Además, la báscula ni en la cocina ni en el baño y ni se pesan los alimentos ni se pesa la persona, porque la medición de salud son otras.
Tanto a nivel mediático como incluso a nivel social, existe el mito de que cuando se tiene más peso tiene que ir correspondido con una modificación en su dieta.
Cuando hablamos de sobrepeso y obesidad, siempre hablamos de cantidad de grasa corporal. Por ejemplo, una persona que hace halterofilia y que tiene mucho músculo, a lo mejor si le haces el famoso Índice de Masa Corporal (IMC), está en sobrepeso. Por otro lado, existe el mito de que si dejas de comer, adelgazas, y si comes, engordas, pero es mucho más complicado. Luego influye el ambiente, la genética, tu estado mental. El mapa es tan complejo que muchas veces el evaluar a una persona por lo que entra o por lo que tú ves es un error de los más grandes que podemos hacer y es uno que socialmente tenemos implantado.
¿Por qué seguimos cayendo en los mismos errores cuándo tenemos tan fácil comprobar que no son ciertos?
Porque son sencillos de entender, la mente para decodificar lo que pasa, simplifica quedándote con lo esencial para poder recordar. Cualquier mantra o promesa que me hagan que sea sencilla de entender tiene más probabilidades de éxito. Como, por ejemplo, tú estás engordando porque no haces ayuno intermitente y el ayuno intermitente es dejar de comer de tal hora a tal hora y no te habla del qué ni del cómo. Si nos dan un caminito sencillo de seguir, de entender, tienes éxito, pero si te pido como paciente que aprendas el porqué estás haciendo esto y que tú seas el que poco a poco vaya generando tu propia dieta, es más complicado. Si además lo veo reflejado en la báscula, aunque no esté perdiendo grasa, porque a lo mejor estoy perdiendo agua, pero como el número ha bajado, ¿qué es lo que yo entiendo?
¿Cuál ha sido el mito más extendido y, a la vez, más peligroso en el mundo de la alimentación?
Muchísimos, pero para mí el mito que más daño está haciendo ahora mismo es el de ‘Si quieres, puedes’. Todo coach, experto, motivador, influencer, referente, todos estos lo dicen. Bueno, caballero, no siempre que tú quieras puedes tener muchas cosas alrededor, porque ojalá yo pudiera estar todos los días a las 12 de la mañana subiendo una historia en un gimnasio, pero es que yo estoy trabajando. Es que luego yo tengo que preparar la comida y la cena, pero además tengo otras obligaciones y tengo problemas en mi día a día.
Es muy sencillo subirse en el púlpito de divulgador y de las redes y en posiciones totalmente privilegiadas, con a lo mejor una capacidad económica que te permite comprar aguacates o arándanos, que son productos caros, todos los días. Esa frase implica entonces que la persona que no está como tú es porque no quiere y mentalmente genera una imagen como si estuviera en el sofá, pero puede ser una persona que no está en el gimnasio porque está levantando a su madre de la cama. Hay que ser muy sensible porque estamos trabajando con una parte muy íntima de las personas sobre lo que come y lo que se puede permitir comer.
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¿Es difícil mantener una buena alimentación con lo frenética que se ha vuelto la vida?
No es difícil, de hecho, es un poco lo que he intentado y he estado trabajando en el libro. Mi objetivo ha sido hacerlo fácil porque la información la tenemos y nos atascamos. Por ejemplo, no me hace falta comprar quinoa si la lenteja tiene más proteína y es mucho más barata. Yo como nutricionista me pregunto quién soy y qué mensaje doy, porque tenemos compañeros que han abogado contra los ultraprocesados, otros contra comer menos carne, y yo digo que a lo mejor yo soy el que simplifica todo esto donde la alimentación saludable se ajuste a mi vida y no mi vida a mi alimentación. Esa es la promesa y por eso hacemos un método.
Hay una excesiva cantidad de prescriptores sobre la nutrición. Por eso, ¿has necesitado simplificar el mensaje?
Piensa que hay no sé cuántos millones de españoles, pero todos parecemos un prescriptor de nutrición, porque como parece que cómo comes dos, tres o cinco veces al día, pues ya vale. Todo el mundo sabe de economía, de política y de nutrición. Sin embargo, de todos los mediáticos y presuntamente expertos, ¿cuántas están formadas o colegiadas? ¿Cuántas de verdad entienden de forma holística la alimentación y saben que lo que tú digas no te va a influir ni para mañana ni para pasado, sino que a lo mejor, lo que tú comes ahora, cuando seas más mayor, vas a tener las consecuencias? Antes a un profesional se le exigía formación y ahora se le pide seguidores. Es tristísimo y peligrosísimo.
A veces da la sensación de que una buena alimentación solo se puede conseguir en verano, cuando tenemos más tiempo. Sin embargo, te opones a ello con este método.
En verano tenemos más tiempo, nos aburrimos más y comemos más helados. La media está ahí, entre dos y cinco kilos, dicen los estudios que engordamos en verano. Entonces, para comer bien necesito tiempo, pero no tanto tiempo como el que creo, porque muchas veces hay trucos. Desde el 'batch cooking' hasta cosas que ya están listas para comer y que son saludables. He intentado resumir el proceso que un dietista nutricionista lleva con el paciente en un libro, evidentemente generalista, aunque luego cada uno somos un mundo, y como primera aproximación a hacer las cosas de una manera más relajada, más slow.
La televisión y la radio te han consagrado como un gran prescriptor. ¿Cómo lo asimilas?
Llevo diez años en el mundo de los medios. Empecé en La Sexta como Mamen Mendizábal, quien para mí fue mi madrina, junto con Alberto Herrero, que ahora está presentando ‘Mañaneros’. Para mí son mis dos padres televisivos y fueron las personas que, cuando yo fui de invitado, creyeron que podía decir algo y que podía decirlo bien. Desde el momento cero me pusieron la tierra y me alertaron de que el foco y los seguidores deslumbran. Me dijo una frase, en tono de broma, pero que a mí se me marcó a fuego: "Cuando pasen los años y te pongan un corte de radio o de tele antiguo, que lo único que tengas que decir de ti que sea 'qué peinado más feo' o 'qué ropa más fea. Que lo que hayas dicho sea consistente, aún lo sigas pensando y que siga la ciencia apoyándote’.
¿Mamen Mendizábal o Sonsoles Ónega?
Yo jamás pensé que iba a vivir otro momento dulce después de ‘Más vale tarde’ tras siete años al lado de Mamen. Sin embargo, he pasado de un premio Ondas a un premio Planeta. También creo que la evolución que yo he tenido de pasar de un programa como 'Al Rojo Vivo', cien por cien informativo y pesadísimo a la actualidad política a pasar a 'Y ahora' Sonsoles, que es un programa de entretenimiento. Dejar atrás la seriedad y explicar de una manera la nutrición que apetezca. Pero elegir es complicado. Cuando pase siete años al lado de Sonsoles, te respondo.
La nueva temporada televisiva ha comenzado con muchas novedades. Sin embargo, son muchos los rostros conocidos que han continuado este septiembre frente a las cámaras. Uno de ellos es Luis Alberto Zamora, más conocido como Nutriman, en el programa ‘Y ahora Sonsóles’, que ha seguido con su colaboración habitual. Un espacio donde junto con Ónega desvela y desmientea muchos paradigmas en torno a la nutrición y la alimentación.