Norma Duval declara como testigo en un juicio tras el accidente laboral de un trabajador

El pasado mes de agosto, Juan Carlos Rojas, hijo de Carla Duval y sobrino de Norma, falleció a los 36 años de edad. Una noticia que pilló por sorpresa a la artista mientras se encontraba en Mallorca y fue allí donde volvió para refugiarse tras acudir rápidamente a Madrid junto al resto de familiares. Un verano en el que también sufrió un percance en esa misma casa y que ahora le ha repercutido legalmente.

Durante la mañana de este miércoles, Norma Duval acudió al juzgado de instrucción número 2 en la localidad de Inca, en Mallorca. La artista fue citada en la investigación en torno al accidente que sufrió un trabajador contratado para el mantenimiento de esta propiedad.

Según ha publicado Prensa Ibérica, la artista contrató a una empresa para eliminar varias bolsas originadas por la poda de varios árboles del jardín. Sin embargo, uno de los trabajadores cayó de una escalera y, tras la llamada de auxilio, Norma llamó inmediatamente a los servicios de emergencia. El suceso provocó la rotura de dos costillas del operario.

“El empleado denunció entonces a la empresa y a Norma Duval por un posible delito contra la seguridad de los trabajadores y otro de lesiones imprudentes”, explica el medio. No obstante, el juez rechazó imputar a la vedette y solo investiga la implicación del grupo empresarial en los posibles delitos.

El motivo por el que ahora Norma ha tenido que acudir a los juzgados ha sido porque el equipo legal del trabajador volvió a solicitar que declarase en calidad de investigada, pero el juez admitió que lo hiciera simplemnte como testigo del incidente. Así fue como Duval acudió durante la mañana junto con su abogado, Jaime Campaner.

Hace unos meses, era su marido, Matthias Kühn, quien recibía una buena noticia en relación a otro de los asuntos legales que tenían pendientes. El Gobierno balear debe indemnizar al empresario alemán con 96 millones de euros por la operación en torno a la construcción de viviendas de lujo de Sa Muleta II en Sóller, Mallorca.